Un Final Feliz Para La Extra.

–¿Siente algo por el Archiduque Theran?

Ya habíamos almorzado y como prometí acompañé a la princesa en un paseo por el pueblo mientras los hombres se quedaron conversando en la casa.

La pregunta de la princesa me había tomado por sorpresa pero al mismo tiempo no, sabía desde que propuso la salida que quería hablar sobre lo que había visto la noche anterior.

–Me gusta, pero se que algo más entre nosotros es imposible –bajo la cabeza para que no vea mi expresión –Soy una mujer casada con dos hijos y él es el hermano del emperador, pronto se tendrá que casar con una señorita de buena casa.

–Usted no está segura de eso.

–Todos los hombres necesitan descendencia y yo aunque el emperador me haya otorgado un título no pertenezco aquí y tampoco soy una buena opción para esposa.

–Usted es una excelente opción Dilara, está manejando muy bien las tierras que se le han otorgado, su hijo mayor es muy educado y tiene un poder asombroso.

–Creo que está exagerando.

–También el emperador la tiene en muy alta estima, estuvo tan emocionado con las reformas en el castillo que hizo dos bailes para presumir y alabarle.

–No creo merecer tantos elogios, solo hice mi trabajo.

–En algún momento se dará cuenta de que mis palabras son ciertas, solo espero que no sea demasiado tarde.

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Luego de nuestra visita al pueblo me encerré en mi despacho para atender los pendientes que tenía y también para despejar mi mente y dejar de pensar en lo que me había dicho la princesa sobre el Archiduque.

Sabía que me estaba enamorando de él, no soy esa clase de persona que no comprende sus sentimientos y yo claramente tengo muchos por el Archiduque. Con la experiencia de dos vidas he aprendido a quererme y aceptarme tal cual soy, por lo tanto tampoco en un tema de autoestima.

Se comprender también en la época en la que estamos y nadie aceptara a una mujer divorciada con hijos como esposa para un hombre de estatus alto como lo es él siendo el hermano del emperador.

Raymond en este momento se está dejando llevar por la pasión y el momento, pero a la hora de casarse la familia también opinaran sobre la mujer más adecuada para él, aunque la princesa diga que el emperador me tiene en alta estima, eso se debe al trabajo que he realizado en palacio y nada más, a la hora de elegir la mejor opción de esposa para Raymond será una señorita de cuna alta del país y no una extranjera como yo.

Suspiro volviendo a concentrarme en mi trabajo.

Estoy pensando en abrir un hotel boutique en el pueblo para promover el turismo y poder tener un mayor ingreso para todos.

Quiero sacar adelante el pueblo sobre todo porque todos son buenas personas y me ayudaron un montón cuando llegué aquí.

También tengo planeado construir un orfanato para que no vuelva a ocurrir lo de Elliot, no puedo adoptar a todos los niños del mundo pero puedo crear un lugar donde pueda asegurarme de que son bien tratados y cuidados.

Se que en el reino hay una academia muy importante y poderosa, pero a parte de aceptar solo a personas con recursos y poderes sorprendentes, la mayoría de los niños se quedan sin recibir educación toda su vida y solo pueden dedicarse a trabajos forzados para otras personas que no les dejas muchos ingresos. Por lo que planeo hablar con sus majestades para ver la posibilidad de construir una escuela en el territorio para todos sin excepción.

De esa forma el orfanato estaría ligado a la escuela directamente y se otorgaron beneficios a los niños graduados de allí para cuando sean mayores de edad.

Me masajeó la frente para tratar de aliviar el dolor de cabeza que me produce el solo pensar en todo lo que tengo que hacer.

–Pase –Doy permiso de entrar cuando siento que golpean la puerta.

–Soy yo, Condesa.

–Adelante Archiduque.

–¿Está muy ocupada? –pregunta mirándome desde la puerta.

–No, tome asiento por favor. ¿Qué necesita?

–Como ya le había dicho, estaré partiendo en dos días a mi territorio.

–¿Tan pronto?

–Estaré de cumpleaños en unos cuantos días por lo que necesito estar allá unos días antes para verificar que todo esté bien.

–Verdad.

–He hablado con mi sobrino sobre su viene al Archiducado y le he pedido que la acompañe en su viaje.

–¿Está eso bien? No quisiera ser una molestia.

–No se preocupe, estarán partiendo dos días después de me vaya, necesito tener todo listo antes de que lleguen.

Ahora se irá de vuelta a su territorio y ya no nos volveremos a ver.

Al pensar en eso siento como mi corazón comienza a doler.

Lo veo pararse de su silla para caminar hacia mi.

–No sabe cuánto la voy a extrañar esos días que estemos separados mi señora.

–Yo también lo extrañaré mucho mi Lord.

Me besa lentamente saboreando cada momento, me pongo de pie para poder abrazarlo y tenerlo más cerca de mi.

Al decir que lo extrañaria estaba diciendo la verdad, aun no se va y siento una gran distancia que quiero cortar.

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–Señora ha llegado una carta.

–Gracias Tobías.

Tomó la carta que me acercó en una bandeja.

“Condesa Dupeyrón.

Quería informar del avance de mi investigación.

Todo va por un muy buen camino.

He hecho lo que me ha pedido y los llamados juegos infantiles están listos para armar en el lugar, tal y como me ha dicho.

Espero que todo sea de su agrado, estaré esperando noticias.

Atentamente Augusto”

Estas son muy buenas noticias, quiero dejar todo listo antes de ir al banquete de Raymond.

–Tobías necesito que busques magos de tierra y agua, también algunos hombres fuertes diles que la paga será buena.

–Enseguida señora.

(Porfavor no prestar mucha atención a la portada, me la han cambiado en la app y no tiene nada que ver con la historia)