Marina ante los ojos de todos lleva un lindo matrimonio con una hermosa hija, su vida pareciera casi perfecta, pero detrás existen muchos secretos...
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Una semana de locura
BRIGITTE
Está semana con Iván ha sido realmente de locura, como ya no podíamos estar en mi casa, hemos salido a hoteles, cabañas, a la playa, he cumplido todas sus fantasias y las mías también, después de esto lo tendré totalmente a mis pies y podré poner mis condiciones.
El jueves fué a una consulta médica que tenía programada y pasó por ropa a su casa, ya que su querida esposa se fue con su mamá, decidí llegar de sorpresa y seducirlo en su casa, no fue tan buena idea pues le causó mucho conflicto y no pudimos estar juntos ahí, a mí me hubiera gustado tener intimidad en su propia cama, para después restregárselo en la cara a Marina y que sea un motivo para que lo abandone, así sería todo mío, pero no resultó como esperaba, Iván habló de lo mucho que respeta a su hija y el espacio que ella habita y más cosas que no me importan, solo salimos de ahí y buscamos otro sitio para estar juntos.
Fué una noche tan romántica, cenamos a la luz de la luna y vimos las estrellas, al final fue tan dulce, me dijo que lo único que quería era estar en mis brazos y despertar juntos, es tan tierno, lo tengo en la bolsa.
IVÁN
Esta mujer está loca, me tiene totalmente desbordado, ha sido una semana de locos, al grado que he tenido que hacer una cita al médico, es mi amigo y le tengo la confianza de decirle que he tenido que abusar del uso de la "pastilla azul", tengo náuseas, sofocos, mareos, el médico con toda confianza me dijo que debía espaciar el uso del medicamento o podría tener síntomas más severos, decidí ese día dar una excusa a Brigitte y quedarme solo en casa, para recuperarme y espaciar el uso del medicamento, pero ella llegó a mi casa, tuve que contarle una historia de como respeto a mi familia para lograr que no pasara nada ahí, además no iba a poder complacerla y no quiero quedar en evidencia, un hombre como yo, no es posible que sea incapaz de llevar al éxtasis a una mujer, pero también me preocupa mi salud.
Al final la convencí de tener una velada romántica que solo durmiéramos abrazados, le dije que era mi mayor sueño y ella lo creyó, se nota que todavía es joven.
Es la primera vez en todo mi tiempo como militar que doy gracias por tener una semana de encuartelamiento, en verdad necesito descansar y distraerme en otras cosas, ahora sí voy a valorar mi tiempo de trabajo.
Solo queda la despedida y pasar a ver a mi hija Dayra antes de refugiarme en el trabajo, voy a tratar de llevarla al parque de diversiones para cumplir mi promesa y no tener encima de mí a Marina dándome un sermón de como afecto a la niña etc, etc.
A veces pienso que exagera con todos los cuidados hacia Dayra, ella también es mi adoración, y solo continua mi matrimonio por mi hija, pero eso no lo aprecia y me critica continuamente por lo que digo y hago con mi hija.