La Amante Del CEO

Después de que Chen anunciara mi nombramiento como la nueva CEO de Corporación Park, la tensión en la sala de juntas era palpable. Jang, furioso e indignado, no dejaba de lanzar miradas de odio hacia Chen y hacia mí.

Cuando finalmente quedamos a solas, Chen me abrazó con fuerza, susurrando palabras de aliento y apoyo.

- Sé que esto es un gran desafío, mi amor - dijo, acariciando suavemente mi cabello - Pero estoy convencido de que serás una excelente líder. Y estaré a tu lado para ayudarte en todo lo que necesites.

Asentí, sintiéndome más segura con su respaldo. Sabía que con Chen a mi lado, podría enfrentar cualquier obstáculo que se nos presentara.

Pero la amenaza de Jang seguía pesando sobre nosotros como una sombra inquietante.

- ¿Qué vamos a hacer con él? - pregunté, preocupada - Está claro que no se va a rendir tan fácilmente.

Chen me miró con determinación.

- No te preocupes, Sol. Tengo un plan para deshacernos de Jang de una vez por todas - aseguró.

Me separé un poco de él para poder mirarlo a los ojos.

- ¿De qué se trata? - inquirí, ansiosa por conocer los detalles de su estrategia.

Una media sonrisa se dibujó en los labios de Chen.

- Confía en mí, mi amor - dijo, atrayéndome nuevamente hacia él para besarme con pasión - Juntos vamos a acabar con Jang y nada ni nadie podrá separarnos.

Correspondí a su beso, sintiéndome más segura que nunca. Sabía que el camino que teníamos por delante no sería fácil, pero con Chen a mi lado, estaba dispuesta a enfrentar cualquier desafío.

Esa noche, mientras yacíamos abrazados en la cama de Chen, me reveló los detalles de su plan.

- Jang es un hombre ambicioso y codicioso - comenzó a explicar - Está obsesionado con el poder y el dinero, y no se detendrá ante nada para conseguir lo que quiere.

Asentí, recordando la forma en que había tratado de chantajearnos.

- Tienes razón - confirmé - Está dispuesto a hacer lo que sea con tal de quedar en una posición de dominio dentro de la empresa.

Chen apretó suavemente mi mano.

- Bien, pues eso es lo que vamos a utilizar en su contra - dijo, con una mirada decidida - Vamos a tentarlo con una oferta que le será imposible rechazar.

Lo miré con curiosidad, esperando que continuara.

- ¿Qué tipo de oferta? - pregunté.

Una sonrisa astuta se dibujó en el rostro de Chen.

- Le ofreceremos el puesto de CEO adjunto, con un suculento paquete de compensación - reveló - Pero con una condición: que renuncie a su lugar en el directorio y se mantenga alejado de Corporación Park y de nosotros.

Abrí los ojos, sorprendida por la audacia del plan.

- ¿Crees que Jang aceptará? - cuestioné, sintiendo una mezcla de esperanza y cautela - Después de todo, ese puesto era lo que más anhelaba.

Chen asintió con confianza.

- Estoy seguro de que lo hará - afirmó - Jang es un hombre codicioso y no podrá resistir la tentación de un cargo de tan alto nivel, acompañado de una generosa remuneración.

Medité sus palabras, analizando los pros y los contras de esta estrategia.

- Pero, ¿y si, aun así, se niega a aceptar nuestras condiciones? - insistí, preocupada - Recuerda que Jang también tiene algo que nosotros queremos mantener en secreto.

La expresión de Chen se volvió más seria.

- En ese caso, tendremos que recurrir a un plan B - dijo, con un tono de voz más grave - Pero prefiero evitar llegar a eso si es posible.

Lo miré con inquietud, imaginando cuál podría ser ese "plan B" del que hablaba.

- ¿Qué plan B? - pregunté, sintiendo que el corazón me latía con fuerza.

Chen me atrajo más cerca, besando suavemente mi frente.

- No te preocupes, mi amor - susurró - Confía en mí. Voy a encargarme personalmente de que Jang se mantenga alejado de nosotros, cueste lo que cueste.

Asentí, sabiendo que no tenía más opción que confiar en él. Chen había demostrado ser un hombre dispuesto a hacer lo que fuera necesario para proteger nuestro amor.

Al día siguiente, nos reunimos con Jang en una cafetería cercana a la oficina. Él llegó con una expresión desafiante, como si estuviera listo para una batalla campal.

- Bien, bien, miren quiénes están aquí - dijo, con un tono burlón - El CEO y su subordinada-amante.

Chen se mantuvo sereno, sin dejarse amedrentar por las provocaciones de Jang.

- Señor Jang, gracias por aceptar reunirse con nosotros - dijo, en un tono cordial pero firme.

Jang lo miró con desconfianza.

- ¿Y bien? ¿Qué es lo que quieren? - espetó.

Chen respiró hondo antes de continuar.

- Hemos venido a hacerle una propuesta - anunció, mirándolo directamente a los ojos - Una que estoy seguro que no podrá rechazar.

Jang enarcó una ceja, mostrando una mezcla de curiosidad y escepticismo.

- Los escucho - respondió, cruzándose de brazos.

Chen se inclinó ligeramente hacia adelante.

- Queremos ofrecerle el puesto de CEO adjunto en Corporación Park - reveló, con una expresión seria - Con un paquete de compensación que duplicará su salario actual.

Jang abrió los ojos, claramente sorprendido por la oferta. Pude ver cómo la codicia brillaba en sus pupilas.

- ¿Y cuál es la trampa? - preguntó, mirándonos con recelo.

Chen mantuvo la calma.

- La condición es que usted renuncie a su lugar en el directorio y se mantenga alejado de la empresa y de nosotros - explicó.

Jang frunció el ceño, evidentemente molesto por esa restricción.

- ¿Creen que soy estúpido? - espetó - ¿Por qué querría renunciar a mi puesto en el directorio?

Chen se inclinó un poco más hacia él.

- Porque de esa manera, podrá disfrutar de un cargo de mayor relevancia y poder dentro de la compañía, con una remuneración muy superior a la que tiene ahora - respondió, con un tono persuasivo - Y además, podrá mantener su distancia de nosotros y de los posibles problemas que puedan surgir.

Jang lo miró con recelo, pero pude notar que la propuesta había despertado su interés.

- ¿Y qué pasa si me niego? - preguntó, entrecerrando los ojos.

Chen mantuvo la calma, pero pude ver un atisbo de determinación en su mirada.

- Si se niega, me temo que nos veremos obligados a tomar medidas más drásticas - respondió, con un tono grave.

Jang se inclinó hacia adelante, clavando sus ojos en los de Chen.

- ¿Qué tipo de medidas? - cuestionó, desafiante.

Chen respiró hondo antes de continuar.

- Tenemos pruebas contundentes de sus actividades ilícitas en la empresa - reveló - Si no acepta nuestra oferta, no dudaremos en presentar esas pruebas ante la junta directiva y la fiscalía.

Jang palideció visiblemente, y pude ver cómo su expresión de confianza se transformaba en una de nerviosismo.

- Ustedes no se atreverían - siseó, apretando los puños.

Chen lo miró con firmeza.

- Pruébenos - respondió, sin inmutarse.

Un tenso silencio se instaló entre nosotros, mientras Jang parecía debatirse entre la aceptación y la negativa. Finalmente, soltó un resoplido de frustración.

- Está bien, acepto - masculló a regañadientes - Pero más les vale cumplir con su parte del trato.

Chen asintió, visiblemente satisfecho.

- Excelente, señor Jang. Le aseguro que cumpliremos con nuestra palabra - dijo, con un tono sereno.

Jang los miró con recelo, pero no tuvo más opción que aceptar la oferta. Se levantó de la mesa y se marchó, dejándonos a Chen y a mí solos.

Tan pronto como Jang se fue, no pude contener más mi emoción y me lancé a los brazos de Chen.

- ¡Lo logramos! - exclamé, sintiendo que una oleada de alivio me invadía - ¡Nos deshicimos de Jang!

Chen me abrazó con fuerza, besando suavemente mi frente.

- Así es, mi amor - susurró - Ahora podemos seguir adelante sin tener que preocuparnos por él.

Me separé un poco para poder mirarlo a los ojos.

- Pero, ¿estás seguro de que no intentará nada más? - pregunté, sin poder evitar la inquietud - Jang es un hombre peligroso y vengativo.

Chen acarició mi mejilla con ternura.

- No te preocupes, Sol - dijo, con una sonrisa tranquilizadora - Hemos sido muy cuidadosos en todo el proceso. Jang sabe que si se atreve a traicionarnos, las consecuencias serán devastadoras para él.

Asentí, sintiendo que poco a poco la tensión abandonaba mi cuerpo.

- Tienes razón - suspiré - Ahora solo tenemos que enfocarnos en nuestro futuro juntos.

Chen me atrajo hacia él, besándome con una mezcla de pasión y ternura.

- Así es, mi amor - murmuró sobre mis labios - Tú y yo, sin nadie más que pueda interponerse en nuestro camino.

Correspondí a su beso, sintiendo que una oleada de felicidad me inundaba. Por fin, después de tanto sufrimiento y temor, podíamos mirar hacia adelante sin tener que escondernos más.

Los días siguientes fueron una vorágine de actividad para mí. Como la nueva CEO de Corporación Park, debía familiarizarme con todos los aspectos de la empresa, desde las operaciones diarias hasta la planificación estratégica a largo plazo.

Chen, fiel a su palabra, se mantuvo a mi lado en todo momento, ofreciéndome su asesoramiento y experiencia. Su apoyo fue fundamental para que pudiera adaptarme rápidamente a mi nuevo cargo.

Jang, por su parte, cumplió con su parte del trato y se mantuvo alejado de la empresa. Parecía haber aceptado su derrota, y ni siquiera se atrevía a cruzar miradas conmigo cuando coincidíamos en los pasillos.

Una tarde, mientras revisaba algunos informes en mi oficina, Chen entró con una expresión radiante.

- Sol, tengo una sorpresa para ti - anunció, acercándose a mi escritorio.

Lo miré con curiosidad, intrigada por su entusiasmo.

- ¿De qué se trata, Chen? - pregunté, dejando a un lado los documentos.

Él me dedicó una sonrisa cálida.

- He reservado una cena especial en un exclusivo restaurante - reveló - Quiero celebrar contigo el éxito de nuestro plan y el comienzo de esta nueva etapa en nuestras vidas.

Sentí que el corazón me latía con fuerza ante sus palabras. Después de todo lo que habíamos pasado, poder disfrutar de una cena a solas con Chen sin tener que ocultarnos era algo que anhelaba desde hace mucho tiempo.

- ¡Me encanta la idea! - exclamé, poniéndome de pie y rodeando el escritorio para abrazarlo - Gracias, mi amor.

Chen me estrechó entre sus brazos, depositando un suave beso en mis labios.

- Tú te mereces todo, mi vida - susurró, acariciando mi rostro con ternura - Vamos, te llevaré a un lugar que estoy seguro que te va a encantar.

Tomados de la mano, salimos de la oficina y nos dirigimos al exclusivo restaurante que Chen había elegido. Era un lugar elegante y refinado, con una vista panorámica de la ciudad que me dejó maravillada.

Durante la cena, Chen y yo hablamos sobre nuestros planes a futuro. Ahora que Jang ya no era una amenaza, podíamos empezar a imaginar un futuro juntos, sin tener que escondernos ni vivir con el constante temor.

- Me siento tan feliz y agradecida de estar contigo, Chen - le dije, tomando su mano sobre la mesa - Todo esto parecía un sueño inalcanzable hace unos meses, y ahora... Ahora podemos ser libres de amarnos sin ataduras.

Chen sonrió, entrelazando nuestros dedos.

- Y yo me siento afortunado de tenerte a mi lado, Sol - respondió, con la mirada brillante - Juntos hemos superado todos los obstáculos y ahora podemos mirar hacia el futuro con esperanza.

Nos acercamos para besarnos con ternura, disfrutando de ese momento de intimidad y tranquilidad. Nada más importaba en ese instante, solo nosotros y el amor que nos unía.

Cuando regresamos a mi apartamento, Chen me tomó entre sus brazos y me besó con una pasión desbordante.

- Te amo, Sol - murmuró sobre mis labios - Y no veo la hora de que demos el siguiente paso en nuestra relación.

Lo miré con expectación, sintiendo que la emoción me recorría.

- ¿Qué quieres decir, Chen? - pregunté, acariciando su rostro.

Él me sonrió con ternura.

- ¿Qué te parece si nos casamos, mi amor? - propuso, con una mirada llena de esperanza - Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, ser tu compañero.