Mi Dulce Venganza

Abby está cenando con sus padres en un conocido restaurante. A lo lejos reconoce a Greg y la hermosa mujer que lo acompaña no pasa desapercibida para ella.

Se disculpa con la excusa de ir al tocador. Pasa discretamente muy cerca de la mesa que ocupa Greg y toma una foto que le envía a su amiga con la siguiente frase:

"Al parecer el papacito ya tiene dueña".

No espera recibir respuesta de su amiga porque sabe que está con su novio y seguro la va a ignorar.

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Emily y Michael están discutiendo de nuevo.

- No sé por qué defiendes tanto a Greg,.está claro que solo le interesa tu dinero.

- Eso no es verdad. Era el mejor amigo de mi padre y siempre ha velado por mis intereses.

- No cabe duda de que es hábil mintiendo. Cuando nos casemos espero ser yo quien maneje tus negocios.

- Quiero hacerme cargo de la productora, para eso estoy estudiando y Greg me está enseñando como manejar el negocio.

- Deja ya de hablar de él, ¿acaso no te has dado cuenta de cómo te mira?

- No te entiendo, ¿de qué hablas?

- De que el viejo ese está enamorado de ti o lo finge y quiere quedarse con tu dinero.

- Él jamás haría algo así. Además, yo solo te amo a ti.

- Ok, dejemos ese tema. Pensé que cuando nos casemos querías tener hijos de inmediato.

- Por supuesto, pero también quiero trabajar.

- No, preciosa. Tú no tendrás que preocuparte por eso. Tu única responsabilidad será hacerme feliz y llenar nuestra casa de hermosos bebés.

- Sí, me encantaría tener un niño y una niña.

En ese momento recibe el mensaje de su amiga y algo en su interior se remueve al ver la fotografía de Greg acompañado de una mujer tan hermosa.

- ¿Podrías dejar de ver el celular y ponerme atención?- reclama Michael y ella de inmediato deja el aparato a un costado.

Regresa a casa en el horario acordado para evitar problemas con su nana. Sin querer voltea hacia la cochera, el auto de Greg no está ahí.

Los meses siguientes la actitud de Michael con respecto al sexo se vuelve insoportable. La presión es tanta que ya no disfruta de su cercanía. Antes sus besos la llevaban al cielo y había momentos en que le era muy difícil no seguir adelante.

Ahora cada vez que se acerca a ella y la besa con pasión sabe que van a terminar discutiendo y ya desde antes está estresada.

El tiempo no detiene su marcha. Emily cumple 21 años; en esta ocasión la celebración es diferente, más formal. Se invita a gente famosa, productores y directores. Días después ella tomará el control de la Casa Productora y es un buen momento para que comience a relacionarse.

Viste un elegante vestido largo, ceñido al cuerpo en tonos dorados. Su larga melena ondulada enmarca su bello rostro y sus ojos resaltan como un par de zafiros.

Muchos hombres se acercan a ella para decirle lo hermosa que es e iniciar una conversación.Su novio se encarga de alejarlos y dejarles claro que tiene dueño.

Emily se siente halagada por los repentinos celos de su novio, nunca antes lo había visto actuar tan protector.

Ni siquiera esa noche deja de presionarla respecto a la boda. Aprovecha para llevarla al jardín y alejarse de la multitud.

- Ya eres mayor de edad, podemos casarnos mañana mismo si queremos.

- Lo sé, pero quiero una boda de verdad.

- Sabes que eso no es posible, tanto tu nana, como Greg harán lo imposible para impedir que seas mi esposa. Consigue tus documentos y vayamos a la Corte.

- ¿Dónde viviremos después de la boda?

- Aquí, tienes una mansión por casa. No necesitamos buscar otro lugar.

Él insiste tanto que ella termina cediendo. Han pasado cuatro años juntos y aunque han tenido problemas ella está convencida de que es el amor de su vida.

No habrá una pedida de mano y mucho menos un anillo de compromiso. Será totalmente diferente a como lo había soñado desde que era una niña. La boda de sus padres fue magestuosa, su madre parecía una auténtica princesa y ella quería lo mismo.

Michael le ha prometido que tendrá todo eso, solo hay que esperar un par de meses después de la boda civil. Resignada deberá conformarse con un vestido sencillo y una ceremonia sin invitados.

Michael la ha hecho prometer que no le dirá a nadie, ni siquiera a su mejor amiga.

- Emily, la próxima semana se llevará a cabo la junta para nombrarte directora- anuncia Greg- Debes preparar un pequeño discurso.

- No tengo ni idea por dónde empezar.

- Yo puedo ayudarte. Te daré una idea general y puedes ir trabajando en ella.

- ¿Sabes en dónde están mis documentos personales?

- En la biblioteca, el cajón de la derecha contiene tus documentos y algunos de tus padres. Supuse que lo sabías.

- No, no estaba enterada.

- ¿Los necesitas para algo en particular?

- No, pero imagino que como directora de la productora en algún momento puedo requerirlos.

- Sí, habrá ocasiones en que necesites hacer uso de ellos. Ten cuidado y no pierdas nada, asegúrate de devolverlos siempre a su lugar.

- ¿Cuándo dejarás de tratarme como a una niña? Ya soy adulta y he sido responsable siempre.

- Discúlpame, es la costumbre. Me comprometí a cuidarte y es lo que intento hacer.

- No debí hablarte así, lo siento.

- Tranquila, puedes irte a casa si gustas.

- ¿Tú te quedas?

- Sí, debo terminar con algunos pendientes.

- Ok, nos vemos más tarde.

Emily llega a casa, Clara la detiene antes de subir las escaleras.

- ¿Sucede algo mi niña? Te veo pensativa.

- Nada, nana. Quizá estoy un poco agobiada, deberé asumir muchas responsabilidades.

- El señor Gregory seguirá apoyándote. No estás sola.

- Sí, nana. Lo sé.

- ¿Bajarás a cenar?

- No y creo que Greg tampoco llegará temprano.

- Está bien, mi niña. Descansa.

Una vez en su habitación abre la ventana que da a la terraza. Hay una vista hermosa del jardín desde ahí. Está pensativa, sí. Siente que está traicionando a sus padres, a Clara y a Greg al casarse en secreto.

Ama a Michael, él la ha esperado todos estos años, ha sido extremadamente paciente y no le parece justo seguirse negando a algo que ambos anhelan.

Ir de compras levantaría las sospechas de Clara. Desea usar un vestido lindo el día de su boda y la primera noche con su esposo le hace mucha ilusión.

Decide comprar lo necesario en línea. El paquete llegará a la casa como cualquier otro envío y no levantará sospechas.

Se ruboriza al ver la lencería a través de la pantalla de su laptop. Cada conjunto que aparece ahí es más atrevido que el anterior.

Al final elige algo no tan revelador pero lo suficientemente sensual para su noche de bodas.

El vestido para la ceremonia civil es blanco de satén; sin mangas, corte princesa hasta la rodilla. Unas zapatillas blancas a juego y un pequeño bolso.

Una vez que se asegura de que su nana duerme, baja a la biblioteca y abre el cajón donde Greg dijo que estarían sus documentos. Efectivamente, están ahí. Busca lo que necesita y sale cuál ladrona.

Corre hasta su habitación, su corazón acelerado y la respiración agitada. Hace oídos sordos a esa vocecita en su cabeza que le dice que dé marcha atrás.

A la mañana siguiente la gente se reúne en la sala de juntas. Emily entra acompañada por Greg y los presentes se ponen de pie.

- Buenos días, tomen asiento por favor. Como bien lo saben, el día de hoy Emily Benton, hija de nuestro gran amigo Doug toma las riendas de esta casa productora. Emily, sé que tus padres dónde quiera que estén se sienten muy orgullosos de ti. Cuentas con todos nosotros para seguir llevando a esta empresa por el camino del éxito.

Los aplausos se escuchan y es el turno de Emily de tomar la palabra.

- Gracias por la confianza. Haré mi mayor esfuerzo por dirigir esta empresa como se ha venido haciendo a lo largo de los años desde su fundación. Espero contar con sus consejos y su ayuda cuando sea necesario.

Los asistentes aplauden nuevamente y después de una breve charla cada uno regresa a sus respectivas oficinas.

- Ahora está es tu oficina- dice Greg abriendo la puerta de la que era la oficina del padre de Emily.

Ella ingresa y los recuerdos la invaden. Parece ver la imagen de su padre sentado detrás del escritorio y de su madre de pie a su lado.

De niña pasó muchas horas en este lugar, ahora sus padres ya no están y en teoría debería de ser ella la que a partir de hoy ocupe ese puesto.

- Ánimo, lo harás muy bien. Te dejo instalarte. Hoy puedes irte a casa temprano.

- Gracias, por cierto. Pasaré la noche en casa de Abby.

- Está bien, no olvides avisarle a Clara.

Minutos después, Emily conduce por las calles de Los Ángeles. Sus manos sudan y su corazón late fuerte.