Nuestro planeta, este hermoso nido donde vivimos parece no querernos aquí. es un planeta feroz, estamos a diario expuestos a todas sus infamias desde lluvia hasta volcanes, el mar que nos refresca nos da oxígeno y alimento y también se eleva, inmisericorde borra ciudades enteras de sus costas, tifones, terremotos. La tierra cuando así le provoca se hunde, se desliza sin importar cuantos de sus hijos queden tapiados Los seres humanos nos hemos abocado a socorrernos los unos a los otros, siempre nos sentimos inclinados a proteger al más débil. Desde tiempos inmemoriales nos hemos organizados para paliar embates de la madre gea. allí donde un accidente natural nos lesione estaremos prestos a ayudarle. en esto basamos nuestra existencia. Ustedes no están solos cuentan con nosotros. Estamos en el mismo barco tratando de mantener el rumbo. Aqui nacimos y moriremos. pero mientras tanto con ilusión y con esperanza parimos hijos, sembramos árboles y forjamos futuro para las nuevas generaciones.
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CAPITUL0 VIII
Los cielos encapotados de las mañanas andinas siempre presagian lluvia, aunque a veces
un breve verano nos sorprende, aún así amanece el manto verde de pastos
cubierto de rocío mañanero, los árboles altos recargados ceden por su peso y
los retazos desnudos de vegetación amarillenta se encharca, desde antes de las
seis de la mañana, ya vestida deportivamente se desplaza Maggie desde planicie.
En efecto la doctora llego con claveles blancos y una orquídea, andaba muy
contenta, pero cargaba prisa y no podía quedarse mucho
-Hola amiga -la saludo la niña -. Te esperaba para contarte algo que había olvidado y
es bueno que lo sepas.
-Hola amor. Háblame mientras te reviso. A ver como amaneciste hoy. ¿Como te sientes?
-De eso precisamente quiero hablarte olvide que tengo una piel sensible y como
puedes ver muchos cardenales se esfumaron, porque eran superficiales, solo
quedan los del seno y la entrepierna donde apenas quedaba una sombra del gran
moretón que desde ayer comenzó a aclarar. Solo me quedaba la herida en el
labio. En la computadora tengo el estudio que hace un año me hicieron en la
academia y todo un informe médico donde se explica la condición de mi piel. Lo
reviso y se la reenvió a su correo para que lo leas detalladamente.
- No le creí a Eduardo -comento la doctora -cuando dijo que él nunca le había
hecho daño a una mujer, Dios no castiga ni con palo ni con rejo. De todas
formas, se lo voy a decir, el pobre diablo parece un alma en pena.
Tomo café y apresuradamente y se despidió. -Algo urgente- comento
A veces Maggie siente que la observan, aunque es muy detallista en estos días no
ve nada alarmante. Pero alguien le vigila, cuando sale a correr mira los
maratonistas muy difíciles de reconocer andan muy tapados y ni siquiera la cara
se les ve.
- Es bien – piensa la joven - todos creen que estoy en el campo junto a los viñedos. Me avergüenza mentir. Pero ya casi salgo de esto\, mañana me voy a mi casa
Era tarde cuando recibió un mensaje. Generalmente tenía
apagado el celular, pero aun prendido no leía ningún mensaje a no ser que fuera
de Ely o de Eduardo
-Buenas noches, Maggie - era Eduardo - Ely me conto de la condición sensible de tu piel.
Aunque eso no es bueno, me siento aliviado, por lo menos no te hice daño en la
piel. Me reenvió una copia de la historia médica y espero que atiendas las
medidas de seguridad que te recomienda el galeno. Claro imagina tu piel de
ángel expuesta a temperaturas extremas, a golpes, los deportes, y cualquier
ejercicio te pueden lastimar. Debió ser muy restringida tu infancia. Gracias,
esa información habla de la generosidad de tu alma. Hasta otra vez. Cuídate
-La herida del labio tampoco es su culpa – le respondió- me la hice cuando le mordí
la mano. Y apagó el celular. Se descubrió pensando en él, recordó su cabello
grueso, negro alborotado, la ferocidad de su abrazo, el olor de su piel a
alcohol, tabaco y madera salvaje. un dolor se alojó en mi vientre y recordé con
vergüenza las sensaciones que produjo sus manos en mi piel, se avivo el dolor e
invadió su cuerpo. Sujete sus pensamientos y me obligó a meditar antes de
reconciliar el sueño profundo y reparador.
Esa tarde del lunes llego el material, una eufórica Maggie por horas lo revisó, habló
con el abuelo, quien se dio cuenta de la gran excitación que el nuevo proyecto le
despertaba y se alegró su anciano corazón por su nieta, hacía tiempo que no oía
su risa:
-Es tu primer trabajo como miembro de la Academia – le aconsejaba - recuerda que no
olvidar tu juventud, Ahora nada le comentas al abuelo. Ojalá no hubieras
crecido porque perdí mi compañera de tertulia. Pero haz tiempo para Mariam y
los nuevos amigos, sal, baile y cante. Yo lo hice y nunca descuidé el trabajo.
Ame a tu abuela y a tu madre y hasta ha tenido tiempo parar jugar con mis
nietas.
- El sabio abuelo sospecha algo. -pensó preocupada Maggie
Esa noche en la video llamada de la reunión del equipo del abuelo, la felicitaron sus
hermanos mayores por cumpleaños, la doble graduación y como miembro oficial de
la Academia. Sonriendo como un payaso les agradeció. Y noto que los ojos de
Mauros trataban de escudriñar, pero los evadió y lo obligó a desistir de sus
pretensiones, al final ya es experta en evadirlo y unos parpados hinchados y
mal color también acusan el trabajo excesivo. Iniciaron los trabajos de
agendamiento en los congresos, pero hay demasiada emergencia en la costa
atlántica a pesar de todas las medidas tomadas, la madre naturaleza facturaba
la codicia humana y a tan alto precio que en decenas se contaban las víctimas,
y en el anillo de fuego de El pacífico está amenazando las frías playas del
sur. Se toman medidas para minimizar los daños y se despliega logística y
personal a las zonas amenazada bajo la jefatura de Maggie. Una hora después se
notó el cansancio del abuelo y suspendieron la sesión quedando Isnaldo y toda su
cuadrilla en alerta roja.
No se quedaron quietos hasta que recibieron el informe médico. Nada alentador. El
abuelo está muy enfermo. La Diabetes se lo está llevando. Ya le complico la
circulación y ahora va por los riñones. No se puede hacer mucho por él. No es
candidato a trasplante.
Realmente preocupada por la condición física del anciano, Margareth invitó a Mariam y a
los discípulos a unirse en video llamada para implementar medidas y decidieron unánimes
cerrar la casa en la provincia andina e irse a vivir a Managua a fin de cuidar
al abuelo. Los muchachos pensaron que era una gran idea, pero al final de
cuenta decidía el abuelo. Y ya era hora de que estuvieran junto a él. Sabían que
a la vuelta de un año estarían los tres juntos. Maggie se sintió triste por
Mariam quien tiene gran apego a la quinta Arráez. Desde los diez años también viví
aquí cuando a mi padre lo destinaron a América del Sur, y el escogió su ciudad
natal para perfeccionar mi educación sin las distracciones de las grandes
capitales y Mauro e Isnaldo a terminar sus magistraturas en Europa. Fue el
momento preciso que perdí la situación de vinculación a cualquier lugar y
decidí que solo era una hija de la tierra.
-A la doctora le conto las buenas nuevas, quien también se alegró y se maravilló
de su trabajo, compartió anécdotas de mi familia con ella y conoció por
referencia a los de ella. El día de la mudanza, conoció a su esposo y a su
hija. Me despidió de la señora Evelyn y le agradeció su dedicación. Recorrió el
apartamento, solo vio las huellas aprisionadas entre sus paredes de la lucha
por recuperarse, no lo dejó solo ni vacío: lo bendijo, le encargó sus lágrimas
y le regalé una sonrisa. Insistieron Ely y Rubén su esposo que se llevará hasta
el jabón, porque está destinado a estar solo, recibirá su dueño hasta dentro de
unos meses que llega la prima de Europa.
