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LA NOVIA MUDA

LA NOVIA MUDA

Status: Terminada
Genre:Completas / Contratadas / Vientre de alquiler / Tú no me amas
Popularitas:7M
Nilai: 4.7
nombre de autor: Thalita Lis

ELUCIBETH, NO NACE MUDA TODO ES PRODUCTO DEL ACCIONAR INHUMANO DE SU MADRASTRA.
LA VENDE COMO YEGUA DE CRÍA A UNA FAMILIA PODEROSA.
ELUCIBETH TIEMBLA DE MIEDO, EL HOMBRE DESTINADO ES UN HOMBRE CRUEL Y SIN CORAZÓN.
JAMÁS IMAGINÓ QUE EL MISMO HOMBRE LA HARÍA SENTIRSE VALIOSA Y AMADA

NovelToon tiene autorización de Thalita Lis para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 7. Primera noche.

"Hey mudita" Habló una de la empleadas, levantando su plato de comida. "Ve a la cocina y auméntame más arroz".

Elucibeth se congeló en el lugar.

"Que esperas muchacha, hágale caso". Agregó Carlota nada paciente. "De paso me traes un postre".

La joven se mordió el labio y negó con la cabeza. No tenía la intención de obedecer. Había sido vendida para la Familia Prieto del Sol para una sola tarea y no para satisfacer las necesidades de sus empleadas.

"¿Qué no quieres?" Con irritación, la empleada mas jóven le dedicó una mirada afilada. "Conste que no hay nadie en la mansión para defenderte, si por accidente te golpeas el rostro. La señora Estela salió a cenar con sus amigas".

"Déjenla tranquila" La voz de un hombre sonó desde la entrada que da a la sala de estar.

Giraron hacia la puerta y se encontraron con un joven alto y rubio de unos 30 años. Era Tomas el jardinero. "Dudo que a la patrona le haga gracia cuándo se entere que están maltratando a la futura madre de su nieto".

"¿Madre?" Carlota se burló con una mueca. "La muchacha solo es una incubadora humana. Sería muy estúpida si cree que la patrona la va a considerar como la madre de su nieto. Es solo su yeguita de cría"

"Cuida sus palabras, señora." Advirtó el joven. "No querrá marchase más rápido de lo que demoró en ingresar. Por más mayor que sea en años, le recuerdo que yo soy mas anciano que usted en esta casa"

"Jardinerito de quinta" Masculló Carlota con enojo.

Tomas caminó hasta la mesa y reposó ambas manos al tiempo que recorría con la mirada fría a las 6 sirvientas.

"También les recuerdo que este no es sitio para que la servidumbre se siente a comer, cómo si fueran los mismos dueños. Nuestro lugar está en la cocina". Continúo.

Elucibeth recorrió con la mirada a las criadas que tomaban sus platos y se marchaban en fila hacía la cocina, sin dejar de maldecir a regañadientes.

Carlota fué la última en salir. Antes de abandonar el comedor, chispeando de rabia, le dedicó una fea mirada a ambos.

Elizabeth hizo una reverencia y salió a prisa del lugar, para luego encerrarse en la habitación. Su vida no iba a ser nada fácil. Todos sabían que solo era un objeto para procrear, nadie la respetaba y eso la hizo entristecer en gran manera.

Contuvo las lágrimas que amenazaban con salir y se sentó en la butaca.

No tenía la más mínima intención de asomarse por la cocina que prefirió morir de hambre.

Pero después de 10 minutos alguien tocó la puerta.

"Señorita" Era la voz del jardinero.

La joven caminó hasta la puerta y con temor sacó la cabeza.

Las manos del joven sostenían una bandeja de plata con comida.

"Debe alimentarse" Le alcanzó la bandeja con una sonrisa.

Elucibeth abrió la puerta en su totalidad y volvió a inclinarse. Luego tomó la bandeja y cerró la puerta.

Después de una cena ligera, Elucibeth cogió el pijama de seda de color esmeralda que permanecía bien doblado en el primer cajón y se lo puso.

Con el cuerpo tembloroso se metió bajo las sábanas, tomando gran distancia del cuerpo inmóvil de Bryan Prieto del Sol.

Era su primera noche de las tantas que compartiría con el apuesto hombre, hasta que el Señor lo llamara a su presencia, ella esperaba que eso ocurriera muy pronto, para no tener que soportar la tensa situación.

Todo le resultó escalofriante como si compartiera lecho con un cadáver y se llenó de miedo.

A penas pegó los ojos, pensando en que sucedería el dia siguiente.

Los recuerdos del dia la visitaron. Las palabras crueles de Madame Diana golpearon su cabeza provocándole un dolor agudo.

Lloró unas largas horas hasta que se quedó dormida.

Los rayos del sol atravesaron la ventana y Elucibeth abrió los ojos perezosamente.

Cuando se encontró con el rostro perfecto de Bryan Prieto de Sol a un centímetro de sus narices se asustó y retrocedió significativamente.

No entendió cómo fue que se acercó tanto al hombre, que incluso una pierna suya reposaba en su encima. Con mucho pánico se alejó todo lo pudo y se puso en pie como un resorte.

Luego ya mas calmada, se acercó a ordenar las sábanas, mientras lo hacía, se detuvo por un rato para contemplarlo. Sus gruesos labios estaban muy resecos.

Elucibeth tomó su único bálsamo de cacao de 1 dólar y le pasó por los labios con sumo cuidado.

Cuando vio el resultado, se sintió mejor.

'Pobre, por lo menos debe tener una muerte digna y conservar su belleza' Pensó.

Entró al baño para su rutina de limpieza, luego con mucho cuidado se puso la misma prenda de la noche anterior. Se hizo su típica trenza de dos lados y bajó al primer nivel.

En la planta baja no vió a Estela por ningún sitio.

Miró el enorme reloj griego en la pared y supuso que aun estaría durmiendo. Eran las 6.50 de la mañana.

En cuanto atravesó la puerta que daba al balcón, se encontró con el rostro de Carlota. Ella, con total discreción, la jaló del brazo hasta una esquina de la sala .

"Chiquita, ni se te ocurra acusarme. Has de cuenta que no nos conocemos" Advirtió en un susurro.

Elucibeth asintió con amargura y se marchó.

Una hora más tarde Estela bajó enfundada en un vestido largo de color negro, demasiada elegante.

Elucibeth que tenía la mirada perdida en un lejano horizonte, cerró las enormes ventanas e inclinó la cabeza como señal de respeto en cuanto notó su presencia.

"Hay que apresurarnos en desayunar niña. Estoy muy ansiosa por visitar el hospital". Fué lo primero que dijo.

Elucibeth, jugueteando con sus pequeñas manos la siguió.

Por alguna razón su apetito había desaparecido, al pensar en lo que le harían en el hospital, que apenas comió 5 cucharadas.

"Al parecer olvidaste lo que dije." Protestó Estela al verla revolver la comida una y otra vez. "No quiero recordarte que debes alimentarte bien. Ese cuerpo flaco cuerpo ahora me pertenece ¿Entendido?"

Elucibeth no pudo evitar que las manos le temblaran al oír la voz molesta de Estela. El cubierto se deslizó por sus dedos y se mordió el labio.

La elegante mujer rodó los ojos, la chiquita le estaba absorbiendo la paciencia. Había decidido pasar por alto su falta de etiqueta, pero jamás iba a tolerar a una desobediente. La qué mandaba era ella y si no entendía a las buenas sería a las malas.

"Quiero ver ese plato vacío".

Elucibeth asintió con la cabeza y recogió el cubierto del suelo muy a prisa , lo limpió con sus manos y cuando estubo por llevarse una cucharada de comida a la boca, un carraspeo la detuvo.

Estela hizo una mueca de asco. "Chiquilla, que asqueroso. ¡Carlota trae otra bandeja, ésta ya se contaminó".

Elucibeth se avergonzó hasta sentir que las mejillas le quemaban. Carlota salió con burla y trajo de vuelta otro plato de comida.

Elucibeth se obligó a comer hasta la última migaja de arroz, sintiendo que la comida se había atorado en su garganta.

Después del desayuno salieron rumbo al hospital.

Al entrar al consultorio, un hombre de mediana edad los recibió.

"Querido, esta es la muchacha de la que te hablé" Anunció Estela. "Has que se embarace pronto".

"Haré todo lo que esté en mis manos para que tengas buenas noticias pronto, querida".

"Gracias Piter, Empecemos entonces "

El médico condujo a Elucibeth una puerta más al fondo, mientras se mordía el labio y sudaba de miedo

El hombre de blanco, dió varias indicaciones a un grupo de profesionales y luego salió.

Le tomaron muestras de sangre, orina y de fluidos vaginales. Y por último una ecografía transvaginal.

En todo el proceso derramó muchas lágrimas. Se sintió cómo una muñeca usada, humillada y sin valor.

Una vez terminado, se secó las lágrimas y muy a prisa se quitó el mandil estéril.

Esperó junto a Estela en el consultorio.

Después de unas 3 horas los resultados estaban listos.

Estela se revolvía ansiosa en su asiento, observando con detenimiento el rostro del médico mientras éste revisaba varias hojas.

Mientras que Elucibeth tenía la mirada perdida.

Rogaba en su corazón que su príncipe viniera y la rescata antes de que experimentaran con ella.

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💞YeniLu💞
De todas maneras no puede hablar?
💞YeniLu💞
Como puede usas ese tipo de tops si tiene tantas cicatrices en la espada?
💞YeniLu💞
Que gusto puede dar una mujer marcada con tantas cicatrices..
💞YeniLu💞
Que estúpida.?!
Lily Henao
hay conmigo...(no habemos)
Lily Henao
tenga piedad....( pues no está tuteando....)
Edilia de la Cruz
Me encantó!!!?
Cande Ibarra
Excelente
Edilia de la Cruz
increiblde. Enganchada al.mil!!!!
Edilia de la Cruz
Wooo, también es malo el Jhony...
Edilia de la Cruz
Me imagino q la hermanastra se hizo pasar por ella.
Edilia de la Cruz
Que horror de mujer!!!!
Dolores Canto
Bueno
Maria Sepulvedaurbina
hola amiga rocio lamento tu peerdida d
Yolanda Caballero
En verdad preciosa historia por fin pudieron tener su final feliz y la loca recibió su merecido,bello final,gracias
Yolanda Caballero
Ah,precioso momento por fin pudieron consumar su amor,después de tantas adversidades
Yolanda Caballero
Que tipo tan imbecil,bien Elucibeth,merecido se tenía ese trato
Yolanda Caballero
Bien merecido se lo tenía
pamela godoy
Excelente
Elena Levano
muy bonita novela es la realidad cruda que muchas personas pasan y lo peor de la misma familia Felicitaciones querida escritora
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