La Bendición De La Omega Rechazada

Tomé las maletas y nos fuimos, no sabía a dónde. Sabía que no podía estar muy orgullosa de eso, pues no sabía cuánta cosas peligrosas encontraríamos fuera, pero yo nunca me refería.

Además, la cabaña ya no era su casa, ya no podía seguir allí, sabiendo que si seguía terminarían matando a Sebastián o él la terminará matando a ella, necesitaba escapar y empezar de cero antes de que ese bastardo le diera por cambiar de opinión.

Se está oscureciendo que y con suelte encontré una cueva que parecía bastante buena para habitar. Así busque muy bien y me aseguré de que estuviera vacía, ya que era muy peligroso entrar así sin asegurar el perímetro, podría haber algún animal salvaje o un nómada o un grupo grande pero no hay nada y eso era bueno. Ahora ya era muy oscuro y sería mucho más peligroso caminar si no tenía una buena vista de los alrededores y los dos sin un lobo sería mucho más peligroso, aunque ella le había enseñado un poco de defensa a Alan el no era absolutamente fuerte como para enfrentarse a un grupo grande de nómadas y ella tampoco sería suficiente a pesar que tenía armas envenenadas no era lo suficientemente para luchar y acabar con todos.

Al menos tenía una pulsera que se transforma en un escudo protector que los haría desaparecer por un rato, pero era una lástima que su escudo ya estaba muy gastado. La había usado demasiado y no tuve dinero para salir a comprar una nueva.

Yo compré solo una algunas cosas; como comida, algunas mantas ropa y algunas armas que fue lo más importante para nuestra seguridad y lo necesario para acampar, pero no me dio para nada comprar otra pulsera de energía además que eran demasiado cara. Y la que tengo es un regalo de los padres de Sebastián y ya había durado mucho, pero era tan buena y comprar otra sería tan cara, así que para ella no era nada fácil de conseguir, no para ella que con los pocos trabajos que pudo encontrar no le pagaron lo suficiente y no se podía quejar porque la sacaban sin nada y no encontraría otro lugar donde pudiera trabajar.

Tanto Alan como yo moriríamos hambre, por lo menos con esos pesos que logro ganar nos ayuda solo para aspirar un poco de comida y unas cuantas armas que nos pueden ayudar como defensa.

—Hermana ¿podemos comer algo?— pregunta.

—Si, si espera saco un poco de pan y refresco y cenaremos—prendí la luz de la linterna y busqué entre el bolso los panes y los refrescos no teníamos muchas cosas normalmente pude comprar lo que me alcanzaba y lo que era pan en bolsa, agua y le refresco dos barras de chocolate, una caja de maní una caja de fósforos y tres linternas ya no pude comprar más nada de comida, porque no me alcanzaba y además tenía una buena puntería para cazar algo para comer a pesar de que no era una loba en sí en mi 100% no podía evitar dejar de comer carne mucho la comían fresca para hacer que sus lobos tuvieran más fuerza. Pero comer para mí, carne cruda me matarí así que era cocida o nada.

Después comer nos acostamos, sabía que Alan siempre tenía hambre y yo igual nunca podía dejar de querer comer un poco más y como un lobo Alan también, pero él lo escondía bien o eso trataba, pero yo no era tonta, era un niño su alimentación tenía que ser más balanceada, pero nunca tengo lo suficiente, su cuerpo es muy pequeño para tener ocho años y su peso no es ideal hasta yo soy muy delgada, pero ver su cuerpo se ve mucho mantecado que de un niño de 8 años es más pequeño totalmente desnutrido por eso cualquiera que lo vea pensaría que tiene mucho más mucho menos edad de lo que en realidad tiene.

Pero en esta vida solo nos toca sobrevivir tal vez en otro lugar pueda tener más suerte.

Me quedo dormida abrazada a Alan.

Me despierto sobresaltada a oír el sonido de rama rompiéndose, me pongo alerta y Alan también se bastante despierto le hago señas de que tome las mochila de la comida y tomo la de las armas no puedo coger las de la rompa salgo despacio solo en la entrada y puedo ver a tres lobos que estaban a punto de entrar, ellos se ponen en posición de ataque y se lanza hacia nosotros.