PRIMER LIBRO PRINCIPAL DE LA COLECCIÓN HURMAYA:
Majic es hija del rey Carpio, quien se ha visto obligado a hacer el papel de despiadado, la hizo vivir relegada en el olvido, bajo el pretexto de ser la hija de la primera esposa del monarca que había cometido traición, lo que busca es protegerla de poderes malignos desconocidos.En ese olvido, ella sueña con unos ojos grises que le dan calidez y esperanza, un recuerdo inconsciente de un viejo amor.
Obligado a ejecutar un plan para proteger los reinos mágicos, el rey Carpio, bajo pretexto de firmar un acuerdo de paz, ofrece a su hija en matrimonio al rey de Fontana, un gran enemigo, sacando de la torre más oscura del palacio a Majic, quien sin entender lo que significa deberá casarse con un hombre que la detesta por ser la hija de su mayor enemigo.
La nueva vida de la princesa, tal vez solo sea el camino para llegar a su verdadero amor 💙; descubrir sus poderes envueltos en amor y odio, así como, recuperar el trono que le pertenece.
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7. Cambios de actitud
Majic solo seguía llorando al pie de la puerta de la habitación del rey, quien no podía entender las actitudes de la extravagante princesa, dudaba de sus palabras, pero su forma de comportarse le causaba mucha molestia y ahora hasta grandes dudas, tal vez era necesario conocerla un poco mejor, antes de convertirla en la madre de su hijo y con ello en la reina de Fontana, no vaya a ser una completa desquiciada.
El rey esperó que la princesa dejara de llorar, que fue como una hora después, luego abrió la puerta, y pidió a las damas de la corte que se mantenían fuera de la habitación real que llevaran a su esposa a sus aposentos, y que tenía prohibido salir de ahí hasta que él lo ordene.
La princesa tenía los ojos hinchados de tanto llorar, se sentía muy avergonzada, tenía aún en sus brazos la marca de las manos del rey cuando la sujetó con fuerza para tirarla en la cama, lo que dejó su cabello alborotado en el afán de liberarse del agarre de su esposo en esos momentos; fue caminando lentamente rumbo a sus aposentos, como si su cuerpo pesara como cuatro veces más; quienes la vieron supusieron que era consecuencia de haberse convertido en la mujer del rey y que no lo había pasado nada bien; tan lejano a eso, ella ni sabía que significaba estar casada.
Cuando ella ingresó a sus aposentos la puerta fue cerrada desde afuera, la joven princesa se fue a tirar a su cama, arropando su menudo cuerpo con su manta, para volver a llorar, las lágrimas solo pararon cuando la jovencita se quedó dormida.
A la mañana siguiente, la inocente princesa se miró en el espejo, se dijo a si misma que debía resistir y seguir viviendo, le había prometido a su madre, la última vez que la vio, que "lucharía por mantenerse con vida" y estaba dispuesta a cumplirlo, así que fue al cuarto de baño y procuró arreglarse, se lavó como pudo y se aseguró que sus dientes quedaran limpios; se hizo una cola en el cabello y fue a buscar en el ropero alguna ropa, todos los vestidos eran muy sencillos, pero a ella le parecían hermosos; escogió un verde agua; cuando estuvo lista fue a ver por aquella ventana, se alegraba escuchando los pajaritos cantar.
Mientras tanto el rey en su despacho firmaba las órdenes para que inicien la construcción de escuelas y hospitales que habían sido destruidos durante la guerra.
- "Hubo comentarios de que la princesa no la pasó muy bien anoche, me alegra que hayas tenido en cuenta mi consejo, y el matrimonio se haya consumado", dijo Tesko.
El rey ya no quería escuchar más consejos relacionados a la princesa, así que dejó que el consejero real supusiera que ya había tomado a Majic como mujer, aunque eso volvió a recordarle las lágrimas de la joven princesa y se preguntaba una vez más si ella tal vez estaba siendo sincera.
El mayordomo llamó a la puerta, le informó que el desayuno ya estaba listo, así que ordenó que mandaran a llamar a su esposa.
- "Debió agradarle a su majestad estar con su esposa, ya que ahora la llama a desayunar", dijo Tesko con una mirada que molestó al rey, quien prefirió mantenerse callado.
Estaba Majic disfrutando del cantar de los pájaros, cuando escuchó que abrían la chapa de su habitación, la jovencita se puso de pie de inmediato, era un par de las damas de la corte que le decían que se acercara al comedor, que el rey la estaba esperando para desayunar; aún nerviosa, las siguió, tenía que vivir así que para ello debería comer, aunque le dé miedo ver al rey.
La princesa se acercó a la mesa, y vio con asombro la cantidad de platos diferentes que habían servido, el rey le apartó una silla para que se sentara, pero desconociendo de protocolos, aún de pie empezó a tomar la comida con las manos y a deglutir presurosamente, si algo recordaba de su vida en la torre, era que la única comida segura era la que recibía en el presente, el mañana no le garantizaba nada.
El rey se sorprendió mucho con la actitud de la princesa, era imposible que una princesa bien educada, por más majadera que fuera se comportara de esa manera; aunque eso le resultó molesto dejó que la princesa comiera todo lo que deseaba; para luego pedir los utensilios necesarios para que se lave.
- "Tráigan un abrigo para mi esposa, vamos a salir", dijo el rey y todos se sorprendieron.
Le llegaron los comentarios al Consejero Real, quien presuroso fue a alcanzar al rey antes de que subieran al carruaje.
Majic veía desde el carruaje, como la observaba el consejero y por alguna razón, sentía muchísimo más miedo de esa mirada que la del rey, porque parecía turbia y con deseo extraño hacia ella ; así que solo miró sus propios pies.
- "¿Va a llevar a la princesa de paseo, su majestad?, cuestionó Tesko; sin dejar de mirar a la princesa.
- "Tengo que revisar los trabajos de reconstrucción, quiero que vea lo que hizo su padre, ¿hay algún problema?, Tesko", preguntó el rey.
- "Temo que después de intimar, pueda desarrollar algún sentimiento por ella, recuerde quien es su padre", dijo el Consejero Real.
- "No sé me olvidó anoche, no se me va a olvidar nunca, deja de preocuparte Tesko", expresó Fortem, mientras ponía su mano en el hombro de su amigo.
El rey subió al carruaje, durante el camino observó con cuidado las expresiones de su esposa, mientras la jovencita miraba el camino, parecía como un cachorrito encerrado que mira inquieto lo que desconoce; cuando llegaron a la primera escuela que estaban reconstruyendo, ayudó a la joven princesa a bajar del carruaje, después de lo ocurrido anoche, Majic sentía mucha incomodidad que su majestad la tocara.
El rey supervisaba muy atento los trabajos, mientras veía que su esposa se había quedado parada a un costado del carruaje, casi inmóvil solo mirando a su alrededor; después de algunas horas se acercó a ella, llevándole agua para que bebiese, lo que agradeció la joven princesa, que no se atrevía hacer nada por no molestar a su esposo.
- "La guerra con tu padre, dejó muchos daños en nuestro reino, por eso es importante este tratado de paz; te pido disculpas por ser demasiado brusco contigo anoche", manifestó el rey.
Era la primera vez que alguien se disculpaba con ella, ella no sabía que decir, parecía un pajarito herido con mucho miedo a volar.
- "Por favor, sé sincera conmigo, ¿qué significa que hayas sido una princesa olvidada?", preguntó el rey y por primera vez no la miraba con severidad.
Toda la actitud del rey confundía mucho a la muchacha, era severo con ella y también amable, podía decir palabras hirientes pero también confortantes, podía odiar cuando la tocaba como la noche anterior en la habitación o sentir algo especial como cuando bailó con él; todo era nuevo y no tenía la menor idea de cómo actuar ante ello.