Yohei huye de su país y del aplastante peso de su familia, sin saber que allí encontraría a alguien a quien amar, pero aquello de lo que escapa lo terminará encontrando.
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Capítulo 6
Yohei
Veo como trabaja Reece, dejando su encanto actuar en cada mesa a la que atiende y como los clientes caen uno a uno por él, mientras que me sirvo lo que Reece me trajo para comer.
No esperaba que me invitara y mucho menos que estuviera tan pendiente de mí estos días. Sé que debería estar protestando, pero en su lugar, su presencia me tranquiliza, ya que aún recuerdo vívidamente el susto que pasé en esa fiesta.
Sigo observando y admirando su manera de desenvolverse, cuando me doy cuenta de que no soy el único que lo observa. Algunas comensales no pueden quitar los ojos de él y me sorprende cuando reconozco a una de ellas.
Me traslado a su mesa con el postre que estoy comiendo, ya que está sentada sola.
-Hola- digo, al sentarme sin preguntar. En mi país nunca me hubiera atrevido a hacer algo tan poco educado, pero tengo ganas de conocerla desde que me dijo que no me hiciera ilusiones con Reece, cuando este me prestó su bufanda.
-Está ocupado- dice ella, mientras mira hacia Reece disimuladamente.
-No lo parece- respondo y sigo comiendo.
-¿Qué quieres?- pregunta con molestia -¿tienes alguna queja por lo que dije la última vez?
Así que me recuerda.
-¿Te gusta, no? Reece quiero decir- digo.
-¿Qué quieres?- pregunta ella suspirando.
-Soy Johei, el compañero de cuarto de Reece- me presento.
-Soy Evelyn- se presenta de mala gana.
- Vine aquí porque creo que tenemos algunas cosas en común- digo.
-¿Y esas serían?- pregunta.
-Ambos pensamos que Reece es atractivo, simpático, amable y una gran persona- respondo.
-Sí, excepto por lo de amable. No es tan amable con algunas personas- dice ella, pero luego se calla.
-Me sorprendió que te cambiaras de puesto. ¿Es alguien que conoces?- pregunta Reece en ese momento, llegando junto a nosotros.
-Sí, es Evelyn. Es una ferviente admiradora tuya- digo. Reece me mira sorprendido, mientras que Evelyn lo hace horrorizada.
-Ya veo. Evelyn, tengo novia, pero agradezco que pienses bien de mí y espero que cuides en delante de este pequeño- dice Reece, para nada incómodo.
-Sí, lo haré- dice ella.
Él nos ofrece traernos algo más, pero ambos declinamos, así que se va a atender otras mesas.
-Hiciste algo innecesario- me dice enojada, pero luego suspira. –Ni siquiera recuerda que traté de hablarle varias veces- se queja.
-Es amable ¿no?- pregunto.
-Lo es. Supongo que debería dejar de seguirlo, si fue tan claro. No tengo ni una oportunidad- dice resignada.
No la tiene y yo tampoco, así que ambos deberíamos admirarlo, pero nunca pensar que puede ser nuestro.
-Lamento haber sido tan maleducado, pero pensé que era bueno que tuvieras una respuesta que te permita renunciar o decidir continuar a pesar de saber que no tienes muchas oportunidades- explico.
-No importa, fui maleducada antes contigo, así que digamos que estamos a mano- responde. -Bueno, supongo que si me hago tu amiga, podré verlo y hablar con él seguido, así que aunque no tenga oportunidad, aún puedo deleitarme con la vista- dice, sonriendo con malicia.
Sonrío también, porque es una persona franca.
-Será un gusto ser tu amigo- digo y lo digo de verdad.
Conversamos un poco más, cuando una elegante y con un cuerpo lleno de curvas, mujer de unos treinta y siete años o algo así, entra al lugar, llamando la atención de todos. Evelyn y yo nos quedamos mirando y se siente como un choque de trenes. Sabes que será un desastre, pero no puedes apartar la mirada. Y se siente así porque Reece se acerca y le habla al oído, colocando su mano en la cadera de la mujer, como si estuviera acostumbrado a tocarla.
Debe ser su novia.
-Es vieja- comenta Evelyn. La miro y se encoje de hombros –es el único defecto que le veo... a no ser que tenga una personalidad de mierda… ¿la tiene?
-No lo sé, es primera vez que la veo también- respondo.
La mujer se sienta y saca su celular, ignorando a todo el mundo, mientras que Reece viene hacia nuestra mesa.
-Lo siento,Yohei. Mi novia apareció de improviso y sé que teníamos pensado volver juntos cuando terminara mi turno, pero las cosas están un poco tensas entre nosotros…
-No, está bien. Volveré antes- digo, pensando en que he estado siendo demasiado consentido por Reece, al punto de que pienso que es una molestia que ella haya aparecido.
No es tuyo, Yohei y nunca lo será, ni por más amable que él sea.
-Gracias, pequeño. Te invitaré a comer en algún lugar mejor que este otro día, lo prometo- dice para luego regresa a su trabajo.
-¿Te gusta, no? Reece- Evelyn me devuelve la pregunta que le hice antes.
-No, no lo hace- me apresuro a decir, pero es demasiado rápido y sólo parece que estoy mintiendo. –Quiero decir… Me gustan los hombres y quién no se sentiría al menos un poco atraído por él, pero eso es todo- digo, contando mi secreto por segunda vez desde que llegue a Estados Unidos.
Creo que es más fácil hacerlo, porque ya conozco sus sentimientos por Reece también.
-Pues se notó un poco tu decepción al escucharlo, pero no creo que Reece se haya dado cuenta, así que tranquilo- ella deja pasar mi confesión como si nada y puedo darme cuenta una vez más, lo abiertos que son en este país sobre ello. –Debe ser una tortura vivir con semejante hombre y no poder tenerlo. Pero no hay nada que hacer, ni tú ni yo podríamos competir con eso- dice, haciendo un gesto discreto hacia la novia de Reece.
Suspiro y asiento. Aunque no me gustan las mujeres, no soy ciego.
-¿Quieres ir a algún lado?- pregunto.
-¿Conoces lugares donde ir?- pregunta, mirándome dudosa.
-No, pero tú debes hacerlo ¿cierto?
-Eres un poco más relajado de lo que pareces. Ven, vámonos y recorramos la ciudad- pagamos, a pesar de las protestas de Reece y nos divertimos el resto de la tarde juntos. Para cuando llego a la residencia, ya conozco lo suficiente de Evelyn. De donde es, sus gustos, algunas anécdotas y muchas cosas más fueron las que me contó. Yo también le conté sobre mi vida en Japón y a grandes rasgos, la dinámica de mi familia.
Cuando me separo de ella, estoy feliz por haber hecho mi primera amiga y orgulloso por haber sido yo quien dio el primer paso.
Sin embargo, un poco de mi felicidad se va cuando veo que Reece no está en la residencia, porque ya estoy muy acostumbrado a su presencia.
Supongo que se quedará con su novia esta noche. Cuando eso ocurre, no vuelve hasta el otro día, así que estaré solo toda la noche.