Una Boda Por Conveniencia

Mi celular hacía el típico sonido de que se estaba agotando la batería. Es un milagro que haya aguantado tantos días. Desde que llegamos no lo agarré para nada. Busque el cargador del celular en uno de mis bolsos y no lo encontre. Voy a tener que pedirle a Demián que me acompañe a comprar uno nuevo.

Salí de la cama y busqué ropa para entrar a la ducha. Prendí la tv y busqué en YouTube "Photograph" de Ed Sheeran y subí un poquito el volumen. Golpeo  varias veces la puerta del baño y al no escuchar nada entré. Dejé correr el agua en mi cuerpo por unos minutos, pensaba en lo que paso anoche y hoy tengo vergüenza.

Salí envuelta en una toalla y otra en mi cabeza, en la tele sonaba "Always" De Bon Jovi, no es algo que escuche pero no me desagrada. Doy un salto cuando veo a Demián sentado en la cama con el carrito  de servicio con el desayuno para los dos.

—Que linda vista.

Sonrió al verme envuelta en toallas enceñando mas piel de la que jamas habia mostrado en mi vida.

—Buenos dias. Me olvidé la ropa en la cama. La agarré y volví al baño. Un vestido azul con flores y unas sandalias bajas. Quería estar cómoda

— Agos, se enfría el desayuno. Da golpecitos en la cama para que me siente a su lado.

—¿Que vamos a hacer hoy?.

—Pensé que querías tiempo para estar sola

¡Por Dios que ahora no quiero!

—Hoy no quiero estar sola. ¿De donde sacas eso?

—Después de desayunar voy al gimnasio, y después podemos ir a dar una vuelta si todavía te quedan ganas.

—Después de los ejercicios de ayer me duelen un poco las piernas. Mientras la 'vuelta' no sea muy larga esta bien.

Solo sonrió.

—Vas a tener que sacarte ese vestido si todavía querés ir conmigo. Después de eso no creo que te queden fuerzas para nada. Hoy te toca brazos y abdomen.

Terminamos nuestro desayuno y me vestí para acompañarlo. Demian ya estaba listo desde que salí de la ducha.

—Ok, vamos a que me tortures físicamente.

—Oh, no sabes lo que es tortura, pero me encantaría"—.Alzó una ceja y sonrió.

—Muy gracioso.—Despues de desyunar volvi a cambiarme, esta vez con prendas deportivas.

Entramos juntos, recordé la rutina de elongacionb muscular y después fui a la cinta a tratar de correr sin salir despedida de la máquina. El me observa desde la cinta de al lado, corre, como si el diablo tratara de alcanzarlo y me observaba sonriendo.

— Sube la velocidad o te va a matar la pereza.

—Me voy a caer.

—No mires tus pies y corre. Que no te limite el miedo.

El mismo subió un poquito más la velocidad y yo ya estaba corriendo. Sonreí, aunque ya estaba cansada, unos minutos después sentía que se me iba a salir el corazón del pecho.

—Muy bien, el miedo está en la cabeza y no hay que dejar que juegue con nosotros. Ahora vamos a los aparatos, y como te toca hacer brazos para que descansen las piernas, mañana me vas a odiar.

—Al final si me torturas.

—No como yo quisiera.— Deje pasar el comentario entendiendo perfectamente el doble sentido.

 sé en qué sentido lo dice, pero si piensa que soy idiota no lo soy.

Me explicó como usar dos de los aparatos y ya no pude más, me senté en el mismo lugar que ayer y me quedé viéndolo ejercitarse.

Otro chico se acercó a mi y Demián lo vio. ¿Alguna ves vieron la cara de una persona transformarse? yo vi la de Demian. Me causó gracia, el piensa que yo soy tonta, manipulable y hasta ingenua, pero no lo soy.

—Hola linda, ¿Como estas?.

Los ojos de Demián parecían salirse de sus órbitas.

—Hola, muy bien. ¿y tu? —Sonreí.

—Genial. Te vi sola y quise acompañarte

—¿Que te hace pensar que estoy sola? Ese de ahí es mi esposo.—Señale a mi esposo que parecia que iba a saltar del aparato para asesinar al chico. Demian dejo de ejercitarse para sentarse a observarnos.

El chico  se sorprendió al ver sentado a Demián mirando en nuestra dirección con cara de asesino.

—Ah, perdón, no creí que estabas acompañada y mucho menos casada. Un gusto saludarte.

Se fue por donde vino, pero lo seguí con la mirada y se acerco al mismo chico que vino a hablarme ayer. Nacho, el mismo que encontramos anoche en la playa besando y manoseado a una chica, se moría de risa de su amigo. Lo mandó a propósito sabiendo que iba a rebotar.

—¿Que quería ese fideo vestido?.

Solté una carcajada, algunos me miraban curiosos por mi falta de delicadeza.

—Conquistarme.

—Son como moscas.

—¿Celoso, esposo?

—¡Ja! Yo no soy celoso Soy algo mucho peor que eso, esposa.

—Si claro. ¿Terminaste la rutina?

—Si. Vamos antes de que otro se acerque.

Creo que después de eso se pateó mentalmente el trasero porque se puso rojo, es la primera vez que lo veo avergonzado.

—Ok, cierto que soy una boba.

—Te cuido de tipos que quieren hacerte lo mismo que yo.

—Demián...

El tomo mi mano y me saco de ahí más rápido que pronto.

Yo pensaba en lo que me había dicho en ese momento, y si, lo dijo con toda sinceridad. Es muy característico de él soltar cosas sin filtro.

—¿Ahora que hacemos?. Me gustaría ir a la playa y tomar sol. Pero si estás cansado puedo ir sola

—¿Quieres ir sola?— Su mirada cambio a una mas fria, fue extraño.

—No, quiero que vayamos juntos.

—Entonces vamos a ir juntos.

Busqué entre las bolsas que había Guardado en el vestidor el bikini que me había comprado y todavía no me había probado. Después de una breve ducha me lo puse y ya estaba lista para partir.

Me sentía desnuda, pero me quedaba lindo. Me puse un short de jeans unas chanclas y salí del baño.

El seguía igual solo se puso chanclas. Solo que le puso atencion a lo que yo tenia puesto y nego en desaprobacion.

—¿Que miras? Tu lo compraste y vamos a tomar sol ¿No?

Tenia una bolsa en la mano, lonas y protectores.

—Vas a necesitar algo para salir. No estarás pensando en salir semi desnuda del hotel.

—Todo el mundo lo hace Demián.

— Tu eres todo mi mundo, no el de otros. — Me coloque una de sus camisetas cortas para dejar pasar el tema y no demorarnos. Pero al ser tan larga tapaba el pequeño short y parecia que no tenia nada debajo. ¿Adivinen que? Volvio a molestarse.

Tenía las cejas fruncidas y un poquito de color en la frente. NO LE GUSTABA NI MEDIO QUE MUESTRE EL CUERPO.

Ya en la playa después de buscar un lugar no tan concurrido estiró la lona en la arena. El agua estaba fresca y el sol estaba muy fuerte.

—Agostina, tenés que ponerte protector o te vas a lamentar mas tarde.

—¿Me ayudas?"

Asintió con la cabeza y cuando termino de pasar sus lindas manos por mi espalda, tomé el pomo y pude darme el gusto de manosear todo su pecho y espalda.

Yo sonreía de lado, terminé de aplicarle el protector solar y le dejé un beso en la mejilla.

—Gracias esposo.

Solté mi pelo, caminé hasta la orilla y desabroché el botón de mi short. Cayó sobre mis pies y entré al agua. Mi mente no tiene descanso, estoy cambiando ¿Qué me pasa? Porque me siento atraída por Demián. ¡Ok! Estamos juntos todo el tiempo, pero es lindo, es atento y confesó abiertamente que le gusto. Tengo miedo de que sea mentira. ¿Qué tal si lo único que quiere es cumplir los deseos de su familia y este inventando que le gusto solo para abrirme de piernas y dejar en mí su semilla?. No, no puedo ceder tan rápido. Voy a hacerlo esperar hasta que yo esté segura.

Seguí avanzando en el agua, unos chicos estaban cerca de mí y me sonreían, pero después miraron para otra dirección. El agua estaba tranquila, como de costumbre, es un lugar tan hermoso. Salí de mis pensamientos cuando una mano pasó por mi cintura.

—No avances tanto, el agua es tranquila, pero la corriente es rápida. ¿Ves esa franja de agua que pasa por ahí? (Yo asentí) Eso es una corriente de agua que va en otra dirección y puede llevarte a un lugar más profundo.

—Lo sabia pero no me había dado cuenta, estaba en otro lado.

—¿Y en donde estabas si se puede saber?.

—En que es un lugar muy hermoso y voy a extrañarlo cuando nos vayamos a casa, falta poco para volver y no quiero hacerlo.

—Vamos a Volver cuando quieras.

Sonreí y tomé su mano.

—Tengo frío, vayamos al sol.