Trust Me 2

La discusión se prolongó durante horas, con palabras que cortaban como cuchillos afilados y emociones desbordantes. Jacob y Sam se enfrentaron a sus miedos y desconfianzas, cada uno intentando explicar su punto de vista con desesperación creciente.

"Quizás... quizás necesitamos un tiempo", propuso Sam finalmente, con voz temblorosa. "Esto no está funcionando ahora, y no quiero lastimarnos más."

Jacob asintió lentamente, sintiendo el peso de la resignación en sus hombros. "Sí, tal vez tengas razón. Necesitamos alejarnos por un tiempo y evaluar las cosas."

Decidieron darse un plazo de dos años. Era tiempo suficiente para sanar las heridas, para reflexionar sobre lo que realmente querían y para descubrir si el amor que sentían el uno por el otro era lo suficientemente fuerte como para superar las dificultades.

El último abrazo fue largo y silencioso, cargado de tristeza y la promesa de un futuro incierto. Se separaron con lágrimas en los ojos y el corazón pesado, conscientes de que esta pausa podría ser tanto un alivio como una prueba definitiva para su relación.

En los días siguientes, Jacob se mudó a un pequeño apartamento en el otro lado de la ciudad. Cada objeto en la nueva morada era un recordatorio de lo que había perdido y de la esperanza de un futuro mejor. Sam, por su parte, se quedó en el departamento que habían compartido, rodeado de recuerdos que ahora parecían más dolorosos que reconfortantes.

Los meses pasaron lentamente. Ambos se sumergieron en sus propias vidas, tratando de llenar el vacío que la ausencia del otro dejaba. Jacob encontró consuelo en el trabajo y en nuevas amistades, mientras Sam se dedicó a actividades que antes habían quedado en segundo plano.

El tiempo no cura todas las heridas, pero sí trae claridad. A medida que los dos años llegaban a su fin, Jacob y Sam se encontraron pensando el uno en el otro con menos dolor y más aceptación. Habían crecido por separado, pero aún así sentían el eco de lo que habían compartido.

Finalmente, el día que habían temido y anticipado llegó. Jacob y Sam se reunieron en un café tranquilo, donde los recuerdos y las palabras no dichas flotaban entre ellos como un puente frágil pero reconfortante.

"¿Cómo has estado?" preguntó Jacob, rompiendo el silencio incómodo.

Sam sonrió débilmente, mirando a Jacob con ojos llenos de nostalgia y renovada esperanza. "He estado bien. Extrañándote, pero bien."

Jacob asintió, sintiendo un nudo en la garganta. "Yo también te he extrañado."

Se miraron el uno al otro con la misma mezcla de amor y miedo que los había llevado a este punto. Sabían que lo que seguía no sería fácil, pero estaban dispuestos a intentarlo

Sabes, algo prométeme que no estás saliendo con él y yo te creeré. Sam respondió con una mirada que decía la verdad

-Jacob te lo juro que yo nunca lo e vuelto a ver, te lo prometo es más yo no tengo su número, revisa mi celular

Sam le da el celular a Jacob para que le revisara sus mensajes pero no encuentra nada.