La Princesa Villana

-Mi señora, detuvimos a un intruso, la verdad es muy ágil, noqueó a más de Diez de nuestros mejores caballeros.

-Que has dicho, dónde están mis hijos.

-Los niños tienen seguridad mi señora.

-Està bien, iré a ver qué pasa.

-Quien eres? Has derrotado a más de diez hombres, los mejores del reino.

la mujer está con grilletes en las manos, si bien no la han lastimado ella no ha dicho nada.

-Debo hablar con el gran duque.

-Vienes de Thaslis, ese idioma es de ahí, para que lo necesitas, yo soy la Duquesa Eliza.

-Mi señora, me han mandado para darle una carta personalmente, el Emperador de Thaslis necesita su ayuda.

-Mi esposo no está, dámela.

-Mi señora no puedo, debo hablar con él

La Duquesa solo la mira, es la primera vez que ve a una mujer así.

-Bien mi esposo llega mañana, no puedo liberarte, tendrás que esperar ahí

-Lo que ordene.

La Duquesa se va junto con el capitán.

-Capitán trátenla con respeto, deben traerle de comer, y una cobija.

-Si señora.

Así la Duquesa se va a ver a los niños, una pequeña de cabellos plateados ha estado muy triste, pues toda su familia ha muerto, no sabe que sucede y a pesar de que la han tratado bien, no deja de llorar.

-Cómo está?

-Se durmió mi señora, no ha querido comer bien.

-Vio como su familia moría -Acariciaba la mejilla de la niña- como alguien puede ser tan cruel, eran sus hermanos, sus sobrinos, cuídala, si quiere algo en especial dáselo

-Si mi señora.

La Duquesa va a su habitación, sus mellizos duermen tranquilamente y no se imagina perderlos.

-Mi hermana también murió, como estará Diana, si tan solo pudiera mandarle un mensaje, tal vez pueda, si la mujer del calabozo dice la verdad, ella podrá llevarle una carta a ella.

El duque llega antes y baja a los calabozos y ahí se sorprende al ver a una mujer toda de negro.

-Por que tiene la cara cubierta?

-No se excelencia, no dejo que le quitará la máscara.

-Si quieres hablar conmigo tendrás que descubrir tu rostro.

-Lo haré si ellos se van.

-Que? está bien.

El duque ordena que abran la reja y que se vayan.

-Señor no lo recomiendo.

-No tiene armas, no hará nada.

-Señor ella sola derrotó a diez hombres sin armas, las que traía se las quitamos y no son muchas.

-Como dices, no le quites los grilletes entonces.

El duque entra y los demás se van, los grilletes en sus manos no permiten que se mueva mucho Pero si lo suficientemente para descubrir su rostro.

-Soy Lea, miembro Elite de la Emperatriz de Thaslis, mi orden es darle la carta del emperador.

-Bien dámela.

-Claro, solo necesito ayuda, en mi espalda.

Ella se da la vuelta, quita los broches de su chaleco y en la parte de atrás está la carta, el duque se acerca y la toma, está nervioso pues aquella mujer es muy bonita, más nervioso se pone cuando se da la vuelta y cerca de su oido le dice la clave para que pueda leer la carta.

El duque solo se aleja y empieza a leer la carta, solo abre los ojos de la sorpresa, no puede creer lo que dice ahí, si eso es cierto, Edward está vivo y Diana está con él.

Dunkan le pide que viaje en cuanto le sea posible, ellos tienen en su poder, las dos espadas y los dos sellos.

-Esto es verdad?

-Si se refiere a que es la letra del emperador si, así es

-Del contenido no lo sé, eso solo lo sabe usted.

-Debo ir, Pero por ahora no puedo, debo esperar a que mis esposas regresen

-**Dijo esposas** Como dice? ¿Duque si no es mucha molestia -Ella alzaba las manos- Podría quitarme los grilletes?

-Si, si claro, llamaré al capitán

Ella solo se sienta y se cubre el rostro, el duque solo la ve y es una mujer extraña.

-Excelencia yo debo regresar, puede escribir una carta y yo la llevaré.

-Si la escribire, solo deme un par de días.

-Tarde en llegar aquí, el camino por el oeste y la frontera es complicado.

-Lo sé, de hecho, hay otra ruta, solo deme un par de días, debo hacer algunos arreglos.

El duque sale de ahí dando la orden de darle un cuarto a la joven, se quedará un par de días.

Así él llega a la mansión, todo está en silencio y no sabe qué hacer, entre a su cuarto, se baña y se cambia, su cuarto es grande, comparte una sala con el cuarto de la duquesa, solo ordenó una pequeña cena.

-Llegaste...

-Eliza, perdón, no quise despertarte.

-Estaba despierta, como te fue.

-Bien, los nobles del norte me respaldan, solo debemos estar seguros del Marquesado y el oeste.

-La reina es del Oeste, su padre es el duque.

-Si, lo sé, como estás tú.

-Alexander, hablaste con la mujer del calabozo?

-Si, Eliza, en la carta el emperador afirma que Edward está vivo.

-Si eso es verdad, todo puede cambiar o también empeorar.

-El emperador pide mi presencia.

-Entonces ve, también busca a diana, ella debe estar sola.

-Diana está con Edward, están con una familia que los trata bien.

-Enserio, eso es genial, mi niña no está sola, debes ir.

-No.

-Que?

-Eliza, no pudo dejarte sola.

-Pero él es importante.

-Ustedes son más importantes, son mi familia, jamás los pondría en peligro, Eliza, sé que piensas que lo eres importante, lo eres... Eres muy importante para mí, sin Samira y Jamir, no estarás sola.

-Gracias.

-Eliza, sabes que sin ellas nosotros también estaríamos muertos, no solo tenemos el Ducado, mi madre era hermana del rey, nuestros hijos tienen derecho al trono, él lo sabe, pero también sabe que si hace algo, mis tropas son leales a mí.

-Lo se, Alex jamás te he reprochado nada, no pienses que te odio.

-Entonces me puedo quedar?

-Siempre...

-Gracias, le escribiré al emperador, trataré de ir en algunos meses cuando todo esto se calme, vamos a dormir.

-Puedo mandar una carta para Diana?

-Sí, creo que sí.

Cómo él dijo mando las cartas, y está vez la mujer de negro viajo al sur donde es más fácil salir del reino, por el puerto del marquesado de su otra esposa, en cuestión de semanas, Diana tiene la carta en sus manos, el Emperador también recibe respuesta, dónde el duque le asegura que irá, que por favor proteja al príncipe.

-Diana quien te escribió?

-Philip, que no estabas en tu clase de música.

-Si, Pero mi maestra se puso mal, tiene un vientre enorme, mamá dice que va a nacer su bebé.

-Haaa, jeje, bien, que susto, la carta es de mi tía, ella está en Terán, dice que un día vendrá a verme, que no estoy sola.

-También es mi tía

-Sí, podría decirme que si, ella es hermana de mi mamá, y el duque Alexander es nuestro pariente también.

Así Diana ahora sabe que el norte la apoya, Luciel tiene razón no está sola.