**Alexa** es una joven soñadora, inquieta y de alma libre, siempre anhelando encontrar el verdadero amor. Para ella, ese amor es como una burbuja que flota en los cielos, un refugio que le brinda seguridad y confianza, un lazo tan fuerte que no permite distancias entre almas gemelas. Sin embargo, su mundo idílico se ve sacudido por la llegada de **Sergio Méndez**, un hombre misterioso y arrogante que desconfía del amor y desafía todas sus creencias. A medida que Alexa se adentra en este torbellino emocional, comenzará a cuestionar la existencia del amor verdadero. ¿Logrará Alexa mantener su fe en los sueños del corazón, o se dejará arrastrar por la dura realidad que Sergio representa? La batalla entre el idealismo y el escepticismo está a punto de comenzar.
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Capitulo VIII Impresionado
El jefe de recursos humanos le pidió a su secretaria que guiará a Alexa hasta su lugar de trabajo, a pesar de su decepción no podía dejar de admirar el impactante edificio que estaba recorriendo. Su interior era elegante y contemporáneo. Al llegar a este edificio un enorme e iluminado vestíbulo la había recibido, con paredes de cristal que permitían que la luz natural iluminará todo el espacio. El suelo es de mármol pulido, reflejando la luz y creando una atmósfera sofisticada. Pero ahora, a medida que iba avanzando se estaba encontrando con áreas de trabajo abiertas donde diseñadores creativos estaban inmersos en sus proyectos. Habían grandes mesas de trabajo ubicadas estratégicamente, llenas de telas coloridas, bocetos y herramientas de costura. Las paredes estaban adornadas con obras de arte contemporáneo y fotografías icónicas del mundo de la moda.
Pudo observar una sala de exposición donde se muestran las últimas colecciones. Estas salas tenian iluminación suave para resaltar los detalles de cada prenda y un ambiente acogedor para que los visitantes puedan apreciar cada diseño.
Además, existía un área dedicada a la innovación tecnológica, con pantallas interactivas que mostraban tendencias de moda y permiten a los diseñadores experimentar con realidad aumentada para visualizar sus creaciones en 3D.
Y finalmente, un pequeño café al fondo ofreciendo un espacio relajante para que los creativos se tomen un descanso, rodeados de plantas verdes que aportan frescura al ambiente.
Cada vez que la secretaria la guiaba por cada área de aquel deslumbrante edificio, Alexa se sentía mucho más cómoda, hasta el punto de olvidar que ahora sí jefe sería el patán de Sergio, creía que era un sueño este lugar y una sonrisa aparecía de vez en cuando en su rostro. La moda era su pasión y esa frescura y tranquilidad que le transmitía cada vez que realizaba un diseño era incomparable. Pensando en sus sueños decidió ignorar a Sergio y enfocarse solo en llevar a cabo sus planes.
"Este es el último piso, aquí será el área donde te desempeñaras, espero que te vaya bien y conserves tu trabajo por mucho tiempo", inquirió la mujer quien veía a Alexa con cara de lástima.
"Gracias, eso creo", murmuró Alexa levantando una ceja.
Llegaron al piso de presidencia, este lugar estaba prácticamente desolado, solo había unas pocas oficinas y las personas en estas solo se centraban en su trabajo. Caminaron por un largo pasillo de pisos relucientes, ante las miradas curiosas de algunas secretarias hasta finalmente llegaron a una enorme puerta de cristal que solo con verla trasmitía firmeza y poder.
"Nos vemos en la hora de almuerzo, te deseo mucha suerte", dijo la secretaria antes de abrir la puerta de presidencia y dejar pasar a Alexa.
Entro a la oficina de Sergio algo tensa, preocupada y hasta se podía decir que angustiada, sentía que le estaba faltando el aire y no era para menos. Sergio tenía fama de mujeriego y que se acostaba con todas sus secretarias «¿y si eso es lo que él está buscando?, acostarse conmigo», pensó Alexa en una ráfaga de aturdimiento.
"¿Piensas quedarte ahí parada todo el día?", pregunto Sergio con voz fría.
Alexa caminó hasta el escritorio de Sergio y se sentó luego de que este le hiciera una seña.
"Aquí tienes mi agenda, debes actualizarla a diario, todo lo ahí escrito es de suma importancia", señaló Sergio entregándole la agenda electrónica.
"Ok, ya mismo me pongo a actualizar tu agenda", dijo Alexa levantándose de la silla.
"Espera, aún no termino de hablar", expreso Sergio haciendo de que Alexa se volviera a sentar.
"Ok, te escucho", respondió la joven.
"Me gusta dejar las cosas claras con mis empleados, no quiero malos entendidos después", explico Sergio mirando fijamente a su asistente.
"Me parece bien, soy de las que piensa que las cosas deben quedar claras desde un principio, así se evitan muchos problemas", respondió Alexa sin titubear
"Primero: los problemas personales no se traen al trabajo, es decir, si tienes algo que te pudiera distraer de tus responsabilidades, mejor es dejarlas en casa. Segundo: si tienes algo en mi contra que sea personal, pues no se discute en la oficina, aquí solo venimos a trabajar. Tercero: me gusta la gente eficiente, los errores no los perdono y cuarto: debes estar disponible para cuando te necesite, sin objetar", Sergio era muy demandante como jefe; sin embargo, Alexa no tenía ningún problema con lo que él estaba planteando.
"Muy bien señor, aclaradas las cosas me retiro a empezar mi trabajo".
Alexa salió de la oficina de Sergio tranquila, al parecer él no estaba interesado en ella como mujer y eso le daba algo de paz. Ya instalada en su escritorio, empezó a organizar la agenda de Sergio que a decir verdad estaba hecha un lío, se tomó el trabajo de llamar a cada persona que estaba anotada ahí y confirmar las citas pendientes, pasó casi toda la mañana en eso. Hasta que se dio cuenta de que había una cita para ese día justamente a medio día. Alexa rápidamente llamó al cliente y este le dijo que como no hubo confirmación con anterioridad no podía reunirse con Sergio ese día. Alexa persuadió al cliente para que se pudieran reunir ese mismo día, pues Sergio tenía la agenda ocupada toda la semana. Viendo que Alexa no aceptaba un no por respuesta, el cliente los invito a almorzar en su restaurante favorito, así que sin más concreto la cita y luego fue con su jefe para que supiera que tenía que salir a un almuerzo.
"Disculpe, señor, el presidente de MMS lo espera para almorzar, espera poder llegar a un acuerdo con usted", explico Alexa con mucho profesionalismo.
"¿Estás hablando de la empresa MMS, asociación?", pregunto Sergio sorprendido.
"Así es, quedó en atenderlo en su restaurante favorito", contesto la joven.
"¿Sabes desde hace cuánto tiempo he esperado esta cita?, Miguel López nunca tiene tiempo para reunirse o si no está de viaje", expreso Sergio.
"No lo sabía, solo vi que era una cita pendiente y llamé para confirmar".
Sergio quedó impresionado ante la astucia de Alexa, ese cliente era muy importante y hasta el momento no había podido lograr que se reunieran y esa mujer con solo una llamada concreto la cita.