Esta es la tercera parte dé. De Santa a No Tanto.
Sofía es la hija pequeña de Rodrigo, una reconocida modelo, diseñadora y publicista, ella se fue a los quince años a vivir fuera del país con sus abuelos porque se enteró de que estaba enamorada del mismo chico que su mejor amiga katy, Franco, hijo menor de Isabella, él fue su primer beso y para no traicionar su amistad huyó.
Siete años más tarde, ella regresa para hacerse cargo de sus empresas en Italia y por petición de sus padres, pero antes de venirse tiene una noche de pasión con un desconocido que le robó no solo su virtud, sino también la razón, Sofía quedó maravillada con el desconocido y más porque le hizo sacar a su primer amor de la cabeza.
Al llegar a la reunión de su familia se lo encuentra allí y se entera de que es el mismo hombre a quien su amiga ama y de quién huyó, Sofía deberá decidir entre su amistad y el amor, pero se verá rodeada de intrigas, mentiras y malos entendidos podrá esta pareja ser feliz...
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Tratando de hablar
—Estás loco Franco, como puedes decir eso cuando no puedes — Las lágrimas en la cara de Sofía son muchas.
—A qué te refieres, con qué no puedo, Sofía, puedo y lo haré porque te amo mi amor —Las palabras impactan directamente al pecho de Sofía, esta comienza a respirar con más rapidez y sus ojos están sorprendidos.
—Como puedes decirme esto cuando… —No dice nada.
—Cuando qué, Sofía, termina la frase, cuando qué —Pregunta ya, harto Franco.
—No seas cínico, sabes por qué me pongo así como dices, nerviosa ante ti — su voz ya estaba en etapa de grito.
— Quieres saber por qué actuó como idiota, porque también me enamore de ti idiota — confiesa.
—Y no se puede, no sé pudo antes y no se puede ahora — sigue.
—Sí, te dejé y hui, pero solo para no hacerle daño a ella — las lágrimas se acumulan en sus ojos y caen de un solo golpe cada vez que ella pestañea.
—Es irónico, no crees, hui de ti de este sentimiento, para qué — se ríe sin gracia.
—Para entregarme a ti sin saber que era tú, para encontrarte cuando debía huir de ti — Franco solo la observa.
—Me aleje por ella… el día que me diste la tarjeta, ella me confesó su amor por ti, no podía hacerle eso — más lágrimas.
—No podía traicionarla y ahora mírame, estoy en un puto avión con el novio de mi mejor amiga — escupe con rabia.
—Eres un maldito descarado, ve con tu novia y déjame en paz — Concluye. Sofía ya estaba harta de su descaro.
—Ahí vas de nuevo, yo no soy ningún descarado, no mentiroso y No tengo ninguna novia de acuerdo —Dice ya molesto también y ella se aprieta el puente de la nariz con sus dedos y cierra los ojos para luego suspirar.
—Por favor, ya déjame en paz Franco, déjame tranquila, cómo puedes negarla. —Franco se acerca y la toma de la cintura una vez está cerca la sujeta por las mejillas.
—Escúchame bien, yo no tengo novia, no he tenido novia, nunca ibas a ser tú y te fuiste —Ella lo mira y dice.
—Me vas a decir que Katy no es tu novia.
—Qué mierda, Katy… Ella no es mi novia y nunca la he besado siquiera. —Los ojos de Sofía se abren de par en par y lo aparta.
—Por Dios Franco, en la fiesta de mi regreso, la besaste y quedaron de tener algo, salen juntos todas las semanas —Ella niega y se pasa las manos por el cabello, frustrada.
—No la besé, no Soy su novio y no salimos los fines de semana, salgo con Max y ella llega luego. —Sofía toma su teléfono y le enseña la foto que Katy le mostró, están bastante cerca, solo ellos aparecen en la foto.
—Ves, aquí están ambos, me dijo que esa noche pasó de todo, estaban solo ustedes, dos ya no mientas —Dijo ya exhausta.
Franco toma su teléfono y le enseña la misma foto, pero no recortada y está máximo en el otro extremo posando en la foto.
—No, tú eres la que tienes que observar, no tengo nada con ella y que tiene que ver en todo esto —Sofía se queda sin palabras, no entiende qué sucede.
—Calmémonos un momento amor, no tengo nada con ella, lo juro.
—No entiendo, ella no mentiría.—Franco la abraza fuerte y aspira su exquisito aroma —Pasan un rato así hasta que ella está mejor y se sienta para hablar ya un poco más tranquila.
—Primero, por qué te fuiste.
—Porque Katy me contó que estaba enamorada de ti y tú también fuiste su primer beso un día antes, no podía hacerle eso a ella. —Franco niega y dice.
—No hice eso jamás, te lo prometo mi amor, ahora que pasó el día de tu regreso.
—Hablé con Katrina, le conté todo y ella me dijo que le dijera la verdad a Katy —Comenzó Sofía.
—Pero ella me contó que la besaste y le habías pedido tener algo. —Franco estaba molesto, todo era un gran mar de intrigas y mentiras.
—Eso es falso, mi amor, no tengo novia, mi teléfono es tuyo para revisar. —Sofía no podía creer aquello.
Ya habían pasado varias horas de que habló con Katy y esta le envió una foto.
Sofía toma su teléfono y mira otra foto, esta vez Franco está como en una cafetería observando la casará y sonriendo y parece que ella le tomó la foto.
—Estamos en la cafetería juntos, hoy pasaremos un bonito día, cuídate amiga. —Franco le quita el teléfono y se molesta al ver eso.
—Ya entiendes lo que pasa Sofía, yo no estoy con ella, está mintiendo. —Más lágrimas caen y más cuando niega con su cabeza.
—Cómo pudo mentirme así, es mi amiga, yo me aleje de ti por ella.
—Al parecer le gusto y esto ya es algo obsesivo, amor por favor créeme no estoy mintiendo.
—Esto es muy fuerte para procesarlo, me he estado torturando por nada—ella niega por haber sido tan estúpida.
—Tranquila, amor solo ven y descansa un rato, cuando despiertes estaré aquí y hablaremos mejor. —Sofía asiente y lo besa y él le sigue el beso, luego otro y otro beso hasta que la levanta y la lleva a la habitación.
Esta es grande, las paredes son blancas y color Marfil, la cama es grande y las sábanas son de un tono gris, hay un gran TV, una biblioteca y un tocador muy bonito.
Franco la acuesta en la cama y la abraza, acaricia su cabello y besa cada parte de su rostro hasta que ella se deja vencer por la suavidad de su toque.
