En un reino gobernado por una familia real que ha reinado durante siglos, Lilith, una joven de extraordinaria belleza y poderes mágicos, nace destinada a ser la villana del cuento. Desde niña, Lilith ha sido marginada y temida por los habitantes del reino, quienes creen que su sola existencia traerá la ruina a todo lo que ama.Cuando el rey y la reina mueren en extrañas circunstancias, Lilith se ve obligada a huir del palacio y a esconderse en las sombras, mientras que su hermano Azrael asciende al trono, convirtiéndose en un gobernante tiránico y despiadado.Decidida a reclamar su derecho al trono y a demostrar que no es el monstruo que todos creen, Lilith se embarca en una peligrosa aventura, enfrentándose a criaturas mitológicas, aliados inesperados y a su propio destino. A lo largo de su viaje, Lilith deberá aprender a abrazar su naturaleza oscura y a utilizarla para liberar a su reino de las garras de su hermano.¿Logrará Lilith superar los prejuicios y convertirse en la heroína de su propia historia? Descúbrelo en esta épica novela de fantasía, llena de magia, intriga y un giro inesperado que te dejará sin aliento.
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Capitulo 8
Capítulo 8 - Preparando la Resistencia
Después de la emotiva presentación de los desterrados, Damien, el antiguo Capitán de la Guardia Real, se acercó a mí con una mirada solemne.
—Princesa Lilith, ahora que has conocido a nuestros aliados, es tiempo de que hablemos sobre nuestros planes —dijo—. Debemos prepararnos para enfrentar a tu padre y a sus seguidores, y para ello necesitamos trazar una estrategia cuidadosa.
Asentí con determinación, consciente de la magnitud de la tarea que teníamos por delante.
—Estoy lista —respondí con firmeza—. Haré todo lo que esté en mis manos para liberar a este reino de la tiranía de mi padre.
Damien esbozó una leve sonrisa y se volvió hacia el resto del grupo.
—Bien, entonces escuchen con atención —dijo, adoptando un tono serio y autoritario—. Nuestro primer objetivo será establecer una red de contactos y simpatizantes dentro del mismo palacio. Necesitamos información privilegiada sobre los movimientos y planes de tu padre, Lilith.
Señaló a un hombre de mediana edad, de rostro afilado y mirada astuta.
—Nikolai, tú te encargarás de esa tarea. Utiliza tus contactos y tu habilidad para la intriga para recopilar todo dato relevante que pueda servir a nuestra causa.
El hombre asintió con determinación, y Damien se volvió hacia una mujer de porte majestuoso.
—Zahra, tú y tus sacerdotes deberán fortalecer los vínculos con los líderes de las comunidades más humildes y olvidadas del reino. Ellos serán nuestra fuente de apoyo y abastecimiento cuando llegue el momento de la acción.
La sacerdotisa inclinó la cabeza en señal de asentimiento, y Damien se giró hacia Esmeralda y Theron.
—Ustedes dos se encargarán de reclutar a más simpatizantes entre las filas de la Guardia Real y de los soldados de élite. Necesitamos hombres y mujeres valientes y leales que estén dispuestos a unirse a nuestra causa.
Ambos jóvenes asintieron con resolución, y Damien finalmente se volvió hacia mí.
—Y tú, princesa Lilith —dijo con gravedad—, deberás perfeccionar el control de tus poderes mágicos. Serán la clave para enfrentar a tu padre y a sus más temibles aliados.
Asentí con determinación, sintiendo cómo el peso de la responsabilidad caía sobre mis hombros.
—Haré todo lo que esté a mi alcance —respondí sin vacilar—. Por el bien de este reino y de su gente.
Damien esbozó una expresión satisfecha y se volvió hacia el resto del grupo.
—Muy bien, entonces que cada uno se ponga manos a la obra de inmediato —ordenó—. Debemos actuar con rapidez y sigilo, pues el tiempo apremia.
Mientras los desterrados se dispersaban para cumplir con sus respectivas misiones, Endymion se acercó a mí con una mirada preocupada.
—¿Estás segura de que podrás con todo esto, Lilith? —preguntó con suavidad—. Es una responsabilidad enorme la que has aceptado sobre tus hombros.
Lo miré con determinación y asentí con firmeza.
—Sé que no será fácil, Endymion —admití—. Pero no puedo darme por vencida, no cuando tantas personas han sufrido por culpa de mi familia. Debo hacer todo lo que esté a mi alcance para remediar esos errores.
Mi mentor me observó en silencio por unos instantes, antes de esbozar una leve sonrisa.
—Entonces cuenta conmigo para apoyarte en todo momento, Lilith —dijo, posando una mano sobre mi hombro—. Juntos venceremos a esa oscuridad que amenaza a nuestro reino.
Sonreí con gratitud y le di un afectuoso abrazo, sintiéndome más fortalecida que nunca.
En los días siguientes, me dediqué por completo a perfeccionar el control de mis poderes mágicos, guiada por la sabia instrucción de Selene. Horas y horas de intenso entrenamiento, aprendiendo a canalizar la energía oscura hacia la luz, a dominar los hechizos más complejos y a usar mi magia de forma efectiva en el combate.
Paralelamente, los demás desterrados cumplían con sus respectivas tareas. Nikolai se movía con sigilo por los pasillos del palacio, recopilando información valiosa sobre los planes de mi padre. Zahra y sus sacerdotes establecían discretos vínculos con el pueblo, ganando su confianza y su apoyo para la resistencia. Y Esmeralda y Theron reclutaban a soldados leales que estuvieran dispuestos a traicionar a la corona en el momento decisivo.
Poco a poco, una red de complicidad y solidaridad fue tejiéndose en las sombras, preparando el terreno para nuestro inevitable enfrentamiento con las fuerzas de mi padre.
Conforme pasaban los días, sentía cómo mi determinación y mi convicción se fortalecían cada vez más. Ya no era la princesa asustada y dubitativa que había huido del palacio. Ahora era una mujer segura de sí misma, consciente de sus poderes y dispuesta a hacer todo lo necesario para salvar a su reino.
Una noche, mientras meditaba junto a Selene en uno de los salones del templo, escuchamos un ruido proveniente del exterior. Alertas, nos levantamos con cautela y nos acercamos a la entrada, preparadas para enfrentar a cualquier intruso.
Cual fue nuestra sorpresa al ver a Damien y a Nikolai que regresaban a toda prisa, con expresiones...
Esa es mi humilde opinión.