La Rosa Del Idol

Ambiente musical:(Never be the same - Camila Cabello/ Ella- Ricardo Arjona)

Me morí y llegué al cielo muchas veces, es lo único que pienso cuando dejo aquella habitación a hurtadillas antes del amanecer. Paro el primer taxi que veo y me monto, el chofer creerá que estoy loca porque me rio sola, y puede que sea verdad, mi cerebro abandonó mi cuerpo hace varias horas, pero no creo poder sentirme más feliz.

Llego al hotel y ya los rayos del sol se levantan, me tiro en la cama de Sofy y la abrazo, envuelta en una cobija se despierta con pereza y me ve.

- Esa sonrisa boba y esos cabellos despeinados... hueles a sexo amiga- Se ríe

Yo no puedo decir nada, lo sé, pero ¿Cómo hago para que la felicidad no se me note?

- Fue la mejor noche de mi vida – suspiro cerrando los ojos.

- ¿Cómo estuvo? – pregunta

- Divino – respondo cubriéndome los ojos de la vergüenza, jamás había estado con alguien diferente a mi ex.

- Te hablo del concierto, muchacha pervertida– Se burla

- Ah, espectacular, toda una experiencia de vida. – Respondo y salto al baño a tomar una ducha.

- Se nota claramente, la próxima vez me invitas para conocer a alguien también.

- Rosi, pero yo creía que todos los hombres a los que les gustaba BTS eran gay – Me pregunta cuando nos estamos arreglando para ir de paseo con el Tour, hoy no hay vestidos ajustados, solo un jean con una franela blanca y lentes oscuros para cubrirme las ojeras, ni siquiera me peino.

- No lo sé.

- ¿Cómo que no lo sabes? Y donde conociste a este hombre sin nombre que te tiene suspirando, ¿no fue en el concierto?

- Ah sí, sí fue ahí.

- Ay vale, te dejaron mal. Espero que te hayas cuidado, no quiero sobrinos coreanos todavía.

- No seas tonta, obvio nos cuidamos, y ya, ya, no quiero hablar más de ese tema, mejor ven a ver las fotos del concierto

- Rosa ¿pero si te aprendiste el nombre del hombre o no? – Se burla de mí antes de salir.

Que día tan maravilloso, parece que el sol brilla más, las flores huelen más y la brisa es más fresca, fuimos al Jardín Botánico al aire libre Namsan y luego a la Torre N, hay tantas parejas y familias visitando que el lugar está lleno de vida.

Una cola larguísima impedía nuestro camino a la cima de la Torre, donde parece que todos los enamorados suben a poner un candado de amor eterno. Yo estoy como en una nube, nada me molesta de lo arriba que estoy, mi mente repite una y otra vez lo que viví ayer.

- Que ridiculez tan grande ¿Cuantas de esas parejas se habrán separado ya? - Dice Sofy cuando estamos arriba

Yo toco los candados, todas formas y colores y camino viendo otra vista sensacional de la ciudad incrustada entre las montañas.

- Quizás algún día volvamos a subir a poner un candado – le digo colgándome de su brazo

- Ay amiga no creo, un gentío, una cola, una tardanza y nada bonito que comprar, si mi novio me trae un lugar así de cursi para jurarme amor, creo lo lanzo por esa baranda.

Me rio, de verdad que ella es única, me encanta su espontaneidad, en cambio yo he vivido mi vida como un cliché de niña buena.

- ¿Dónde estabas cuando conocí a Luis? Me lamento y pongo mi cabeza en su hombro.

- Uy susto- exclama y se sacude – No hables de los muertos, que después reviven como los zombis y este día está muy bello para monstruos.

 - Tienes razón, solo quiero decirte que te extrañaré cuando volvamos.

- No pienses en eso tampoco, todavía tenemos 4 días más.

- No te dejaré dormir más, piensa que estamos pegadas en una guardia continua, dormirás cuando regresemos.

- Pero sin pacientes por favor – Se ríe

- Eso te digo yo a ti – la suelto brava recordando el incidente en la librería, aunque rápidamente recuerdo a mi paciente en el suelo y me rio por pensar que en ese momento no lo reconocí.

- Ya te estás riendo sola otra vez, que buenos son en la cama estos coreanos

- Shh, cállate, la golpeo, alguien nos puede escuchar

- ¿Y qué? Nadie nos conoce aquí y a nadie volveremos a ver. Pero bájate los lentes para que no te reconozcan.

- ¿Bueno no quería venir y probar cosas nuevas?

- La nueva yo le sigue teniendo miedo a las alturas – Digo viendo el teleférico en el que Sofia quiere que me monte para bajar de la torre.

- Vamos que ya casi nos toca, piensa que el avión en el que veníamos era más alto.

- No me consuelas querida – Pero me dejo meter a empujones en el vagón.

El vértigo y la resaca hicieron de las suyas, justo cuando pisamos la tierra tuve que vomitar en el primer pobre arbolito que vi y después me tiré en el suelo en un espacio verde más adelante. Tuvimos que pedirle a la gente del tour que se fueran sin nosotras, y los guías nos explicaron como volver al hotel en transporte público.

- Que poquita eres en serio, voy a ir a comprarte un refresco.

- Todo esto es tu culpa – Le reclamo – Y más te vale que esté frío - le grito cuando se va y me quedo acostada en la grama debajo de un árbol, mientras cierro los ojos por el sol, escucho a la gente que pasa caminando y a las familias que están alrededor.

-  Algo frío para un día caluroso.

Volteo a ver la voz de quien habla, es Jimin, vestido casual, con gorra y mascarilla, parado detrás del árbol

- No eres fácil de encontrar Nuna. – Dice en inglés, y se nota su dificultad para hablarlo.

- ¿Qué haces aquí? – Me paro de golpe y me acerco, es obvio que se está escondiendo de la gente.

- Te estaba buscando, vamos con los demás.

- No puedo irme, estoy aquí con mi mejor amiga – la señalo – Aquí viene.

-  우리는 가야 해요. 많은 사람들이 있습니다. (Tenemos que irnos. Hay mucha gente) – Dice él

- No hablo coreano, pero es mejor que te vayas ya, si no quieres que ella te vea.

Me da un auricular traductor, y me pide que me lo ponga mientras él se pone otro, parece que su vocabulario en inglés es aún más limitado que el mío.

- Los chicos nos están esperando a unas cuadras de tu hotel. ¿Ella sabe quiénes somos?

- Supongo, todo el mundo los conoce.

 - ¿Rosi, que haces allí? ¿Quién es él?

- Él es, él es... – Me quedo en blanco viéndolo, la veo a ella y de nuevo a él, ¿qué le digo?.

- Su amigo- Dice en un inglés muy raro. – Yo soy su amigo.

- Si Sofy es mi amigo, me lo encontré aquí por casualidad, se ofreció a llevarnos a casa.

- Sí a casa - dice él

- ¿Este es mi refresco? Hace mucho calor hoy ¿No te parece? Vamos, vamos. – Intento que no diga nada, por qué no sé cómo va a terminar este show.

En el carro, ella se acerca a mi oído con disimulo

- ¿No me digas que este es el amigo con el que pasaste la noche ayer? – Yo casi me atraganto, me habló muy cerca del auricular y aunque Jimin no se quitó la mascarilla facial, la sonrisa se le notó en los ojos al escucharla.

- No, no, no, fue con otro amigo– Digo avergonzada

-  ¿Otro amigo? - se asombra - ¿Cómo te llamas? Mi nombre es Sofia.

- Mi nombre es Park Ji…mo

Se me sale una risa nerviosa, cuando ella lo repite, aquí estamos todos locos, y el nivel aumenta cuando nos estacionamos frente a una camioneta negra cerca del hotel.

- Gracias por traernos Jimo – Dice Sofy agarrándome del brazo para que entremos al hotel.

- Gusto en conocerte- Jimin me hace señas con los ojos, mostrándome donde está la camioneta, está igual de nervioso que yo.

- Déjame saludar un momento a un amigo que está ahí, ya vuelvo Sofy.

Camino hasta el carro y toco el vidrio del pasajero, la puerta se abre y me halan dentro.

- ¿Qué rayos hacen ustedes aquí? Pregunto al ver a V y a JK, afuera el pobre Jimin intenta contener a Sofy estirando el brazo para que no los vea.

- Nuna ¿cómo estás? Vinimos por ti. – Dice el adorable Tae. – Tuve que preguntarle a mi escolta tu dirección, porque no nos la diste.

- ¿Por qué te fuiste así esta mañana?  Dice JK

- Debo irme, mi amiga me espera – Siento que los van a descubrir.

JK se baja del carro por encima de mí y va directo con Sofy, así sin mascarilla, sin gorra ni nada.

- Hola, soy Jung Kook de BTS, ¿nos prestas un rato a Rosa?

Nunca pensé ver a Sofia petrificada y sin palabras, solo asiente como una idiota con la boca abierta.

- Muchas gracias, vámonos ya Jimin.

 V se baja y se va con Jimin en el otro carro y JK se monta en el que estoy sentada, sin poder dejar de mirarlo estupefacta cuando arrancamos.

- ¿Qué hacemos aquí?

- ¿Por qué te fuiste así esta mañana? – preguntamos al mismo tiempo al llegar al estacionamiento del enorme edificio. Me le quedo mirando, sin saber que quiere saber exactamente.

- ¿Qué pasa? ¿Me veo genial? – dice.

- Te ves en problemas – Le señalo a RM que viene hacia nosotros muy molesto y no para de regañar a los chicos por saltarse un entrenamiento vespertino, les habla de las responsabilidades y lo imprudente que han sido hoy.

Cuando él se va, JK me toma de la mano y subimos los 4 a la habitación común de ayer. Me suelto la mano y los veo a todos con preocupación, quiero que alguien me explique qué pasa.

- No te preocupes Nuna, Nam solo nos estaba cuidando – Dice Jimin

- Entiendo, pero ¿qué hacemos aquí?.

Entramos y Jin está jugando video juegos en la sala. Lo saludo inclinando la cabeza, todavía no tengo idea que hago aquí de nuevo.

- Aniong Losa. Gracias a ti tenemos algunas horas libres, eres bienvenida – Los demás están trabajando, nos explica con una sonrisa.

JK me lleva a un balcón, pero V rápidamente lo hala de un brazo.

- Todavía no, dijiste que si te ayudábamos íbamos a jugar.

- Eso quiere decir que estoy aquí por culpa de ustedes, los señalo.

- Haríamos lo que fuera por nuestro amigo – Dice Jimin empujándonos a la sala. – Te toca pedir la comida JK, es tu castigo.

No sé qué es broma y que es verdad. Estos muchachos son los reyes de los juegos de mesa, yo solo gano al piedra, papel o tijeras, así que jugamos cartas; es muy chistoso ver que Jimin pierde y finge que llora, JK es súper competitivo y V hace trampa, el único medio cuerdo ahora es Jin, pero se descontrola a la hora de comer. No paro de reír.

Ya después de cenar, voy con JK hacia otra habitación, y es impresionante ver como pasa de niño a hombre en un parpadeo.

- ¿Por qué te fuiste así ayer? Pregunta.

- ¿Así como? Yo… te dejé una nota.

- ¿Este papelito? “Mi tercer deseo es tu felicidad” – Lee en voz alta la nota que saca del bolsillo de su pantalón.

- Dime la verdad ¿Qué hago yo aquí?

- Me gustas y yo te gusto, dice acercándose peligrosamente.

Sé que esto es una locura, mi corazón late a mil por hora, su perfume me tiene aturdida y esa boca. Rayos, no lo pienso demasiado y vuelvo a caer en sus encantos.

Por alguna razón siento la necesidad de irme antes de que amanezca, no sé cómo lidiar con esto, no parece real, y cada vez que lo veo se me reinicia la vida. Me levanto a buscar mi ropa regada por toda la habitación, pero esta vez él me agarra por el brazo en la oscuridad, no puedo ver bien la expresión de su cara.

- Todo está bien como está – Me suelto para vestirme.

- Dile al Señor Kim que te lleve.

- Gracias – No sé si lo dice molesto, pero habla con mucha frialdad.

- Te recogerá hoy a las 9pm, disfruta tu paseo por la montaña.