Después de un devastador adiós, la vida de Lucía cambia drásticamente. En su nuevo trabajo como asistente en una prestigiosa empresa, descubre que su jefe es el imponente y enigmático CEO, Alejandro Ferrer. Desde el primer día, Alejandro se muestra distante y frío, pero detrás de esa fachada se esconde un hombre marcado por traiciones y engaños del pasado.
A medida que Lucía se sumerge en el mundo corporativo, se enfrenta a desafíos y rivalidades, descubriendo que la oficina es un campo de batalla donde la venganza y la ambición están a la orden del día. Pero lo que Lucía no sabe es que Alejandro ha puesto sus ojos en ella. Pese a que Lucía no siente lo mismo, Alejandro está decidido a luchar por su amor, desafiando las sombras de su pasado y enfrentando cualquier obstáculo que se interponga en su camino.
NovelToon tiene autorización de Emca para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 7: Máscaras Caídas
La mañana siguiente a la tensa reunión con los accionistas, Lucía despertó con una sensación de inquietud. Sabía que las amenazas de Vargas no eran palabras vacías y que el verdadero peligro aún estaba por venir. Sin embargo, no podía permitirse mostrar miedo; debía seguir adelante con su trabajo y mantener su profesionalismo intacto.
Al llegar a la Torre Ferrer, se encontró con Marta, quien la esperaba en la recepción con una expresión de preocupación. “Lucía, Alejandro quiere verte en su oficina de inmediato. Algo urgente ha surgido.”
Lucía asintió, sintiendo cómo la ansiedad se apoderaba de ella nuevamente. Al entrar en la oficina de Alejandro, lo encontró hablando por teléfono con una expresión grave. Terminó la llamada y se dirigió a ella con una mirada seria.
“Lucía, hemos recibido una denuncia anónima que acusa a la empresa de malas prácticas financieras. El denunciante afirma tener pruebas que podrían dañar nuestra reputación y comprometer nuestra posición en el mercado,” explicó Alejandro, pasándole un documento.
Lucía leyó la denuncia con incredulidad. “¿Quién podría estar detrás de esto?”
“No lo sé, pero sospecho que Vargas podría estar involucrado. Está claro que no se detendrá ante nada para vengarse de nosotros,” respondió Alejandro, frunciendo el ceño. “Necesitamos investigar a fondo y prepararnos para cualquier eventualidad.”
Lucía asintió, sintiéndose abrumada pero decidida a enfrentar el desafío. Pasó el resto del día revisando los registros financieros de la empresa y buscando cualquier indicio de irregularidades que pudiera respaldar la denuncia. Mientras trabajaba, no podía dejar de pensar en los correos anónimos y en el misterio que los rodeaba.
Al caer la tarde, recibió un mensaje de texto de un número desconocido. El mensaje decía: “Encuéntrate conmigo en el café de la esquina a las 7 pm. Tengo información importante para ti.”
Lucía sintió un escalofrío, pero su curiosidad y deseo de descubrir la verdad la impulsaron a aceptar la cita. A las 7 en punto, llegó al café y se sentó en una mesa cerca de la ventana, esperando al misterioso informante.
Pocos minutos después, un hombre de mediana edad, con un abrigo oscuro y una expresión seria, se acercó a su mesa. “¿Lucía?” preguntó en voz baja.
“Sí, soy yo. ¿Quién eres tú?” respondió ella, tratando de mantener la calma.
“Mi nombre no importa. Lo que importa es que tengo información sobre Vargas y sus verdaderas intenciones,” dijo el hombre, tomando asiento frente a ella. “He trabajado con él en el pasado y sé de lo que es capaz.”
Lucía escuchó atentamente mientras el hombre le contaba sobre los métodos de Vargas para manipular a sus rivales y destruir empresas que se interponían en su camino. “Él no se detendrá hasta verte caer. Tienes que estar preparada para todo.”
“¿Por qué me estás contando esto?” preguntó Lucía, desconfiada.
“Porque creo en la justicia, y porque quiero ver a Vargas caer tanto como tú. Toma esto,” dijo, deslizando un sobre a través de la mesa. “Aquí hay pruebas de sus actividades ilegales. Úsalas sabiamente.”
Lucía tomó el sobre con manos temblorosas, sintiendo una mezcla de alivio y miedo. “Gracias. Haré lo que pueda.”
El hombre asintió y se levantó para irse. “Ten cuidado, Lucía. Vargas es un hombre peligroso. No confíes en nadie.”
Esa noche, de regreso en su apartamento, Lucía abrió el sobre y examinó las pruebas. Eran documentos incriminatorios que detallaban las manipulaciones financieras y los sobornos que Vargas había utilizado para ascender en el mundo empresarial. Sabía que debía actuar con cautela y planificar su próximo movimiento con precisión.
Al día siguiente, presentó las pruebas a Alejandro, quien las revisó con una expresión sombría. “Esto es exactamente lo que necesitábamos. Con estas pruebas, podemos exponer a Vargas y proteger nuestra empresa.”
“Pero debemos ser cuidadosos. Vargas no se detendrá ante nada para protegerse,” advirtió Lucía.
“Lo sé. Prepararemos una estrategia y nos aseguraremos de que todo se haga de manera legal y segura,” respondió Alejandro, con determinación en su voz.
Mientras las sombras del pasado y las amenazas presentes se cernían sobre ellos, Lucía y Alejandro se preparaban para enfrentar el desafío final. Sabían que el camino sería difícil, pero estaban dispuestos a luchar por la verdad y por la integridad de la empresa, sin importar el costo.
(mi opinión personal)👀