Después de recibir la mejor y la peor noticia el día de su boda.
Mía muere trágicamente en un accidente donde ella iba manejando. En sus últimos momentos solo pide una segunda oportunidad para ser feliz con el amor de su vida.
ACTUALIZACIONES TODOS LOS DÍAS UN CAPITULO.
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Capitulo 7_ No eres mi tipo
Mía dormía profundamente cuando, de repente, sintió un peso encima suyo y alguien la movía.
—Ya, Max, déjame dormir.
—Nada, nada, señorita, a levantarse. Juanita ya tiene lista la cena.
—Está bien, ya me levanto.
Después de eso, bajaron al comedor. Max estaba feliz, realmente había extrañado a su amiga. Desde que tenían 11 años, ellos eran amigos y nunca se habían distanciado tanto, pero luego de la pelea que tuvieron, Max se dio cuenta de que tenía que dejar que su amiga se diera cuenta sola de la clase de hombre que era su prometido. Si no lo hacía, ella nunca aprendería.
Se sentaron en la mesa y esperaron a que los sirvieran. Los empleados que estaban en la casa miraban a Mía con curiosidad. Desde que su jefe los contrató, nunca había traído a ninguna mujer. Siempre lo vieron como alguien solitario, por lo que estaban curiosos sobre la relación que pudieran tener ellos.
—Y cuéntame, Max, ¿cómo van las cosas en la empresa?
—¿Qué te puedo decir? Creo que este año casi me salen canas verdes de tantos corajes que pasé. Cuando llegué, era un desastre. El contador era quien estaba desfalcando la empresa, desviaba fondos a una cuenta personal y los justificaba como gastos de uniformes y material para la empresa. Afortunadamente, llegué a tiempo antes de que esas sumas de dinero perjudicaran directamente a los proyectos e inversionistas. Yo me hice cargo de la parte contable, pero no doy abasto entre la dirección de la empresa y los libros de contabilidad, me consume todo mi tiempo.
—Entonces, eso quiere decir que llegué en buen momento.
—¿Qué? Ah, no, Mía, tú tien...
—Estoy embarazada, no enferma. Puedo seguir trabajando. Es más, quiero hacerlo. Tengo dinero para vivir cómodamente por un tiempo, pero necesito trabajar.
—Ya te dije que no tienes que preocuparte por nada. Yo te voy a ayudar.
—Y te lo agradezco, pero sabes que siempre me gustó ganar lo mío. No quiero ser una mantenida. Pero bueno, si tú no quieres contratarme, mañana empezaré la búsqueda de empleo en otras empresas.
—(Suspiro) Está bien. ¿Qué voy a hacer contigo? Mañana me acompañas a la empresa. A, pero eso sí, señorita, en cuanto te crezca el vientre y sientas que es muy pesado para ti, te tomarás licencia. ¿Es un trato?
—Trato.
Y así pasaron toda la cena platicando hasta que terminaron y cada uno se fue a su habitación.
A la mañana siguiente, el despertador de Max empezó a sonar, y este comenzó a abrir los ojos. Sintió la presencia de alguien a su lado y habló.
—¿En qué momento te pasaste, pequeña?
—Anoche, cuando roncabas. Tienes el sueño muy pesado.
—Es mentira, yo no ronco.
—Mmm, lo que digas. ¿Ya es hora de levantarse?
—Humm... Ve a tu habitación, vamos, que tengo que prepararme. Además, todavía no me dices por qué dormiste aquí.
—Tuve una pesadilla en medio de la noche.
—Ok, no te pongas mal. Si te vuelve a pasar, tienes mi permiso de venir a dormir conmigo.
—Gracias, Max. ¿Sabes que te quiero, no?
—Mmm, ahora vete a preparar que se nos hace tarde.
Mía salió de la habitación de su amigo, se metió en la suya y se dispuso a prepararse para ir a la empresa de Max. Quería dar una buena impresión.
—Estás hermosa, Mía.
—Gracias, guapo, pero mira nada más, tú no te quedas atrás.
—Jaja, vamos que se nos hace tarde.
Salieron rumbo a la empresa, y Max, en el camino, llamó a su asistente para que tuviera listos dos desayunos en su oficina. Cuando llegaron, tuvieron que pasar por la recepción y fueron el centro de atención de todos los empleados. Ellos tampoco habían visto a su jefe con ninguna mujer, y que de pronto llegara con Mía colgada de su brazo fue una sorpresa para todos.
Subieron al ascensor y ahí, Mía dijo:
—¿Viste eso? Todo el mundo nos seguía con la mirada. Creo que se están haciendo una idea equivocada de mí.
—No te preocupes, te presentaré como mi hermana, así nadie va a decir que el puesto te lo ganaste tirándote al dueño de la empresa. (Bromeó Max, ganándose la mirada asesina de Mía)
—Disculpa, guapo, pero aunque tus gustos sean otros, no eres mi tipo. (Dijo esto mientras le regalaba una sonrisa de burla)
—¿Escuchaste eso? ¡Hasta yo pude oír cómo se rompió mi corazón al escuchar tu confesión! (Dramatizando)
—Jajaja, eres un idiota.
Salieron del ascensor riendo, y otra vez captaron la atención de todo el mundo. Llegaron a la oficina de Max, saludaron a un chico de la misma edad que ellos, y este entró detrás de ellos.
—Buen día, David, te presento a mi hermana Mía. Ella será nuestra nueva contadora. Por ahora estará conmigo, la voy a empapar de los temas contables de la empresa, pero quiero que estés pendiente de todo lo que necesite.
—Oh, está bien. Buen día, señorita Mía. Estaré para lo que necesite.
—Ah, otra cosa. Ella todavía no sabe hablar fluido el italiano, pero necesito que te encargues de buscar un profesor para que aprenda lo antes posible.
—(En español) Oh, ya veo. Si quieres, en los momentos libres puedo enseñarle, señor. Yo sé hablar 5 idiomas.
—Perfecto. Entonces, se te pagará aparte porque eso no corresponde a tu trabajo. Bueno, eso era todo. Retírate, y si te necesito, te llamo.
—Con su permiso.
—Qué serio eres. No te imaginaba así.
—Jaja, ya no me distraigas. Vamos a desayunar, y después hay que ir a recursos humanos a redactar tu contrato.
—¿Ya avisaste a tus padres?
—No hace falta. Esta empresa es mía. Cuando me mudé aquí, mis padres me la dieron, pasaron todas sus acciones a mi nombre y se desligaron completamente de ella.
—Oh, ya veo. Bueno, a desayunar, tengo mucha hambre.
Mía podía ver en los ojos de su amigo lo que le dolía tocar el tema de sus padres. Prácticamente lo habían echado de la familia. Por eso, trató de cambiar de tema rápidamente, algo que Max agradeció. Su amiga sabía cuándo darle espacio, ella lo conocía muy bien, igual que él a ella.
Pero no, se comprometió en ser todo un zopenco
Entonces tendríamos un Trío, un cuarteto o un quinteto amoroso??
pobre mujer !!
Mama soltera, es lo menos que se merece por casqui suelta, y Quita maridos. especialmente el marido de la hermana .
cosecha tempestades ...
Mala hermana , y aparte Zorraaa