Cassandra Yohana, una chica de 17 años que aún usa el uniforme gris de secundaria, tiene el pasatiempo de saltarse clases y dormir durante las lecciones. Aun así, sus calificaciones siempre son excelentes, lo que la ha vuelto bastante arrogante.
"¿De qué sirve tener cerebro si no lo usas? De nada sirve ser un ratón de biblioteca si tu cabeza sigue siendo débil", decía Cassandra con su lengua afilada al ver a sus compañeras estudiosas.
Hasta que un día, su clase recibe a un nuevo profesor que pone su mundo patas arriba.
Arsenio Xalendra, un hombre maduro con un carisma imponente, cuya mirada fría y penetrante intimida a cualquiera.
Pero para Cassandra, Arsenio Xalendra no es más que un hombre cruel que vino a destruir su tranquilidad.
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Capítulo 7
"¡Sandra...!"
Un hombre con un traje blanco se sorprendió al ver a Casandra entrar en su habitación con el rostro pálido y sudoroso.
"Tío, ayúdame." Casandra miró hacia atrás con pánico y miedo.
"Sandra, tranquila." El hombre al que Casandra llamó tío la levantó y la llevó a la camilla.
"El-ellos son malos, tío, me hicieron daño." Casandra estaba aterrorizada.
"Sí, tu tío te protegerá. No te asustes."
Fadli tomó una inyección tranquilizante para Casandra, el psiquiatra le inyectó el medicamento en el brazo.
"No tengas miedo, estás a salvo." Fadli acarició la cabeza de Casandra y reclinó su cuerpo para que descansara.
"Pero son malos, tío, me hicieron daño." Casandra seguía delirando, pero no como antes, poco a poco sus ojos se fueron cerrando y su voz delirante se fue apagando.
"Sandra, ¿por qué te vuelve a pasar esto?" Fadli miró a Casandra con compasión.
Fadli cogió su teléfono y llamó a alguien.
"Hola, hermano, Sandra ha vuelto a recaer."
Mientras tanto, en la escuela, Greta parecía preocupada por no ver a su mejor amiga, sobre todo porque no podía contactar con Casandra.
"Ay, ¿estará Sandra todavía en el despacho del señor Arsen?" Greta se paseaba de un lado a otro antes de decidirse a ir en busca de su amiga.
Toc... toc... toc...
Greta llamó a la puerta con nerviosismo.
"¡Adelante!"
La llamada desde dentro puso aún más nerviosa a Greta.
Click
Greta abrió la puerta del despacho de Arsen, cuando éste estaba a punto de irse.
"¿Qué ocurre?", preguntó Arsen con voz inexpresiva.
"Eh, esto... señor, estoy buscando a mi amiga", dijo Greta nerviosa.
Arsen enarcó una ceja. "¿Tu amiga?"
"S-sí, señor. Sandra."
Arsen frunció aún más el ceño. "¿La has visto aquí?", preguntó Arsen a su vez.
Greta miró a su alrededor y no vio a Casandra por ninguna parte.
"No, señor", respondió Greta negando con la cabeza.
"Bueno, ¿por qué sigues aquí?"
Greta se sobresaltó y se sintió incómoda. "Esto... disculpe, señor. Voy a buscar a mi amiga."
Greta se fue con el corazón acelerado, mientras que Arsen estaba un poco confundido por las palabras de Greta.
"No está en la escuela", murmuró para sí mismo.
Arsen salió de la escuela y se marchó en su coche.
El hombre llevaba gafas de sol y un dispositivo de comunicación en la oreja.
"Hola, Louis, estoy de camino", dijo Arsen a alguien al otro lado del teléfono.
"De acuerdo." Arsen aumentó la velocidad de su coche por encima de la media.
Al día siguiente....
"¿Cómo está?", preguntó un hombre de unos 40 años.
"Está mejor, pero Sandra aún no ha abierto los ojos, hermano", respondió Fadli.
El hombre sólo pudo asentir. "¿Cómo ha podido volver a pasarle esto? Alguien debe de haber mencionado algo relacionado con su pasado", dijo el hombre. "Pensé que ya se había recuperado de su trauma", continuó.
"Se cura si no hay nada que la lleve de vuelta a las cosas malas que ha experimentado, y es una reacción natural que el paciente aún no pueda deshacerse de las malas imágenes que ha experimentado", explicó Fadli.
"Me encargo de ella, tengo que volver a Estados Unidos. La pobre Yolanda se sentirá sola si me quedo mucho tiempo", dijo el hombre con una leve sonrisa a Fadli.
"Pero hermano, Sandra te necesita", dijo Fadli.
"Sí, pero Yolanda también me necesita, Sonya vendrá más tarde." El hombre se fue. Ignorando las palabras de Fadli, que miraba a su cuñado con tristeza.
Fadli suspiró y miró a Casandra, que aún tenía los ojos cerrados.
"Tienes que ser una chica fuerte, tu tío siempre estará ahí para ti." Fadli acarició la cabeza de Casandra.
"¿Dónde está el cliente?", preguntó Arsen al ver a Louis, su ayudante.
"Dentro, señor."
Louis abrió la puerta del despacho de Arsen.
"Buenas tardes, señor." Un hombre se puso de pie con una amplia sonrisa, mientras que la mujer que estaba a su lado parecía sonreír al ver a Arsen.
"Arsenio Xalendra, nos volvemos a encontrar."
Arsen desvió la mirada hacia la mujer que acababa de saludarle.
"Jova."
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*El reloj aún no ha llegado 🤣🤣🤣*
