Esta es la historia de Elena y Aarón.
Ambos ya enfrentan una dura situación, en donde una hija y su amor serán los motivos por los que ellos pelearan.
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Ya no.
10 de Marzo:
- ¡Wow! ~todos exclaman viendo el nuevo auto~
- Dios mío... Es hermoso ~dice uno de los mecánicos~
- Hasta miedo me da que salga de aquí ~dice uno de los ingenieros de software~
Los comentarios se escuchan y prontamente los aplausos. Hoy se hace la presentación oficial en la compañía del nuevo modelo, aún no ha salido al mundo, pero nosotros sabemos que esto pondrá a babear.
- El Bellerose MX33 estará siendo lanzado y distribuido por toda Europa, Asia, Suramérica y parte de Norteamérica ~digo mientras mi voz sale por el pequeño audífono en el saco de mi traje~ Quiero dejar ver lo orgulloso que estoy de mi equipo, porque todos somos un equipo. Bellerose Motor Company será tan grande como las marcas de autos más recibidas y aclamadas del mundo. Nuestro 50XT ha roto incluso nuestro objetivo de venta, ha superado el número máximo y ya es visto en famosos y personas de la alta alcurnia. Este nuevo modelo romperá todo pensamiento de inferioridad hacia nuestra compañía, salud por nosotros ~alzo mi copa~
Se escucha el "salud" de todos mientras los aplausos vuelven a hacerse presente. Bajo de la pequeña tarima y saludo a cada uno de mis empleados que se acercan a felicitarme, obvio les agradecería a todos porque todos aportan a que los proyectos se cumplan.
Llego hasta donde mis padres y mi hermosa chica, la rodeo por la cintura y le doy un discreto beso.
- Luces preciosa ~le susurro~
- Y tu guapísimo ~limpia discretamente mis labios manchados~
- Estoy muy orgullosa de ti ~mi madre me abraza~
- Todo esto es gracias a tu esposo ~le digo y abrazo a papá~
- Tu obra arrasará con todo ~me dice~
Tres horas después, mamá y papá ya se han marchado, por mensaje Valerie me avisa que Ella ya está dormida y mirando fijamente el cuerpo de la mujer frente a mí, de pronto me entran las ganas de ir a casa.
- Ese vestido te queda hermoso, pero está obstruyendo mi vista ~ella me mira sin entender y luego ríe~
- ¿Nos vamos? ~me abraza por la cintura~
- Sí ~beso su hombro desnudo~
Nos despedimos y salimos de la empresa, escucho como se queja y la miro.
- ¿Qué pasa?
- Los tacos me están matando ~hace un gesto de dolor~
- Haberlo dicho antes ~la tomo entre mis brazos estilo princesa y ella ríe~
Mientras conduzco con cuidado de no chocar, mi cuerpo se relaja mientras veo su cabeza subir y bajar en mi regazo, gruño cuando acelera sus movimientos y aprieto el volante. Estoy a nada de correrme.
Mi vista se desvía por un momento a mi ventana y veo a una chica... ¿Elena? Mientras conduzco, giro mi cuerpo para ver hacía atrás, ¿es real?
La bocina del auto frente a mí llama mi atención y alarmado giro el volante logrando esquivarlo y no chocar, piso el freno y creo que Kristen golpea su cabeza, se incorpora y me mira. Mi respiración es agitada, ni siquiera sé...
- ¿Pero qué ha sido eso? ~me pregunta llevando su mano a la frente. Está sangrando~
- No... Yo... ~miro hacía atrás~
Me organizo el bóxer y el pantalón rápidamente y salgo del coche, los autos pasan apresurados y no veo a nadie del otro lado de la autopista. Es que es imposible que alguien anduviera por ese lado.
- ¡Aarón! ~escucho el grito de Kristen~
Regreso al auto y bajo la mirada cerrando mis ojos. ¿Me estaré volviendo loco? La miro y me alarmo al ver su mano en su cabeza, roja y con el líquido escurriéndose por su antebrazo.
- Oh Dios mío ~hace un gesto de dolor~
- Está bien, tranquilo... No es grave.
Enciendo nuevamente el auto y conduzco al hospital más cercano. Me dice que no me alarme, que está bien y que la cabeza suele ser escandalosa.
Más que asustado, me siento culpable. Si no me hubiera distraído con ilusiones absurdas, no habría pasado algo así.
***
- Cariño, ya te dije que estoy bien ~me dice por enésima vez~ Escuchaste al doctor, no es grave.
Apenas le han cogido dos puntos, pero sigo sintiéndome culpable.
- Ella va a matarme si le digo que fue mi culpa ~digo y ella ríe~
- Fue un accidente ~acaricia mi cabello~
Desde que llegamos a casa, no me he apartado de su cuerpo, estoy apretando su cintura y apoyando mi cabeza en su pecho. Me gusta la tranquilidad que emana, pero no sé porqué no he parado de alucinar con personas de mi pasado.
- ¿Crees que para fin de mes se verá cicatriz? ~la miro y ella arruga la nariz~ Esperemos que no, tengo que estar a la altura de mi chico y esa marca se vera horrenda ~sonrío y beso su cuello~
- Puedes tener muchas marcas en tu cuerpo y seguirás siendo igual de hermosa, sexy y caliente ~comienzo hacerle cosquillas y la escucho reír~
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
30 de Marzo: Salón de New York (New York International Auto Show).
- ¿Estás nervioso? ~dice alisando mi traje~
- Bastante.
El lugar está repleto de personas y de las mejores marcas de autos, me veo rodeado de autos como Ferrari, Lamborghini, Audi, Ford, Bugatti, Volkswagen, Porche, BMW, Mercedes-Benz, entre otros.
No podemos pasar por alto como mi auto llama la atención de todos los presentes, están asombrados. Saludo a varios conocidos de la industria que halagan mi modelo.
Doy mi discurso presentado mi nueva creación y los aplausos se hacen presentes. Están fascinados. Inversionistas no tardan en sugerir reunimos para hablar sobre posibles colaboraciones, esto es genial. Me habría encantado que papá estuviera aquí.
A media de que pasan las horas, el ambiente es genial, hablo sobre negocios con grandes empresarios y Kristen a mi lado no parece nada aburrida, está feliz por mí y yo valoró mucho eso.
- Iré al baño un momento ~me susurra y asiento~
Pasan por lo menos venite minutos y Kristen nada que llega, así que me disculpo y me voy a buscarla. Saludo a unas cuantas personas y sin querer tropiezo con una mujer.
- Lo siento, ¿se encuentra bien? ~digo preocupado~
- No, no creo ~sus ojos verdes me miran fijamente~
Retrocedo un paso y la miro fijamente, mi corazón se acelera y las manos me sudan. No la había visto desde aquella vez en que me dejó, luce... Bellísima.
Siento un nuevo en la garganta y la conmoción rápidamente se transforma en enojo.
- Aarón...
- Me disculpo por lo que ha pasado ~asiento levemente mi cabeza~
Procedo a irme pero su mano me detiene, aún cuando mi traje impide el contacto directo con mi piel, siento que de igual forma su tacto me quema. La miro y ella parece quer llorar, me suelta y no deja de escrutarme.
- Ella... ¿Cómo está? ~susurra~
- Ella está perfecta bien ~me suelto de su agarre~
- Necesitamos hablar.
- No tengo nada que hablar contigo, eres una extraña por lo que no veo de qué tengamos que hablar ~aliso mi traje~
Le doy una última mirada y me voy cuando está a punto de decir algo más. ¿Cómo se atreve a preguntar por la hija que abandonó y que nunca se molestó en buscar?, es una hipócrita, queriendo lucir lastimada cuando el que ha sufrido los últimos años he sido yo.
Justo cuando me acerco al lado de los baños, me topo con Kristen, ella me mira y me sonríe.
- ¿Venías por mí?
- Estabas demorando.
- Lo siento, me quede hablando con algunas mujeres ~me besa y parece emocionada~ Te tengo una buena noticia.
Bueno, por suerte ella está aquí para quitarme el mal sabor de boca. Necesito tranquilizarme y dejarlo pasar, ahora estoy con una excelente mujer la cual mi hija ama y el sentimiento es mutuo. No voy a arruinarlo y tampoco dejaré que Elena lo haga.
Ya no soy el chico inmaduro de 23 años.