es una historia conmovedora y apasionada que explora temas como el amor, la identidad y la aceptación. La novela sigue la vida de Orange y Geovanni, dos amigos de la infancia que se reencuentran años después y reavivan una conexión profunda que evoluciona hacia un romance intenso.
La trama gira en torno al descubrimiento de la sexualidad y la lucha por la aceptación en una sociedad conservadora. Orange, un joven introvertido, se siente atraído por Geovanni, un hombre seguro de sí mismo y físicamente atractivo.
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La Despedida
Mientras Geovanni y Orange disfrutaban del torneo de fútbol en el pueblo, el celular de Orange vibró con una notificación nueva. Pero Orange hizo caso omiso, prefiriendo disfrutar del momento al lado de Geovanni. Nadie sospechaba de su relación secreta, y Geovanni quería mantenerlo así, ya que tenía una gran reputación como capitán del equipo.
Sin embargo, cuando Orange se dirigió a la tienda a comprar una botella de agua, no pudo resistir la tentación de leer la notificación. Era un mensaje de WhatsApp de su antigua empresa, ofreciéndole el doble de sueldo si regresaba. Orange se emocionó, mordiendo su labio inferior. Pero de inmediato, le entró la incertidumbre de cómo lo tomaría Geovanni si le contaba.
Orange regresó al lado de Geovanni, pero ya no prestaba atención al partido ni a las palabras de Geovanni. Estaba pensando en una manera sutil de decirle que tenía que regresar a su antiguo trabajo. Y entonces, se le ocurrió una idea. Podría usar el pretexto de que Geovanni no quería que nadie se enterara de su relación, y que por lo tanto, era mejor que Orange se fuera.
"Geovanni, necesito hablar contigo de algo", le dijo Orange, tratando de sonar lo más natural posible. Geovanni se volvió hacia él, con una mirada de curiosidad. "¿Qué pasa?", preguntó.
Orange respiró profundamente antes de hablar. "Es solo que... he estado pensando en mi futuro, y creo que necesito hacer algo para protegernos", dijo, tratando de ser sutil. Geovanni frunció el ceño. "¿Protegernos? ¿De qué?", preguntó.
Orange se encogió de hombros. "De cualquier cosa que pueda pasar. Quiero asegurarme de que estemos seguros, de que nadie se entere de nuestra relación", dijo. Geovanni asintió, entendiendo. "Entiendo. ¿Y qué propones?", preguntó.
Orange tomó aire antes de hablar. "Creo que debería regresar a mi antiguo trabajo. Me ofrecieron el doble de sueldo, y creo que sería una buena oportunidad para nosotros", dijo. Geovanni se quedó en silencio por un momento, procesando la información. Luego, miró a Orange con una expresión seria.
"No quiero que te vayas", dijo Geovanni, su voz cargada de tristeza. "Quiero que estés aquí conmigo".
Orange se sintió culpable al ver la expresión de Geovanni. Sabía lo mucho que significaba para él esta relación, pero también sabía que necesitaba esta oportunidad para avanzar en su carrera. "Lo sé, Geovanni, y me duele tener que decir esto", respondió Orange, tratando de suavizar las cosas. "Pero creo que es lo mejor para los dos. Si nos quedamos aquí, siempre estaremos viviendo a escondidas".
Geovanni se quedó pensativo. Sabía que Orange tenía razón, pero no quería perderlo. "Y si nos descubren?", preguntó. "¿Qué pasará con nosotros?"
Orange se encogió de hombros. "No podemos controlar lo que hagan los demás. Pero al menos, sabremos que hicimos todo lo posible para proteger nuestra relación".
Geovanni suspiró. Sabía que no podía detener a Orange. "Está bien", dijo finalmente. "Si eso es lo que quieres, te apoyaré".
Orange se sintió aliviado al escuchar las palabras de Geovanni. Se acercó a él y lo abrazó con fuerza. "Gracias por entender", dijo.
A pesar de la tristeza que ambos sentían, sabían que esta decisión era necesaria. Y aunque estaban a punto de separarse físicamente, la conexión que los unía seguía siendo fuerte.
Geovanni acompañó a Orange hasta la solitaria parada del autobús. La tarde se tornaba crepuscular, pintando el cielo con tonos anaranjados y púrpuras que reflejaban la mezcla de emociones que ambos sentían. El silencio era ensordecedor, roto solo por el suave susurro del viento y el lejano sonido de los grillos.
Se apoyaron uno contra el otro, sintiendo el calor de sus cuerpos entrelazados. Orange, con los ojos fijos en el horizonte, trataba de disimular la tristeza que lo invadía. Geovanni, por su parte, luchaba contra las ganas de pedirle que se quedara. Sabía que era egoísta, pero no podía soportar la idea de estar lejos de él.
"Cuídate mucho", murmuró Geovanni, su voz apenas audible. Orange asintió, sin apartar la mirada del horizonte. "Tú también", respondió, tratando de sonar fuerte.
El autobús se acercó a la parada, rompiendo la melancólica atmósfera. Orange se giró hacia Geovanni y le ofreció una última sonrisa. "Nos veremos pronto", prometió.
Geovanni asintió, pero sabía que no era lo mismo. Se abrazaron una vez más, con más fuerza que antes, como si quisieran aferrarse el uno al otro por toda la eternidad.
Cuando el autobús comenzó a moverse, Orange se quedó pegado a la ventana, viendo cómo Geovanni se hacía cada vez más pequeño. Las lágrimas le rodaban por las mejillas, pero el las secó rápidamente para que Geovanni no las viera.
Mientras el autobús se alejaba, Geovanni se quedó parado en la parada, observando cómo desaparecía en la distancia. Se sintió vacío por dentro, como si le hubieran arrancado una parte de sí mismo. Comenzó a caminar lentamente hacia su casa, los pies arrastrando por el suelo.
Al llegar a su habitación, se dejó caer en la cama y se tapó con la cabeza. Comenzó a repasar todos los momentos que había compartido con Orange, desde su primer encuentro hasta ese doloroso adiós. Se sentía culpable por haber obligado a Orange a ocultar su relación y por haberlo empujado a tomar esta difícil decisión.
Se preguntó si alguna vez volvería a ver a Orange. Si su relación podría sobrevivir a la distancia. Y si, cuando se volvieran a ver, sería la misma persona que había dejado atrás.
En los días siguientes, Geovanni se sintió perdido y desorientado. Extrañaba a Orange más de lo que podía imaginar. Se pasaba las horas pensando en él, en sus risas, en sus abrazos, en todo lo que habían compartido.
Una noche, mientras miraba las estrellas, se dio cuenta de que tenía que hacer algo. No podía seguir viviendo así, sumido en la tristeza y el arrepentimiento. Sacó su teléfono y abrió la aplicación de WhatsApp. Buscó el contacto de Orange y comenzó a escribir.
Geovanni: Oye, Orange. Sé que esto es muy repentino y que quizás no sea el momento ideal, pero necesito decirte algo importante. Me he dado cuenta de lo mucho que te extraño y de lo tonto que fui al dejar que te fueras. Te necesito en mi vida. Sé que te ofrecí mi apoyo, pero ahora me doy cuenta de que no hice lo suficiente. ¿Podríamos hablar? Quiero arreglar las cosas.
Después de enviar el mensaje, Geovanni sintió un nudo en el estómago. Esperó una respuesta ansiosamente, pero sabía que podría pasar un tiempo antes de que Orange lo leyera.
Mientras tanto, decidió hacer algunos cambios en su vida. Se inscribió en un curso de idiomas, con la esperanza de poder viajar a visitar a Orange algún día. También comenzó a pasar más tiempo con sus amigos y su familia, tratando de distraerse y de volver a encontrar la felicidad.
A pesar de todo, una parte de él seguía esperando. Esperando una respuesta de Orange, esperando poder volver a sentir la calidez de su abrazo.
excelente historia diférente enamorada de tu trama 💯♥️♥️♥️🌹🇨🇴🤩🇨🇴🇨🇴🇨🇴🌹🌹