Se Mí Prometido Por 100 Días

*Dakota desde la mirada de Zayn*

El gimnasio estaba lleno de energía ese día. Zayn, al igual que siempre, se destacaba entre sus compañeros, no solo por su habilidad en el baloncesto, sino también por su actitud de chico problemático y rebelde. A su alrededor, los gritos y risas de sus amigos llenaban el aire, pero lo que realmente captó su atención fue la figura familiar que entraba al gimnasio con una sonrisa radiante.

Dakota, con su cabello rubio recogido en una coleta alta, caminaba hacia él, llevando una botella de agua fría y una toalla en la mano. Zayn la observó en silencio, sintiendo una mezcla de gratitud y desconcierto por el gesto.

Los compañeros de Zayn, al ver a Dakota acercarse, no pudieron evitar comentar entre ellos.

*Zayn desde la perspectiva de Dakota*

—¿Sabías que Dakota va a todos los entrenamientos a darle agua y toallas? Es un ángel— comentó uno de los chicos, mirando a Zayn,

—No solo eso, ¿eh? La chica más popular de la escuela, la más hermosa, y ¿se la pasa ayudando a ese tipo?— dijo otro, refiriéndose a Zayn con una sonrisa divertida,

Zayn sentía un nudo en el estómago al escuchar esos comentarios. No estaba acostumbrado a que hablaran tan bien de él. Normalmente, todos le daban la razón en sus bromas y su actitud de chico malo, pero ahora, con Dakota al lado, las cosas eran diferentes,Sin embargo, no podía ignorar la mezcla de celos y envidia que se percibía en el aire,

Dakota llegó hasta Zayn, sonriendo de manera genuina, y le ofreció la botella de agua.

—Aquí tienes, te traeré más agua después, y ya tienes la toalla— dijo, sin preocuparse por lo que los demás pudieran pensar,

Zayn tomó la toalla y la botella de agua sin decir mucho. No le gustaba que la gente hablara tanto sobre él y Dakota. De alguna manera, eso lo hacía sentir incómodo. La idea de ser visto como el chico con la chica perfecta, tan fuera de lugar para alguien como él, lo irritaba más de lo que estaba dispuesto a admitir.

Uno de los compañeros de Zayn, que se había dado cuenta de la interacción, se acercó y, en tono de broma, le dijo,

—¡Zayn, hermano, eres un hombre afortunado! No solo tienes a la chica más popular, sino que te cuida como si fueras su hijo. Si yo tuviera una chica así, no la dejaría ir por nada,

Zayn le lanzó una mirada fulminante, pero, en el fondo, esas palabras lo calaban más de lo que quería admitir. ¿Realmente merecía a alguien como Dakota? Todos en la escuela pensaban que ella era perfecta, y él... bueno, él era solo un chico salvaje, el típico tipo que salía con chicas sin importarle nada más que una noche de diversión. De repente, tener una chica como Dakota, tan dulce, tan protectora, y tan pura, lo hacía sentirse como un impostor,

Unos minutos después, uno de los chicos que siempre había sido uno de los más populares en el grupo de Zayn se acercó a él y, con una sonrisa sarcástica, le susurró:

—Eres un chiste, Zayn. ¿Cómo es posible que tengas a alguien tan perfecta como ella? No te engañes, no la mereces. Nadie como ella debería estar con un tipo como tú, un perro salvaje que no sabe lo que es una relación seria,

Las palabras le golpearon como una patada en el estómago. Zayn se quedó callado, sin saber cómo responder. Lo que ese chico había dicho no era nada nuevo. Todos sabían de su historial con las chicas y su actitud rebelde, pero escuchar esas palabras viniendo de un compañero de equipo lo hizo sentir peor. En ese momento, sintió que todo lo que había sido hasta ese momento había sido una mentira. ¿Realmente podía ser algo mejor por Dakota?

Su mirada se volvió hacia ella. Dakota estaba observando desde la distancia, como si estuviera esperando a que Zayn le prestara atención. Él sabía que ella no era tonta, que había notado cómo los chicos lo miraban y cómo hablaban de él. Y, aunque él no quería admitirlo, sentía que esas miradas y comentarios la hacían sentir incómoda.

Zayn quería responder, pero al ver la preocupación en los ojos de Dakota, se quedó callado, el nudo en su garganta apretándose cada vez más. La última cosa que quería era que ella sufriera por su reputación. Si seguía siendo el chico "salvaje", el chico que no merecía a una mujer como Dakota, tal vez todo esto podría terminar antes de que realmente tuviera la oportunidad de cambiar.

Al final, Dakota se acercó nuevamente, sonriendo de una manera tan dulce que Zayn casi se olvidó de todo lo que acababa de pasar. Le ofreció la toalla para que se secara el sudor y le dijo:

Lo haré lo mejor que pueda, Zayn. Pero también debes cuidar de ti mismo. No solo por mí, sino por ti— dijo con una sonrisa que no solo era preocupada, sino también sincera,

Zayn la miró fijamente, Ella lo estaba cuidando, sin esperar nada a cambio, No era solo por un compromiso falso, Era porque le importaba,