Helen
Les contare un poco de nuestra vida de casados:
Nos hicimos novios cuando los dos teníamos 18 años y nos casamos a los 20 años, la mayoría del tiempo las cosas han estado bien pero en los primeros años nos costó mucho adaptarnos, bueno he pensado que nos hemos adaptado, todo lo a disfrazado con ser sincero y me a lastimado con palabras o haciéndome sentir menos.
Hoy me siento tan bien, hicimos el amor casi toda la noche, Esteban a estado algo raro desde hace tiempo pero anoche nos la pasamos de lo mejor, creo que hoy iré a verlo a la tienda, le daré una sorpresa.
Me arreglé con un vestido pegado color azul cielo, unas zapatillas blancas, cabello suelto, hoy me siento hermosa.
Subí a mi carro y me dirigí a la tienda, prendí la radio, fui cantando todo el camino.
Llegue y me estacione, baje del carro un poco nerviosa por que casi no voy a la tienda para no interrumpir el trabajo de esteban, cuando entre vi que no estaba María la cajera de siempre, es una buena empleada bueno eso dice Esteban, ya lleva dos años trabajando ahi, salude a los empleados subi unas escaleras que hay al fondo y me dirigí a la oficina de Esteban sin hacer ruido porque quería sorprenderlo, cuando me acerqué escuché risas, me extrañó y me acerqué muy despacio, me quedé quieta la puerta estaba entreabierta.
Cariño se siente tan bien.
Sentí que mi corazón se me quería salir, me temblaba todo el cuerpo.
Dime cómo lo quieres hermosa. - escuche que decian.
Era la voz de Esteban muy excitado.
Más rápido bebe.- le contestaba la mujer.
Abrí un poco más la puerta y estaban desnudos en el sillón que tiene Esteban para descansar,
Sentí que morí cuando los vi, ellos no se dieron cuenta cuando abrí más la puerta estaban tan entretenidos, volví a cerrar la puerta y me di la vuelta, no pude decir nada, me faltaba la respiración y salí lo más rápido que pude, no voltee a ver a nadie, solo sentía ganas de que me tragara la tierra, algunos empleados se me quedaron viendo pero solo seguí adelante y salí de la tienda, mi corazón lo sentía desgarrado, hecho pedazos, sentía que no era mi vida que no era cierto lo que vi, subí a mi coche y empecé a preguntar:
Dios porque a mi, ¿acaso no he sido buena esposa? ¿que he hecho para merecer esto? - siento coraje, dolor, decepción, jamás hubiera imaginado ver lo que vi.
No paro de llorar, mi corazón duele, arde todo mi ser, siento que mi cabeza va a reventar, maneje por inercia, mi mente estaba en la imagen que vi de ellos, preguntándome ¿porque?
No se como llegue a casa, me estacione, estuve ahí un rato viendo mi casa, mi hogar, el que se acababa de derrumbar, entre y fui directo a mi recamara, cerre la puerta con seguro y me acoste, me siento agotada de tanto dolor, de tanto pensar, me quede dormida.
Escucho a lo lejos unos golpes y la voz de Esteban diciéndome que abra la puerta, abrí mis ojos pero no conteste, después de un rato dejó de tocar y no supe dónde durmió si en otro cuarto o en el estudio, no lo quiero ver, ni escuchar su voz, quiero que se valla.
He cerrado las cortinas así que no se cuantas horas he estado dormida, ni me importa, cuando despierto, recuerdo lo que pasó un día antes y solo me salen lágrimas incontrolables, mis ojos están hinchados.
Llore por dos días, sentía como si agarraran mi corazón y lo estuvieran cortando en pedacitos, sentía como que no era mi vida y que despertaría y nada fuera verdad, así estuve dos largos días hasta que me decidí a saber todo, con mi corazón que ardía de dolor, rabia, incertidumbre.
Contrate un investigador e investigó todo lo que necesitaba saber de esa relación, cuando obtuve toda la información decidí enfrentarlo.
Esteban tiene su propio negocio, es un mercado y la amante es su cajera.
Ese día no hice cena, lo esperé sentada en la sala, llego tarde así que yo ya sabía de donde venía, pero aún así lo esperé muy tranquila.
Ya llegue,- dijo como si no pasara nada.
Que bueno, te estaba esperando,- conteste.
Que hay de cenar?
Nada,- conteste muy relajada
Como que nada?,- pregunto molesto.
Así es, no cocine ¡NADA!
Siéntate, necesito hablar contigo.
De que?,- dijo con su tono de voz serio.
De algo que nos interesa a los dos, - trate de estar lo más tranquila que pude.
Se sentó y se me quedo viendo,- habla que tengo sueño y como no hay cena pues creo que me quedaré con hambre, - reí
Esta bien, se que tienes una amante,- lo solté de una.
Que dices? ¿Estas loca? de dónde sacaste eso, jamás lo haría, me la pasó trabajando para que no te falte nada.- según el muy ofendido lo dijo gritando.
Mira, me lo dices tú o te lo demuestro yo, como la ves?
seguí con mi actitud tranquila, eso hacía que el estuviera más nervioso.
Que pruebas vas a tener si no esta pasando nada, - siguió negando.
Esta bien,- saque un sobre grande y se lo di,- aquí esta todo.
Lo abrió y sacó fotos y toda la información,- abrió lo ojos tan grande, se puso pálido y se quedó callado.
Te he respetado Esteban, me he dedicado a mi hogar, nunca te he faltado, creo que he sido buena esposa, pero aquí se acabo esa mujer que te permitió tanto maltrato, tantas humillaciones, la amas pues quédate con ella, yo no mendigare amor, de hoy en adelante haré lo que crea que es mejor para mi.
Por favor no me dejes, te amo, ella solo es una aventura, tu eres mi esposa, por favor perdóname, te juro que todo cambiará y la dejaré, no es nadie en mi vida,- se arrodilló y me pidió miles de perdones,- se que te he fallado.
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capítulo 6
Llegue a casa y no dejaba de pensar en el trabajo que me dijo Rose, se escuchaba muy agotador pero interesante, no se como será su jefe pero de seguro es una persona mayor, le pedí a Dios que me ayudara a conseguir ese trabajo.
Llegó Esteban ya tarde, escuche la puerta de la otra recamara cerrarce yo ya había cenado así que ya estaba en mi recamara y ni pregunte porque llegó a esa hora, la verdad ya no quería pensar donde y con quien andaba, tenía que ser fuerte y seguir adelante, el ko iba a cambiar pero yo si.
segui pidiéndole a Dios que me dieran ese trabajo, lo necesitaba y mucho.
Pasaron tres días y no me hablaba Rose, ya era viernes, eran como las once de la mañana cuando me marcó mi amiga al celular.
Hola amiga como estas?,- le dije, tratando de estar tranquila.
Bien, espero que tu también porque te conseguí la entrevista y la tienes en una hora y media así que mueve tu gran trasero y vente rápido, mira que me costó mucho conseguirla, mi jefe sale mucho de viaje y a penas regresó hable con el, parece que le urge su asistente así que apúrate aqui te espero.
Mándame la dirección amiga y el nombre de la compañía brinque del gusto, estaré en menos tiempo, muchas gracias Rose, te quiero mil, estaba tan emocionada.
Yo más hermosa, te espero, - también estaba feliz, si me daban el trabajo estaríamos juntas más tiempo.
Me mandó la dirección y el nombre de la compañía, Tumbler Company.
Siempre estoy arreglada pero hoy me arreglé para un trabajo de oficina así que me puse una falda tubo negra debajo de la rodilla, blusa color azul cielo sin escote, zapatillas negras, cabello recogido en una coleta y maquillaje ligero, creo que voy bien.
Sali de mi casa a prisa, subí a mi carro y me fui, prendí la radio para no pensar mucho, sino me pondría más nerviosa, segui la dirección en el GPS así llegaría más rápido, llegue y me estacione, respire profundo, me sacudí un poco para soltar el cuerpo y verme relajada, no quería que me traicionaran los nervios, me empezaron a sudar las manos.
Llegue a recepción había una señorita muy guapa y bien arreglada.
Hola buenas tardes, vengo a una entrevista de trabajo con el señor Tumbler.
Es usted la señora Helen Mondragón? -pregunto la muchacha.
Si soy yo.- conteste muy sonriente.
Me dio un gafete de invitados, - siga aquí derecho y están los elevadores, suba al piso 15, ahí le dirán en que oficina tendrá la entrevista.
Muchas gracias,- sonreí a la muchacha.
Hice lo que me dijo, entre al elevador cuando llegue al piso 15 salí y en seguida estaba Rosy en su escritorio, pero solo estaba ella no había más secretarias.
Hola Rosy, llegue a tiempo? - le pregunté
Si amiga, ahorita le aviso al jefe, es el señor Louis Tumbler, para que sepas con quien tendrás la entrevista, le gusta elegir personalmente a su asistente, no te intimides, mantente segura, relájate.
Esta bien, muchas gracias por esto amiga, te lo debo,- me sentía agradecida con mi amiga.
Cállate, te debo más yo así que no lo vuelvas a decir, - me lo dijo seria.
Esta bien,- conteste y guarde silencio.
Fue a tocar la puerta de una oficina y regresó a decirme que podía pasar.
Entre a la oficina, era un lugar hermoso la decoración me llamo la atención era elegante, la silla estaba volteada, así que solo dije:
Buenas tardes señor Tumbler.
Volteo la silla y trague saliva, no podía creerlo es el galán de novela guapisimo que vi afuera de la cafetería con el que choque, el del restaurante, senti mi cara roja pero me hice como que no me acordaba, aunque se me quedo viendo un poco raro bueno muy raro, rogue por que no me reconociera, seria muy penoso y más que lo mencionara el, tenía unos ojos azules hermosos bueno el era hermoso, quien lo diría a donde vine a parar.
Siéntese por favor,- me dijo con una voz ronca de esas que imponen, leyó mi currículum que no era gran cosa porque nunca he trabajado.
Necesito hacerle unas preguntas, algunas serán personales, esta de acuerdo? - preguntó
Si, claro,- conteste, mis piernas temblaban.
Para ser mi asistente necesito a alguien con mucho tiempo disponible, que sea de mi total confianza así que me pudiera decir ¿es casada?
Si señor soy casada,- conteste
Eso sería un impedimento para viajar? viajo mucho y usted necesitaría ir conmigo a todos los viajes, todos los gastos corren por la compañia.
No señor, eso no sería un impedimento, puedo viajar cuando usted lo disponga.
Tiene hijos? - se me quedo viendo esperando mi reapuesta.
No señor,- no tengo hijos.
Tiene tiempo para quedarse horas extras? o que la llame a cualquier hora del día? - si salen imprevistos tendré que llamarla.
Si, tengo tiempo para quedarme horas extras y no tengo inconveniente en que me llame a cualquier hora para lo que me necesite.
Tendría que acompañarme a todos los eventos que tenga, no suelo llevar a nadie solo a mi asistente, sería mi mano derecha así que estará mucho tiempo conmigo, no me gustan los problemas, ¿ habría algún problema con su esposo?
No tendría ningún inconveniente, señor,- conteste
Perfecto, la espero mañana a las ocho de la mañana en punto, no me gusta que lleguen tarde, la señorita Rose le dará el reglamento de vestimenta y todo lo que necesita hacer de ahora en adelante, nos vemos mañana
Muchas gracias señor Tumbler por esta oportunidad, le aseguro que no se arrepentirá.
Espero mucho de usted, -me dijo muy serio.
Con permiso.- solo eso pude decir y salí de la oficina.
No podía creer que tenía el trabajo, ni siquiera pregunté el sueldo, no pude preguntar nada solo respondí lo que el señor Tumbler me pregunto.
Me sentía tan feliz y llena de ganas de trabajar, nerviosa pero con esperanza de una nueva vida
