NovelToon NovelToon
Promesas De Hielo Y Fuego

Promesas De Hielo Y Fuego

Status: En proceso
Genre:Amor tras matrimonio / Traiciones y engaños / Matrimonio arreglado / Amor-odio / Diferencia de edad / Venganza de la protagonista
Popularitas:8.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Valentina Claros

En el frío norte de Suecia, Valentina Volkova, una joven rusa de 16 años con ojos de hielo y cabello dorado, se ve obligada a casarse con su padrastro, Bill Lindström, un hombre sueco de 36 años. Marcados por un pasado lleno de secretos y un presente lleno de tensiones, ambos deberán navegar entre el deber, el resentimiento y una conexión que desafía las normas. En un matrimonio tan improbable como inevitable, ¿podrá el amor surgir de las cenizas de la obligación?

NovelToon tiene autorización de Valentina Claros para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

X. På livets rand (Al borde de la vida)

Los días en la mansión en las afueras de Estocolmo habían sido una constante batalla contra el tiempo. La fiebre de Valentina seguía subiendo, alcanzando niveles alarmantes a pesar de los cuidados intensivos que los médicos habían proporcionado. Su respiración era cada vez más débil, como si cada inhalación fuera un esfuerzo que drenara las pocas fuerzas que le quedaban.

Bill, acostumbrado a controlar cada aspecto de su vida con precisión y cálculo, se encontraba en un terreno completamente desconocido. Pasaba horas junto a su cama, observándola, preocupado y lleno de culpa. Cada tos desgarradora de Valentina lo hacía apretar los puños, incapaz de hacer algo para aliviar su dolor.

La tarde del cuarto día, el doctor principal entró en la habitación con el rostro grave.

—Señor Lindström, hemos hecho todo lo que está en nuestras manos, pero la condición de Valentina ha empeorado considerablemente. Tiene una neumonía severa que se ha complicado con infecciones bacterianas secundarias. No podemos tratarla adecuadamente aquí. Necesita ser trasladada a un hospital inmediatamente.

—¿Cómo propones hacerlo? —preguntó Bill con voz tensa—. La nieve ha bloqueado todos los caminos, y las camionetas no pueden salir.

—Un helicóptero médico es nuestra única opción —respondió el médico.

Bill no perdió tiempo. En menos de una hora, había organizado el traslado. Su influencia en la ciudad le permitió movilizar los recursos necesarios rápidamente. Cuando el helicóptero aterrizó en los terrenos de la mansión, el ruido de las hélices resonó en todo el lugar, mientras un equipo médico se preparaba para llevar a Valentina.

Valentina apenas estaba consciente cuando la colocaron en una camilla y la cubrieron con mantas térmicas. Su piel estaba pálida, casi translúcida, y sus labios tenían un tono azul. Bill observaba desde el costado, siguiendo cada movimiento de los paramédicos con una mezcla de preocupación y desesperación. Cuando el helicóptero despegó, Bill se sentó al lado de Valentina, sosteniéndole la mano con firmeza.

El viaje fue corto pero intenso. Los médicos monitoreaban constantemente sus signos vitales, ajustando el suministro de oxígeno y administrando medicamentos para estabilizarla. Bill no apartó la vista de ella ni un segundo, ignorando el frío que se filtraba en la cabina.

En el hospital, Valentina fue recibida por un equipo médico que la llevó directamente a cuidados intensivos. Bill tuvo que quedarse fuera mientras realizaban las primeras evaluaciones, un hecho que lo dejó inquieto. Caminaba de un lado a otro del pasillo, con las manos metidas en los bolsillos de su abrigo para evitar que notaran que temblaban.

Finalmente, el médico encargado salió para hablar con él.

—La señorita Valentina está en estado crítico. Su neumonía ha avanzado demasiado rápido, y las infecciones secundarias están ejerciendo una presión considerable sobre su sistema. Hemos comenzado un tratamiento agresivo, pero es un camino muy delicado.

—¿Qué significa eso? —preguntó Bill con la mandíbula apretada.

—Significa que su vida está en peligro, señor Lindström. Haremos todo lo posible, pero necesita estar preparado para cualquier escenario.

Bill asintió en silencio, aunque por dentro sentía que todo se desmoronaba. Había construido un imperio desde cero, enfrentado desafíos imposibles, y ahora estaba completamente impotente frente a la fragilidad de la vida de Valentina.

Durante los primeros tres días en el hospital, la condición de Valentina osciló entre pequeñas mejoras y recaídas alarmantes. Los médicos mantenían un monitoreo constante, mientras que Bill apenas se movía de su lugar fuera de la UCI. Cada vez que lo dejaban entrar a verla, la imagen de su cuerpo conectado a tubos y máquinas le causaba un nudo en el estómago.

Una noche, mientras observaba a través del vidrio, se permitió un momento de vulnerabilidad. Apoyó la frente contra la fría superficie y cerró los ojos.

—Esto es culpa mía… —susurró para sí mismo, aunque sabía que nadie podía escucharlo.

Valentina, aunque no estaba consciente de manera plena, sentía el peso de la enfermedad en su cuerpo. Sus sueños eran una mezcla de recuerdos, miedos y una sensación constante de asfixia. En su mente, veía la mansión, las cámaras, la nieve interminable, y la figura de Bill, siempre imponente, siempre presente. Quería gritar, pero su cuerpo no respondía.

Había momentos en los que su conciencia emergía brevemente, lo suficiente para escuchar fragmentos de conversaciones médicas o sentir la presión de una mano cálida sobre la suya. Aunque no podía abrir los ojos, sabía que era Bill quien estaba ahí.

Después de una semana de tratamiento intensivo, Valentina mostró signos de mejora. Su fiebre comenzó a bajar, y su respiración, aunque aún débil, se estabilizó lo suficiente como para que los médicos se sintieran optimistas. Sin embargo, advirtieron a Bill que su recuperación sería larga y complicada.

—Además de los daños físicos, es probable que Valentina experimente secuelas emocionales y psicológicas debido a la gravedad de su estado. Necesitará terapia, tanto para recuperarse físicamente como para procesar lo que ha pasado.

Bill aceptó las recomendaciones sin dudarlo, pero en el fondo sabía que este sería solo el comienzo de un largo camino. Cuando finalmente pudo entrar a verla después de que despertara, se encontró con una Valentina pálida y débil, pero consciente.

Sus ojos se encontraron, y aunque ella estaba demasiado cansada para hablar, su mirada decía todo lo que Bill necesitaba escuchar: estaba furiosa, resentida y rota.

—No digas nada —murmuró él, sentándose junto a su cama—. Solo… concéntrate en ponerte bien.

Valentina cerró los ojos, dejando que las lágrimas rodaran por sus mejillas. Sabía que su cuerpo necesitaba sanar, pero su mente estaba llena de una mezcla de emociones que no sabía cómo procesar.

1
Beatriz Coelho
Lo que no entiendo es cómo le dan tanto poder y le enseñan a manejar negocios si es una niña de 16 años o ya para 17, no estudia no va a la preparatoria???
y de paso es una maquiavélica...no, no, no aburre
Magda borquez
mucho preámbulo. repite mucho. da vueltas en lo mismo...
Magda borquez
una pregunta... Valentina no estudia? sólo tiene 16 años...
Mayelin Almonte
fotos porfavor
うacacia╰︶
Quiero saber más, ¡actualiza pronto! ❤️
Celia Luis Huamani
Emocionada por la continuacion
Max >w<
No puedo esperar a leer el siguiente capítulo! 😃
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play