Una Boda Por Conveniencia
¡Hola a todos! Traigo novedades .. Esta novela le gusta al 99% de mis lectoras y el otro 1% no la entiende. Lo que tengo pensado es reescribir la historia y contentar a todos. No creo editar más esta novela porque es más trabajo del que debería. Pero ante todo me gustaría que ustedes me digan que piensan. ¿Están de acuerdo con que lo haga?
Espero respuestas... Besos
jess
Las que son nuevas disfruten la lectura. ❤️💋
—Ya despierta, es tarde. Tenés que prepararte para tu boda, no podemos perder tiempo. —Mi padre me destapa y me saca la almohada de la cabeza para luego tirarla a mi cara.
—Papá por favor, no quiero casarme con él, no lo conozco, no me busco ni siquiera para presentarse. ¿Por qué me haces esto?
Él ya estaba furioso y sé muy bien como puede terminar esto. En un día interminable de gritos e insultos.
Desearía que mi madre estuviera aqui, estoy segura de que ella se opondría a este arreglo nefasto. Ella murió hace tres años para dejarme sola con este hombre que dice ser mi padre, pero demuestra día a día que solo soy un objeto con un apellido distinguido.
—Es tu deber como mi hija obedecer. Tu boda fue arreglada hace dos años y así se hará. De lo contrario nuestra empresa se ira al demonio y lo perderemos todo.
Me senté en la cama y asentí. Estoy muy triste como para seguir hablándole a la pared, porque eso es lo que siento cuando intento hablar con el y hacerlo razonar. Después de todo no tiene que ser para siempre. En un año puedo pedir el divorcio y seré libre de mi padre y mi esposo.
—Así me gusta, en un momento entraran las mujeres que te van a preparar para la boda. No exageres, debes verte delicada y elegante.
Él salió de la habitación y entraron un montón de mujeres con valijas.
—Buenos días, señorita Agostina, somos las estilistas, vamos a dejarla hermosa para el día más importante de su vida.
Si claro, como si estuviera feliz de casarme con un desconocido. Simplemente me resigne a vivir esta pesadilla.
—¿Puedo ducharme antes de comenzar?
—Por supuesto, mientras preparamos todo puede ducharse. Mi nombre es Irene, yo me encargare de tu cabello y ellas son Lily, tu manicura y Ana tu maquilladora.
Salude con un apreton de manos.
—Volvere enseguida.
Saque de un cajón ropa interior y una bata y entre al baño. Lloré, lloré por ser yo la que tenga que salvar la empresa de mi padre. El despilfarró la fortuna de la familia en fiestas y en prostitutas para sus asquerosos socios y amigos y ahora soy yo la que tengo que salvarle el trasero. Nunca me dedico el tiempo suficiente, nunca me dio el amor que un padre tiene por su única hija y después de la muerte de mi madre yo dejé de existir.
Después de la ducha me quedé obserevandome frente al espejo y me dije a mi misma "Solo un año". Salí del baño y las chicas muy amablemente me pidieron que me siente, ellas me arreglarian a mi gusto.
—¿Querés un cambio de color de cabello? Lo tenes muy largo y cuidado, si querés podemos hacerte un nuevo color. Aunque tu castaño es precioso.
—Sí, córtalo a media espalda y quiero teñirlo de negro.
Ellas me miraban muy sorprendidas. El largo de mi pelo llegaba a mi cintura y jamás lo había tenido. Mi padre me lo prohibía y mi madre simplemente cumplía con sus caprichos. Este sería mi primer acto de rebelión.
—Si señorita, el azul de sus ojos resaltará mas.
Mientras cortaban mi cabello una arreglaba mis pies y otra mis manos. Mientras que la chica que me maquillara espera a que las demas terminen.
En total tardaron tres horas en prepararme y dentro de dos horas tenía que salir a la mansión de la familia Novacci donde un juez haría legal la unión. Me vi al espejo y estuve conforme con el resultado, al fin y al cabo no tenía tiempo para estas cosas, mi cabello negro fue lo que más me gustó.
—Gracias señoritas, espero mi padre les dé una buena propina. Déjenme su tarjeta las voy a volver a llamar.
—Muchas gracias. Les deseamos mucha felicidad a usted y a su esposo.
—Gracias.
Después de agradecerles se fueron y me dejaron con mi angustia en paz.
Me vestí como siempre, y bajé a comer algo. No me habían dado tiempo a desayunar y sentía que mi estómago iba a gritar.
Mi padre estaba almorzando mientras revisaba su celular que no dejaba de sonar. No sé volteo a verme, solo dijo...
—Lucrecia, suban a guardar las pertenencias de Agostina en sus valijas. Ya van a venir por ellas.
Las empleadas subieron a mi habitación y una hora después bajaron con todas mis cosas.
Me serví un plato de pasta y unas frutas y me senté a su lado.
—Parece que tienes mucho apuro en sacarme de la casa.
—No es así, pero después de hoy vas a vivir con tu esposo. Es lo que corresponde.
—Lo sé. Lo único que pido es que no me abandones, acuerdate de vez en cuando que tienes una hija. No conozco a esa familia y de esa manera no me voy a sentir sola.
—Una vez que tengas hijos ya no vas a sentirte sola. Yo estoy muy ocupado para atender a tus caprichos y es hora de que madures.
—¿Voy a poder terminar mi carrera?
El por fin levantó la vista de su celular para verme. Como siempre inexpresivo respondió...
—Eso tienes que hablarlo con tu esposo.
Volvió a lo que hacía. Yo terminé de almorzar por última vez con mi padre, aunque me ignore y subí para vestirme.
Había un vestido en mi cama, pensé que lo habían dejado las empleadas pero había una nota.
"Esto lo compro tu madre antes de morir, suponemos que lo compro para tu dia de boda" Con amor Lucrecia y Ramona.
Tome el vestido y me lo probé, era muy hermoso, como si lo hubiera comprado para mí, me quedaba perfecto. Era elegante, pero no era ostentoso. Sentí que me acompañaba, donde quiera que esté.
Baje las escaleras con cuidado de no pisar el vestido. Mi padre esperaba en la sala sentado en un sillón mientras veía un partido de fútbol.
—Ya estoy lista.
Me miró y vi en sus ojos algo que ni sabría como describir, pareciera que vio un fantasma, pero en un parpadeo volvió a la normalidad.
—Ya era hora, es tarde. Ya vinieron por tus cosas, y tu coche espera en la entrada.
El encargado del jardín y las empleadas de la casa se despidieron de mí en la puerta de la casa y entre lágrimas expresaban cuanto me iban a extrañar. Mientras que mi padre se subía a su auto. Pensé que al menos me iba a ayudar a subir.
—Señorita Agostina, permítame ayudarla a subir al coche. Parece que su padre se olvidó de ese detalle.
Sonrei amargamente.
—Gracias Carmelo, por supuesto que sí.
Me acompañó hasta el auto y abrió la puerta.
—Te voy a extrañar mucho, Carmelo. Cuida a las chicas.
Lo abracé y subí al auto que me llevaría a mi boda con un hombre desconocido.
Hasta aqui la edicion del Primer capitulo. Los siguientes ya no tendran avisos de edision, salvo el titulo de cada capitulo.
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Updated 64 Episodes
Comments
Gisela Cárdenas Cortés
¿Cómo se metió esa almohada dentro de la cabeza?
2024-01-20
5
𝑪𝒓𝒊𝒔𝒕𝒂𝒍
❤️
2023-12-07
0
Erendira Ortega
ay no que feo nombre 🤦♀️ de la prota
2023-12-06
0