Cerezos De Sangre.

Un auto me espera, es una persona recomendada por mamá, me lleva directamente a la casa donde me tengo que quedar y luego recibiré las indicaciones de lo que debo hacer este país, me siento tan sola.

Voy viendo las calles y aunque hay personas caminando, otras riendo, otras simplemente siguen su vida, pero para mí son calles llenas de soledad y de pensamientos tristes, oculto mis lágrimas, veo que el auto va disminuyendo su velocidad una gran reja de hierro se va abriendo dejando ver un rosal, hay una señora de mediana edad que me espera al parecer.

Se detiene el auto por completo, respiro profundamente y salgo.

La vista es bonita, pero me centro en la señora que me habla.

° Señorita Prioste, buenas tardes, soy Liza Milán y estoy aquí para servirle en sus necesidades.

• Buenas tardes, mucho gusto, gracias por su recibimiento.

° Sígame por aquí por favor, ya Hugo llevará su maleta a su habitación, bueno su madre la señora Sofía me pidió encarecidamente que cuide de usted y así lo haré. Por favor cualquier cosa que usted requiera me lo informa.

• Muchas gracias señora Liza.

° Aquí tiene unas indicaciones de parte de su madre para la cita con la familia Lanka.

...Recién llego y ya escucho que tengo una cita, pero cita de qué...

Madre debiste decirme lo que tienes en mente y así estar preparada.

• ¿Cita?

° Sí señorita, cuando esté lista el chófer la llevará al lugar que debe asistir. Su habitación es la primera de la segunda planta, Sígame por favor, bueno la ayudaré a arreglar su ropa.

Necesita algo más señorita.

• No. No está bien todo gracias. O sí. Me puede dejar sola unos minutos, es que quiero asimilar lo que me está pasando, usted me entiende ¿verdad?

° Claro, estaré abajo por si se le ofrece algo señorita.

... Agradezco su amabilidad y veo la habitación, bastante amplia, no puedo besar los buenos gustos de mi madre. Me siento en un sillón que se ve muy cómodo está cerca a la ventana y desde aquí puedo admirar el jardín de rosas. Voy abriendo el dichoso sobre con las indicaciones de la gran señora Sofía Adler de Prioste, que sorpresa me tiene ahora mi madre.

" Cariño te pido disculpas por lo que está pasando en tu vida, recién cumples 18 años y te alejó de mi lado, quiero que te centres en tu trabajo y tengas un desempeño muy bueno es importante en la empresa, sé que no estás preparada, pero tendrás un buen maestro el hijo y futuro esposo tuyo, Ricardo Lanka, te ayudará con el manejo de la empresa.

El señor Lanka te espera en el restaurante " Navash" a las seis, te pido que seas valiente en toda esta travesía, te amo hija mía.

Hay madre, no asimilo una noticia y ya me haces recordar que tengo que conocer a mi futuro esposo y a mi futuro suegro y yo con mis nervios acrecentando se cada vez más.

Voy y saco de mi maleta algo cómodo, me acomodó mi cabello negro y corrijo mi maquillaje. Un poco de perfume y ya, estoy lista, sólo faltan 45 minutos para la hora de la cita. Que tendré que decir, quien será el tipo, sea de mi agrado, que me va a enseñar en la empresa...

Miro mi teléfono y veo la galería donde están las fotos de mi vida hasta el día de ayer.

LUNA PRIOSTE ADLER.

Edad: 18 años.

Estudios inconclusos.

Sueños imposibles... Por ahora.

Un matrimonio a mi corta edad, un novio al que no conozco, una vida distinta y cambiante de un momento a otro, cambios que no son tan amigables en mi vida.

Tomo mi bolso y la billetera que traje conmigo es como si me llamara, la vuelvo a abrir y el brillo de la moneda me hipnotiza, la saco con tanta seguridad y la hago mía, sí desde ahora en adelante será esta moneda como un amuleto para mí. Me miró al espejo y doy un suspiro y a seguir.

Bajo y ya el chófer me espera, le doy la dirección y salimos al restaurante, la melodía de las calles se mezcla entre los murmullos de las personas y los sonidos de los autos.

La voz del chófer me vuelve a mi realidad y...

° Señorita es aquí, la estaré esperando, iré a estacionar el auto, aquí está mi número para que me avise.

• Sí, muchas gracias, lo guardaré en mi teléfono y lo llamare cuando termine.

Camino lentamente con miedo por ver que me espera y con la inmensa curiosidad de quien será mi esposo. Siento el perfume que usaba mi padre y giro y no está, es como si él me estuviese acompañando en estos momentos.

El joven que atiende me pide mi nombre y me lleva a la mesa donde veo a un hombre de espaldas, los nervios están en mí, al verlo me paro frente a él y se para me saluda ... Pero este hombre será mi esposo acaso, es un poco mayor para mi.

° Buenas tardes un gusto volver a verte querida Luna. Soy Ricardo Lanka Cárter, viejo amigo de tu padre, como has cambiado. Pero siéntate por favor.

• Gracias un gusto conocerlo, me agrada saber que conoció a mi padre.

° Así es disfrutamos de nuestra niñez y fuimos juntos a la misma universidad. Ya nos separamos cuando tuvo que viajar y luego me enteré de que llegaste a sus vidas, viaje una sola vez por negocios y te pude conocer. ¿Bueno quieres algo de beber?

Debes estar cansada por el viaje, es muy pesado las horas de vuelo.

• No, estoy bien, un poco de limonada solo eso.

° Esperemos un poco a mi hijo, se está tardando, ya mi esposa me llamo indicándome que está en camino.

... Aquí estamos hablando con el señor Ricardo, muy amable, me contó los viejos anécdotas que vivieron con mi padre. Me hace feliz saber de lo que pasaron juntos, cuando se va acercando una bella mujer, me sonríe y saluda al señor Ricardo y luego a mí.

° Tu belleza debes ser Luna, la hija de Sofía y Mark. Un gusto conocerte.

• Muchas gracias, es usted una mujer muy bella señora.

° O no llámame solo Yeska.

• Gracias, trataré.

° Vuelvo en momentos, haré una llamada.

... Veo que ya no hace falta. Ya hablaré contigo más tarde.

Ven hijo te presento a Luna, hija de mi mejor amigo.

• Ho... Hola. Soy Ricardo Lanka Novan.

... Esos ojos verdes... No puede ser.

• Hola soy Luna Prioste Adler.

《 Narradora 》

... Luna sintió que su corazón latía muy rápido, sabía que esos ojos ya los había visto antes. Por otro lado, Ricardo tenía la mirada sería, miraba a Luna discretamente llevando una comida que los que más hablaban eran sus padres y Luna de vez en cuando decía una que otra cosa.