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Me Case Con Mi Ex Esposo

Me Case Con Mi Ex Esposo

Status: En proceso
Genre:Casarse por embarazo / Malentendidos / Elección equivocada / Traiciones y engaños / Madre por contrato
Popularitas:7.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Daricha0322

¿Qué pasa cuando la vida te roba todo, incluso el amor que creías eterno? ¿Y si el destino te obliga a reescribir una historia con el único hombre que te ha roto el corazón?

NovelToon tiene autorización de Daricha0322 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 14

En la privacidad del consultorio, Ana fue directa.

"Doctora, no le he dicho a nadie. La prueba dio positiva," confesó Ana, con la voz entrecortada. "Pero no puedo tenerlo. Necesito saber si esto pone en riesgo mi remisión. Si hay una mínima posibilidad de que el cáncer regrese por el embarazo... necesito terminarlo."

La Dra. Herrera tomó las manos de Ana por encima del escritorio. "Ana, te has convertido en un caso excepcional. El embarazo en sí mismo no ha demostrado ser un factor directo en la recurrencia, y tus marcadores tumorales están en cero. Los riesgos existen, como en cualquier embarazo de alto riesgo, pero no son una sentencia de muerte."

"Pero el estrés, Doctora..."

"El estrés de ocultárselo a Daniel es peor," la interrumpió la médica con dulzura. "Ana, usted no es solo mi paciente; es mi amiga. Este bebé es un milagro biológico después de todo lo que su cuerpo ha soportado. Pero lo que me preocupa no es el cáncer; es la soledad con la que está cargando este miedo."

La Dra. Herrera hizo una pausa significativa. "Daniel sigue en la sala de espera. Es su padre. Él ya demostró que está dispuesto a luchar a su lado sin pedir nada a cambio. Dele la oportunidad de luchar por esto también."

Ana asintió, las lágrimas cayendo silenciosamente. La doctora tenía razón. Ocultarlo era el último vestigio de la desconfianza que aún sentía.

La Dra. Herrera salió y llamó a Daniel. Él entró como un rayo, su rostro tenso.

"¿Qué pasó, Doctora? ¿Es una recaída?" preguntó Daniel, su voz apenas un susurro.

La Dra. Herrera sonrió y se hizo a un lado, permitiendo que Ana hablara.

Ana se levantó, temblando. Miró el rostro de Daniel, la desesperación y el amor incondicional que irradiaba. Sintió el ardor de su amor no confesado.

"No es el cáncer, Daniel," dijo Ana, tomando una bocanada de aire. "Es... vamos a tener un bebé."

El impacto fue físico. Daniel se tambaleó, su rostro pasó del terror a una incredulidad total, y finalmente a una alegría brutal y desbordante.

"¿Un... un bebé?" susurró. Luego, se dirigió a la Doctora. "Doctora, ¿está segura? ¿Después de todo... el tratamiento? ¿Y Ana? ¿Está a salvo?"

La Dra. Herrera intervino, manteniendo la calma. "Físicamente, su cuerpo ha sanado notablemente. Será un embarazo de alto riesgo y con vigilancia constante, pero el pronóstico es bueno. El mayor riesgo ahora es el estrés. Daniel, usted ya sabe cómo cuidarla."

Daniel se giró hacia Ana. No había rastro de alegría egoísta; solo una devoción total. Se acercó a ella y se arrodilló, no como un amante, sino con una reverencia que ella nunca había visto.

"Un bebé," repitió Daniel, con los ojos anegados. "Ana, gracias. Es el milagro que mereces por luchar tan duro."

Daniel miró el miedo en sus ojos. "Sé lo que estás pensando. Piensas que esto anulará tu independencia. Piensas que te exigiré que vuelvas a la mansión. Y piensas que lo usaré como chantaje para que me vuelvas a amar."

Daniel se puso de pie, tomando sus manos. "No lo haré. No te pido que vuelvas a ser mi esposa, ni por este bebé, ni por nada. Solo te pido que vuelvas a la mansión para que la Doctora y yo podamos cuidarte las 24 horas del día. Lo haremos por el bebé y por Martín, para que crezca con una madre sana. Yo dormiré en el cuarto de invitados. Seguirás teniendo tu espacio. Pero no vas a pasar un embarazo de riesgo en un apartamento sola."

Ana dudó. La oferta era incondicional. Él no estaba pidiendo su corazón, estaba pidiendo el permiso de salvar una vida, y al mismo tiempo, proteger la suya. El amor de Daniel era ya un hecho, solo que en una forma completamente distinta.

Ana, superada por el miedo a perder a su hijo y con el amor por Daniel luchando contra su independencia, asintió, incapaz de hablar.

Ana regresó a la mansión por orden médica y la insistencia incondicional de Daniel. Él había preparado la habitación principal con pulcritud, desinfectada y lista para su descanso. Él dormía en el cuarto de invitados. El nuevo pacto se mantenía, frío y profesional.

Pero al entrar, Ana no sintió la frialdad del año de farsa. Sintió el eco de la felicidad perdida.

Caminó lentamente por el gran salón. En un rincón, recordó el cumpleaños de Martín, la fiesta donde Daniel le había dedicado un discurso que, en ese entonces, parecía sincero. En el comedor, visualizó las cenas de aniversario, donde ella y Daniel reían genuinamente antes de que la rutina y la ambición lo cambiaran.

Subió al dormitorio principal. Ahí, en esa inmensa cama que ahora compartía solo con sábanas limpias, revivió las mañanas de domingo, los besos robados antes del trabajo, la alegría simple de su vida antes de la traición y la enfermedad.

Ana se sentó en el tocador. Miró su reflejo, con la silueta apenas cambiada por la primera etapa del embarazo. Se dio cuenta de que su corazón aún latía por el hombre que fue su primer amor. Ella todavía lo amaba. Ese amor no había muerto; solo estaba enterrado bajo una capa de dolor, resentimiento y, sobre todo, la necesidad de demostrarse que podía sobrevivir sin él.

No puedo quedarme, aunque te ame, pensó Ana, tocándose el vientre. Si me quedo, solo seré la mujer que te perdona por conveniencia. Necesito que mi amor por ti sea una elección libre, no una obligación por la enfermedad o este bebé.

Esa mañana, Ana se puso la armadura emocional más fuerte que tenía: la determinación de su independencia. Daniel se convirtió en su cuidador, pero la mansión seguía siendo solo una clínica de lujo para ella, no un hogar.

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Rosa Maria Gonzalez
muy bueno. me hizo caer una lágrima!
ana
Excelente te atrapa, muy pero muy bonita la historia tiene de todo. La super recomiendo
Maredys Marquez
son muy tontos 🙄🙄 no hay nada más bonito que ese tiempo con el recién nacido 🥰🥰 y juntos
Claudia Patricia Cruz Saa
Ana ciertamente Daniel te engaño, pero ése hombre te ama y te lo ha demostrado con hechos date una nueva oportunidad de recuperar tu familia ése rencor no te dejará nada bueno
neumidia ruiz
el amor lo puede todo ,Ana debe permitirse ser feliz si lo ama está tribulación debe hacerlos más fuerte y unidos , menos el maduro
ana
En las buenas y más en las malas
ana
De su parte lo veo egoísta xq la familia tiene q estar junta
ana
Me esta gustando gracias 🥰
Maredys Marquez
uuhhhmmm....🤔🤔 pero no me gusta la actitud de Ana demasiado yo puedo yo hago a veces hay que dejarce ayudar para eso es la pareja y el compañerismo los dos cometieron errores
Mary Ney
Es una realidad de una enfermedad muy bien narrada
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