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Quiero Amarte - Libro 2

Quiero Amarte - Libro 2

Status: En proceso
Genre:Romance / Venganza / Traiciones y engaños / Reencuentro / Donde hubo fuego cenizas quedan / Triángulo amoroso
Popularitas:109
Nilai: 5
nombre de autor: Corinne Palmer.

Un viejo enemigo altera la paz y tranquilidad que Bonnie construyó cuando se mudó, ella y su madre están más unidad luego de saber que su hija estuvo apunto de morir. Los amigos de Bonnie, están en constantes discusiones para saber si la buscan o no. Theo y Jia se encuentran con Bonnie e intentan sabotearla. Samantha (Samuel) esta decidida a buscar de nuevo a Bonnie y ganar de su confianza, no quiere volver a perderla.

NovelToon tiene autorización de Corinne Palmer. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Gemidos.

Al día siguiente, me desperté en mi cama pensando en el beso que nos dimos con Samantha ayer. Me doy vuelta en la cama, tocando mi cuerpo con mis manos sintiendo las cicatrices que Jia y Julia me dejaron, aquel día.

Me siento en la cama, mirando en el espejo que está enfrente de la cama, me levanto y corro uno de los espejos, buscando a dentro la ropa que tengo que usar hoy en el trabajo. Como hoy Kuan-Yin tiene reuniones, seguramente tendré que asistir con ella.

Entre la ropa encuentro barios vestidos, presentable pero ninguno me convence para usarlos, entre las perchas encuentro una bolsa en donde se guardan ropa y la saco. Recordé que mi madre me había obsequiado un lindo conjunto cuando fui contratada. Saco la ropa y sonrío para meterme a bañar.

Entre el agua fría que cae sobre mi cuerpo, abro la canilla de abajo para que cargue la bañera y me acuesto sintiendo como mi cuerpo se enfría. Cierro los ojos para relajarme pero la voz de Samantha susurrándome al odio, llego a mi cabeza, con el talón tapo el desagua de la bañera y comienza a cargarse.

Miro de nuevo mis piernas, y agarro la esponja para echarle jabón, haciendo espuma pasándome por todo el cuerpo, hasta detenerme abrir mis piernas tocar con dos dedos lo caliente que estoy, pasando la yema de los dedos, sintiendo aquella sensación tan hermosa. Esas cosquillas que siento cuando nos besamos ayer.

Continúo el movimiento, de mi mano, mi respiración se agita dejó la esponja a un lado con mi mano libre agarro uno de mis senos y lo aprieto suavemente, sintiendo como mis pezones están duros, muerdo mi labio inferior. Mis piernas temblando cuando cambio el ritmo de mi mano, levanto mis piernas poniéndolas arriba, cierro mi boca ahogando mis gemidos, para que nadie me escuche pero es imposible.

—Sam... — gemí.

Eso basto para que dé a poco valla metiendo mis dedos dentro de mí, sintiendo cada centímetro sacando y metido, jadeos y gemidos, es lo único que se escuchan en el baño. Menos mal que mi madre no está aquí. Con dos dedos adentro bajo la otra mano y empiezo a frotar ese maldito punto, que lleva a que cuerpo tenga espasmos, pero esa maldita sensación es adictiva, si tan sólo la hubiera conocido antes.

Gimiendo el nombre de Samantha. Como una puta loca.

Entre más muevo mis dedos, puedo sentir que estoy llegando a mi límite, apretando mis pezones y metiendo mis dedos, vuelvo a sentir que solo está caliente, incluso el agua fría. 1, 2, 3... Y más veces son las que arquee mi espalda cuando, aquellos espasmos hicieron que algo saliera de mí.

Me incorporó de nuevo en la bañera pero esta vez dejó que el agua caiga directo sobre mi cabeza. Y escuchó que alguien toca la puerta, salgo pero mis piernas no dejan de temblar y no puedo dar un paso sin sentir ese pequeños y cortos espasmos.

Saliendo del baño, me miro en el espejo que hay por el pasillo, y puedo notar mis mejillas rojas como un tomate. Camino tambaleándome a la puerta, abriendo mirando la cara de Mei-Mei, con una gran sonrisa.

—¿Qué te pasa? — pregunto sospechando.

—Hola. — jade. Trago salicílico mirando la. — Estoy bien. Es que casi me caigo, me estaba bañando. —

—Está bien. — respondió, y entró. — Vamos tenemos mucho que hacer. —

—Mei-Mei, por las dudas ya tengo ropa para hoy. — ella sonrió.

Volviendo a lo habitación, cierro la puerta detrás de mí, apoyándome en ella, siento la garganta seca, veo la ropa sobre la cama y sonrió de manera pícara. Comenzó a vestirme.

Una camisa olvida color crema, una pollera tiro alto color negra, abierto en la pierna derecha, haciendo más fácil mi caminar, unos zapatos negros. Me maquillo suave no tan cargado, y dejo mi cabello suelto no tengo muchas ganas de peinarme, salgo a la cocina en donde esta Mei-Mei esperándome.

—¡Oh por dios! Bonnie, te ves hermosa. — dijo alegro mientras me mira de arriba abajo.

—Gracias, Mei-Mei ¿Nos vamos? — ella asiente alegre y salimos de mi casa.

Antes de salir, agarro mi bolso y dentro pongo mi celular, los archivos, celular y llaves no quiero quedarme afuera. Saliendo detrás de Mei-Mei, ella me habla de lo bien que la paso con Kuan-Yin, el sábado pasado en aquella fiesta.

Pero su tono de voz, tiembla cada vez que pronuncia el nombre de Kuan-Yin, no sé muy bien que fue lo que paso ese día pero no resulto muy bien al final, entre ellas dos.

Una vez en el auto, Mei-Mei conduciendo explicándome los planes de hoy y como las citas que tendremos que ocupar y dirigir mientras que Kuan-Yin dirige otras. Nos detuvimos en una cafetería para comprar café como de costumbre.

Volviendo al comino, Mei-Mei estuvo callada, algo que no es normal en ella. El silencio entre las dos, es algo que me gusta no es incomodo y puedo soportarlo, pensando de más las imágenes de Samantha llegaron a mi cabeza, como ideas para un fiesta. Siento como mi cara se calienta y miro por la ventana, bajo el vidrio para que el aire golpee mi cara.

—¿Bonnie estas bien? — pregunto, deteniéndose.

—Sí, sí solo que me sentí algo sofocada… — trago saliva, y toco mi cara sintiéndola caliente. — Pero con el aire me siento mejor. —

—Está bien, en cinco minutos llegamos. — aviso mientras me acomodo en el asiento, mirando los archivos para despejar mi mente.

Llegando a la empresa, escucho mi celular y veo Kuan-Yin, avisándome que en la sala de reuniones esta Jia y Theo, y que esperan hablar conmigo. Le avisa a Mei-Mei que suba ella sola y que no me permita subir, y que no me atreviera a no seguir sus órdenes. Me quedo en recepción mientras que los demás suben, pero al ver a los empleados veo que llega Samantha y Jay, caminando con su aura de autoridad y seriedad, como si estuviera imponiendo autoridad en la empresa.

Jay logra verme, pero niego con la cabeza para que no dijera nada. Y al parecer entendió muy bien, el mensaje. Continúan caminando hasta subirse a un ascensor. La chica de recepción llamada Ji-Woo me avisa que hoy será una día muy agitado, ya que muchos accionista llegaron muy temprano, esperando a que la CEO los atendiera.

Mi celular vibra y veo el mensaje de Mei-Mei.

Mensaje:

Tienes una reunión, en 10 minutos. En la sala de reuniones, del ala Este. Con el empresario Hong.

Me armo de valor y camino al ascensor, pero en eso escucho mi apellido siendo pronunciado por una voz muy familiar. Volteo par a ver a Lan Fen caminar hacia mí, con una sonrisa en sus labios.

—¿Qué haces aquí? — pregunte sin pudor.

—Hola ¿Cómo esta? Yo bien, gracias. — hablo de manera sarcástica.

—Lo siento, mi mañana empezó complicada. — le regalo una sonrisa.

—Tranquila te entiendo. En realidad vengo a ver a mi hermana. — ladeo mi cabeza, pensando en quien podría ser.

—Creo que ya la conoces. — eso me confundió aun más.

Las puertas del ascensor se abren, dejando ver a Kuan-Yin con sus manos en los bolsillos, y con su rostro molesto. Mei-Mei parada detrás de ella, con ojitos regañados. Ella está peor que yo.

—Largo. — ataco Kuan-Yin.

—¿Qué? — me quedo mirándola.

—Tranquila me habla a mí… — con una sonrisa. — Bonnie, ella es mi hermana. -

—Hermanastra. — aclaro con tono molesto. — Bonnie, sube ya. Te están esperando. —

—Si claro, nos vemos despues. — hago una reverencia y subo al ascensor en donde estaban anteriormente.

Esperando a llegar al piso, intento pensar en lo que acaba de pasar y sigo sin entenderlo. Las puertas se abren y salgo caminando por el pasillo viendo las puertas cerradas de la oficina de Kuan-Yin. Supongo que Jia y Theo ya se fueron, suspiro aliviado y dejo mi bolso sobre mi escritorio y saco los archivos, acomodo mi ropa y bebo de mi café, para mirar el pasillo que me lleva a la sala de reuniones.

Durante el día, todo parecía ir bien. Mei-Mei me manda mensaje con todo lo que habla Kuan-Yin con los accionistas, pero ninguno logra convencerla, pero sobre todo solo dos lograron llegar llenar sus expectativas. Aunque Mei-Mei aun no me las dijo sospecho de quienes se trata.

La union termino más rápido de lo esperado, me recuesto en la silla principal, cerrando por algunos minutos los ojos, perdiéndome en mis sueños. No me di cuenta cuando abrieron la puerta, abro los ojos mirando una figura borrosa enfrente de mí, me levanto rápidamente, abriendo y cerrando los ojos para recuperar la visión.

—¿Qué haces aquí? — pregunte apoyando mis manos sobre la mesa.

—Solo quería verte, Kuan-Yin, me dijo en dónde estabas. — corro mi cabello, de manera frustrante.

—Ah entiendo. Supongo que la siguiente reunión es contigo. — asumí, mientras que Jay sale de la sala. — Por favor tome asiento. —

—Bonnie, quiero que despues de esto tomes algo conmigo. — menciono.

—Por favor, señor no sea imprudente. — ella levanta las manos y sonríe.

Mi presentación ante Samantha, es que ivedente que ella me pone nervios, mi tartamudez se hace vidente muchas veces cuando hable incluso llegó a reírse de mi y hablar por mi. Soy un desastre. Paso 1 hora que estuvimos en la sala y por la puerta entran Kuan-Yin y Mei-Mei, mirando nos sorprendidas.

Samantha se levantan y saluda con una reverencia. Mei-Mei explica mejor y decidió irme, me siento muy apenada por el bochorno de mi presentación. Pensé estaba mejor luego de que Samantha me rechazara aquel beso inoportuno del día de ayer. Pero creo que fui muy evidente.

En mi escritorio me siento y agitó unos cuantos papeles para hacerme viento, siento mi cuerpo calentarse y respiro profundo para calmarme. Recordar su manera de mirarme, sus manos y como relaje sus labios, me hace entrar aún más en calor.

Mei-Mei llegó de golpe viendo completamente relajada.

—¿Se puede saber que es lo que tienes con el joven Choi? — emocionada se siento enfrente.

—Nada. No tengo nada, solo... — eufórica,golosa rápidamente el suelo con sus pies y grita tan Pando se la boca, con ambas manos.

—No, te atrevas a mentir señorita... — advirtió.

—Esta bien, pero no creo que sea el momento ni el lugar para hablar de esto. — suspiro desanimada. — ¿Vamos a comer? —

—Si, vamos. Pero primero ve tú, yo tengo que esperar a que Kuan-Yin salga, con el joven Choi. — asiento y me adelanto, agarrando mi cartera y salgo.

—Te veo en la cafetería de siempre. — aviso.

Me subo al ascensor, y aprieto el botón que tiene una B, que me lleva al estacionamiento. Mientras baja, me veo por el espejo y noto que la ropa me hace ver gorda y bufo, el ascensor se detiene y se abre en el piso 14 y suben 2 chicas, hablando. Algo que no me dejó ignorarlas, porque su conversación trata de Samantha y la supuesta novia que tiene.

Capas que hablaban de Jia pero lo que me dijo Jay llegó a mi cabeza y me relaje un poco.

—¿Tu crees que él está enterrado en una chica de este edificio? — ambas chicas se emocionan.

—¿Quien Samantha? A penas si, se quiere ella misma. — Pensé, mirando el techo.

—Por supuesto, dijo él mismo dijo que hay una chica que le gusta y que trabaja aquí. — hablo la otra.

—Entonces hay que aprovechar, y sacarnos las dudas de saber quién es. — emocionada golpe su piñas contra la polla de su mano.

—Si yo haré lo mismo. — expresó la otra.

—Tiene que ser una broma. Si Kuan-Yin acepta el trato con Samantha estoy pérdida. — me cruzó de brazos.

El ascensor se vuelve a abrirse en el piso 3 y las chicas bajan y se vuelven a cerrar las puertas, continúa bajando. En el estacionamiento, encuentro mi auto y me quedo sentada mirando el volante, me quito los zapatos al sentir precion en mis pies, y desabrocho mi blusa, respirando agitada.

Desde el asiento de la conducto me paso a la parte de atrás, esperando a que nadie aparezca y que Mei-Mei aun no baje. Levanto mi pollera hasta mis muslos dejándome la libertad de sacarme mi ropa interior, me detengo pensando que si está bien o no, pero la idea de recordar cada maldito minuto que pase enfrente de ella, es imposible no resistirse.

Me quito la camisa de adentro de la falda y por encima de mi brasear aprieto mis senos, jadeando con placer, tragando saliva en seco, agitada y completamente perdida en mis pensamientos. Bajo mi mano, hasta mi entrepierna y de a poco con mi dedo mayor, voy separando los labios, tocando ese pequeño botón que me hace arquear la espalda y gemir, juego con es botón moviéndolo para todos lados, sintiendo como mi cuerpo siente nuevamente calor.

Con mis dedos índice y mayor, bajo un poco más y llego hasta ese punto y siento lo mojada y caliente que estoy, ahogo mis jadeos mordiendo mis labios, con la otra mano me sujeto de la cabecera del asiento, haciendo fuerza hacia arriba.

Es como si ella se hubiera metido dentro de mi cabeza, y manejará mi cuerpo como quisiera. me siento pérdida, mi mente está en blanco, solo muevo mi mano y jadeo mientras pronunció su nombre.

Los gemidos se vuelven más consecutivos y altos, ya no puedo detenerme, no sé cómo detenerme. Saco y meto mis dedos con locura, sintiendo como estoy a punto de acabar, no había notado que estaba nombrando a Samantha con cada gemido que sale de mi boca, como mi vecina solía hacerlo. Arqueando mi espalda, sintiendo como estoy en los últimos segundos… y mi celular suena.

—¡Mierda! — me siento de golpe en el asiento.

Agarro el celular y miro el mensaje, y suspiro pasando mi mano por mi frente y tirándome hacia atrás. Aun agitada rió por lo que acabe de hacer, muerdo mi labio y empiezo a acomodarme la ropa, me pongo mi ropa interior y abrocho mi camisa, me paso el asiento del conductor y me pongo mis zapatos, acomodo mi cabello y aprieto mis piernas al sentir aquellas cosquillas.

Enciendo el auto y comienzo a conducir, a la cafetería en donde me espera Mei-Mei, que resulta que esta esperándome hace 4 minutos, es de esas chicas que no les gusta que la hagan esperar. Ahora entiendo a Kuan-Yin.

—Lo siento, no quería hacerte esperar, lo siento. — me disculpo y me siento.

—Descuida… Tenemos que esperar a Kuan-Yin y al empresario Choi. — me quede helada, por lo que dijo. — Espero que no haya problema. —

—Claro que no. — expreso sonriéndole. — ¿Y que tal la reunión? —

—¡Ah! a eso viene, quieren celebrar que al final decidieron cerrar el trato con el empresario Choi. — festeja emocionada.

—Me alegro por Kuan-Yin. — suspiro corto y frustrada.

Mientras espero, ciento que mis piernas tiemblan y aquellas cosquillas vuelven al ver pasar por la puerta a Samantha, con su aura de autoridad y poder. Como odio tener que admitir que cada día está más hermosa.

Kuan-Yin y Samantha, toman asiento pero para mi desgracia tenerla a ella a mi lado, hace que se vuelva más incomodo el tener que disimular, que me toca pensando en ella.

—¿Bonnie, estas bien? Te noto algo sonrojada y sudada. — agito mi mano, sobre mi cuello.

—Sí, es que tengo calor… no es nada. — suspiro, y siento su mirada sobre mí. — Mei-Mei, me conto que firmaron contrato. —

—Sí, y espero no arrepentirme… pero esto te lo debo a ti, Bonnie. — agradeció agarrando mi mano.

—De nada Kuan-Yin, pero si me disculpan, tengo que usar el baño. — agarro mi celular.

Desesperada entro al baño y me mojo la cara con agua fría, para despejarme un poco me miro al espejo y es muy evidente que algo me pasa y si, aun estoy excitada, no pude acabar me quede con ganas.

Luego de algunos minutos, salgo del baño ya más calmada y me acerco a ellos, y muy apenada me disculpó con ellas y salgo, llendo a los casa. No puedo quedarme, saber que ella está sentada a mi lado y no poder hacer nada para calmarme me esta matando, es como si estuviera bajo los efecto de algo afrodisíaco.

Manejado rápido, llegó a los casa luego de 10 minutos al entrar la casa vacía, me acuesto en mi cama, solo quiero dormir y de golpe el sonido del timbre llevo a levantarme y de golpe. En los cabeza solo pensaba que podría llegar a ser Mei-Mei y Kuan-Yin. Capas que están preocupadas, me fui sin aclara nada, pero tabien pensé que podría ser Samantha.

Llegó a la puerta y al abrirla, me quedo en shock.

—¿Que haces aquí? — pregunte con miedo.

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