Tú Eres Mi Perdición

Stefano despertó en una clínica, miró su alrededor y vio a Ludovika sentada en un sillón leyendo con las piernas cruzadas.

—Abuela, ¿dónde estoy?

Ludovika se levantó y se acercó —¿Cómo te sientes?

Stefano comenzó a llorar —Mi papá y mi mamá.

Ludovika frunció el ceño — Ellos están en el cielo, mi niño no llores, ellos están en el cielo — Lo abrazó suavemente — todo por culpa de personas malas mi niño.

Stefano —¿Ma… Malas? Abuela yo quiero ver a esas personas.

Ludovika sonrió con malicia y acariciando el cabello del niño habló —Los verás mi amor, y también darás una lección, por eso no debes llorar tienes que ser fuerte.

Stefano, limpio sus lágrimas ligeramente — Yo seré fuerte, pero ahora me duele aquí…(señalando su corazón)... Ellos ya no están y me duele.

Ludovika sonrió fingiendo tristeza — Sí, a la abuela también le duele mucho.

“Pequeño malcriado haré de ti un hombre frío” Pensó ella.

Después de la recuperación de Stefano ella lo llevó adonde iban a vivir, ya estaban los empleados de la casa, Ludovika aprovechaba cualquier momento para llenar la cabeza de veneno.

—Stefano, esta familia es la que arruinó a tu padre, ese hombre y esa mujer.

—Ellos, ¿yo los conozco? Abuela.

—No creo que siempre fueron enemigos pero yo tengo un poco de amistad, por temas empresariales.

Stefano, miraba esa mujer en la pantalla del tv, “ Vallolet, lanzó un nuevo producto un café con sabor exquisito” Vallolet… Pensó el pequeño— Abuela, me duele la cabeza — él se agarraba la cabeza y venían los recuerdos de aquel accidente, sus lágrimas caían ligeramente por sus pequeña mejilla.

Ludovika lo abrazó, ella fingía a la perfección ser la abuela amorosa —Vamos debes descansar.

En Suiza…

Luciano se sentaba junto a Mel —Mi amor abre tus ojos, aquí estoy, no quiero irme de la tierra sin hablar contigo, te amo…( lágrimas)... eres mi mejor regalo de vida, te necesito, nuestro hijo te necesitará en un futuro no muy lejano.

Lesther estaba parado viendo desde la puerta —así se pasa horas a su lado, tanto amor hay en ese hombre, mientras que su cuerpo se desvanece.— soltó un suspiro y se dio vuelta quedando frente a Vicent.

—Comprende, es su esposa la madre de su hijo, la mujer que lo eligió y dio todo porque él viva unos años más.

Lesther asintió — Acompáñame, mira este es el diagnóstico de ella, hubo un gran progreso desde que él está allí, estoy seguro que lo está escuchando.

Vicent —Se lo dijiste a Luciano …

Lesther asintió — Lo hice, porque eso significa que más allá del daño que ella sufrió está luchando por vivir, día a día desde hace una semana se ve leves mejoría y son posibilidades grandes de que ella salga de esto.

Vicent —Haré todo por ella, quiero que esté bien Luciano merece mi ayuda y se la daré.

Luciano salía con su silla de ruedas, se agarraba la cabeza, sus lágrimas caían ligeramente por sus mejillas, con un nudo en sus garganta — Ustedes deben cuidarla si yo muero hoy o mañana, necesito que estén al pendiente de ella.

Vicent y Lesther asintieron. — ¡Así será amigo!

Luciano, limpio sus lágrimas —Me dijo Isaac qué mis amigos y hermana estuvieron juntos y contrataron investigadores privados, te pido Vicent que cuides de ellos.

Vicent sonrió — Seré su protector, aunque tengo que decirte que hay una mujer, que siempre estoy al pendiente, Emma Torrechelli se lo prometí hace unos años y por ella se cada movimiento que están haciendo Vallolet y los demás.

Luciano frunció el ceño — ¿ Qué son amantes?

Vicent soltó una carcajada —jajaja, eso me hubiera gustado, esa mujer me cautivo.

Luciano entrecerró sus ojos — No te metas con ella, esa mujer ama a mi amigo Dante, su mirada está puesta en él.

Vicent asintió — No lo haré, pero sí pudiera la llevaría conmigo, pero yo respeto a la familia.

Luciano asintió — Me alegra, saber que tienes principios.

—Quisiera olvidar mis principios, ja,ja.

Luciano negó con la cabeza — necesito ver a mi hijo antes de morir.

Vicent se acomodó en su silla, soltó un suspiro — Sabes que eso es imposible, tu hijo piensa que estás muerto.

Luciano tragó saliva — Juró que aunque sea lo último que haga, voy a hablar con él, por favor que hagan la máscara.

Lesther asintió y salió del comedor—Mi hijo no debe hacer todo lo que esa mujer le diga.

—Lo llevaré conmigo a una cabaña que tengo en las afueras de Nueva York.

—Luciano amigo, te voy a acompañar siempre,tranquilo amigo mío.

Luciano asintió y mostró frialdad en su mirada— Ludovika vivirá en infierno ¿Podrás con ello? Quiero que quede loca, que pierda la cordura por completo y que la torturen hasta que muera.

Vicent asintió, ahora tenía un pedido que cumplir, aunque sea lo último que haga—Será como digas ¿Mel,qué haré con ella?

Luciano tragó saliva — Creó que eso ella va elegir, pero si tienes oportunidad hazla feliz, por favor.

Vicent negó con la cabeza — Sabes que no lo haré, ella es tu esposa y yo no podría ocupar tu lugar.

Ti,Ti, Ti… las máquinas comenzaron a sonar ,Mel se estaba moviendo.

Lesther fue a pasos agigantados —Te lo dije, el amor es más fuerte, que la misma muerte—Lesther sonrió — Mel soy Lesther y estás a salvo ,aquí viene Luciano, solo déjame terminar de quitártelo…( tragó saliva)... desconectó los tubos y quito esto, muy bien.

Luciano miró cada movimiento de Lesther y sí pensó que él sería el hombre que podría interesarle enamorarle a Mel. Mel tenía apenas sus ojos descubiertos y suspiró — Gra…cías.

Lesther asintió, la verdad lo hipnotizaba los ojos verdes esmeralda de aquella mujer— Los dejó, después tengo que hacer algunas pruebas.

—Mm… me.. duele..mucho.

Lesther asintió — Te pondré esto, hará que no duela.

Luciano se acercó con un nudo en la garganta,—hola hermosa,no sabes como me alegra verte despertar.

El la tomo de la mano y llevó a sus labios—Lu… Stefano.

Luciano sonrió asintiendo, sabía que Mel no olvidaría su pequeño — Está con Ludovika, así como pensamos que iba a suceder.

Mel asintió — Duele…( lágrimas traga saliva)...¡Mucho, ayúdame a calmar!

Luciano se desesperó —¡Lesther! Por favor ponle un sedante.

Lesther asintió — Esto la hará dormir…

Mel durmió hasta que las heridas fueron sanando casi 45 días, Luciano estaba siempre presente viendo como Lesther, hacia su trabajo.

—Luciano ya terminé, con permiso.

Antes que Lesther cruzara la puerta —tenemos que hablar.

Lesther asintió — Te espero en el despacho.

Luciano se acercó a Mel, ella tenía muchas cicatrices, ya estaba con muletas—pronto, podrás despertar.

Él caminó detrás de Lesther, Vicent estaba en Barcelona, ellos estaban solos, Lesther se sentó en el sillón. — Dime Luciano ¿Qué pasa?

— ¿Mi esposa te agrada?

Lesther se levantó de su lugar y trago saliva — Creó que es hermosa aún así con esas cicatrices, ¿Qué hice? Si yo te molesto con alguna actitud lo siento.

Luciano sonrió — No, solo se que estas sintiendo cosas por ella…

—Lo siento, yo…

—Es lo que necesito, yo quiero que después que yo no esté, que tú la cuides.

—Ella te ama, crees que se fijé en mí, Luciano estás loco,la cuidaré pero no intentaré enamorar a Mel.

Luciano limpio sus lágrimas — no es fácil pedirte ésto, es mi mujer y la amó con mi alma, pero seamos sinceros ella es joven.

Lesther negó con la cabeza — Lo sé y lo siento, se que esto es difícil pero no podemos hablar de algo así, si quieres puedo conseguir alguien más que haga mi trabajo.

Luciano lo miró sorprendido.— No, Lesther nadie más que tú, puede hacer esto.

☆☆☆☆Dos meses en Barcelona

Vallolet estaba en la clínica con una cesárea, nació la pequeña Diana.

Emma entró a la habitación con una sonrisa amable —Hola, amiga felicidades… Oh mira qué preciosa es la pequeña.

—Gracias por venir…(lágrimas)... hoy se cumplieron dos meses y quince días de que Mel, no está con nosotras.

Emma sonrió con tristeza ella limpió sus mejillas — Lo sé amiga, fui al cementerio a dejar flores.

Vallolet sonrió con tristeza—Mañana Mel cumple 29 años.

Emma asintió—Vamos juntas a llevar flores…

Un día Stefano salía de clases y en el pasillo una mujer se acercó a él, los ojos de aquella mujer eran como lo de su madre solo que lucía, como una indegente.

—Sabes que tus padres te aman.

El niño se dio media vuelta — supongo que desde el cielo la enviaron para decirme, así no los olvidaré.

Él pequeño Stefano James era muy pequeño pero inteligente.

Mis queridos lectores espero estén disfrutando, no olviden comentar, dejar regalos y sus likes. Desde ya muchas gracias 😘