Ahora Yo Seré La Villana; Kyoko.

Después de ese incómodo momento, el general Ming pudo salirse del comedor, cuando Kyoko dijo que quería hablar seriamente con sus padres, en su camino a la sección de invitados, el príncipe Eiji daba un paseo por el jardín junto a sus concubinas, Eiji al ver al general, muestra molestia, pero este solo se inclina levemente a modo de saludo y sigue su camino.

- Tú, detente, se cuidadoso o perderás la cabeza, la princesa heredera es mi prometida.

El general voltea y le sonríe de la manera más amable.

- no entiendo porque me dice eso, pero, se necesita ser tan inseguro como para andar por ahí, diciéndole ese tipo de cosas a cualquiera. Con su permiso.

Las concubinas y el príncipe se enojaron por su respuesta, pero antes de que el príncipe pudiera responder, el general se apresura para alejarse; un hombre tan engreído como ese, sin duda, no es adecuado para casarse con la princesa, no será para nada un buen emperador.

Eiji solo busco donde sentarse, pidiendo a las concubinas que le dejaran solo, no quiere verlas, si no fuese por ellas, Kyoko no estaría enojada con él, pero, era necesario obedecer a su hermano, a diferencia de sus padres, él ha sido un emperador muy firme en cuanto a leyes, por eso, cuando le cuestionaron el porqué, su hermano menor aun no tenía concubinas, este, le hizo tomar a dos de ellas, siendo hijas de dos ministros importantes de la corte, todo era meramente político, pero, aun así, por tonto, cedió a la seducción de esas chicas y ha pasado las noches con ellas, espera que Kyoko finalmente pueda entenderlo un poco, no es justo que lo suyo acabe por algo tan absurdo pues siente que la chica solo esta siendo exagerado.

Por otro lado, Kyoko llego a su habitación y se desplomó en la cama, su sirviente la ofrece la ropa para cambiarse pero la chica solo le pide que se vaya, que quiere estar sola, así que cuando la sirvienta se va, coloca el seguro de la puerta y sin poder aguantar más, se pone a llorar, su corazón esta roto por culpa de ese príncipe tan tonto, que rompió su promesa tan fácilmente sin tomar en cuenta como la haría sentir presentarse ante ella, teniendo dos concubinas; de aquí hasta que Eiji se vaya, ella no quiere salir, no quiere ver a nadie, necesita estar sola para desahogarse, porque después, tendrá que viajar a Hisui y enfrentar al emperador, para darle la noticia de que el compromiso con el sexto príncipe, lo piensa cancelar.

La reina madre, furiosa por como le habló Kyoko en la mañana, ya esta en la sala del emperador Ryuu quejándose.

- y encima dice que romperá su compromiso, es absurdo y humillante. Ningún hombre le hará el favor de casarse con ella si sigue así.

- reina madre, mi hija no necesita el favor de un hombre, déjese de esos absurdos prejuicios.

- silencio, que seas la emperatriz, no te da derecho a hablarme así, por eso tú hija es una rebelde.

- es una chica que sabe lo que quiere y que no necesita de un hombre inútil a su lado.

- emperador, di algo! No puedes dejar que le hable así a tu madre.

Y ahí van de nuevo, nada bueno sale cuando su madre y Saya se juntan en un solo lugar, pero prefiere no intervenir, Saya ya sabe como lidiar con ella y sabe que, mientras más le lleve la contraria, la reina madre se artara y se irá.

- madre, deja que Kyoko guíe su propio camino y no quieras llevarla tú.

- ahora tú también, es el futuro de tu hija, si ella es la heredera, debe tener un hombre a su lado o no podrá hacer nada.

- y de nuevo con sus pensamientos de mujer vieja.

Mencionó Saya mientras esta recostada en su trono y las piernas subidas sobre las piernas del emperador.

- mujer vulgar, nisiquiera tienes respeto, por eso tu hija se va por mal camino.

- ¿eh? Creo haber escuchado algo...

La reina madre no puede con tanto coraje, así que arta, tira su taza de té y se sale de ese lugar, con esa emperatriz no se puede, siente un día se va morir de un coraje. Al ver que se ha ido, Ryuu no puede evitar reír.

- creo que si sigue así, se va morir de un coraje. Pero que conste que no es mi culpa.

Saya se levanta de su trono para ahora, sentarse en el regazo del emperador, el cual rodea su cintura con su brazo.

- nunca te culparia, ella misma se esta matando.

- tantos años y sigue con esa mente tan cerrada, me alegra que tú no seas así.

- si lo fuese, nunca habría podido tener a una emperatriz como tú.

Saya solo le dio un beso a Ryuu le abrazo.

Kyoko ha estado en cama desde la noche anterior y hoy se ha negado a ver a la reina madre, quien había mandado por ella; no piensa ir porque sabe que solo le hablará de sus absurdas tradiciones anticuadas.

(AVISO;

subiré una guía de personajes, en tipo chat, porque aquí, no me permite subir más que una sola imagen o 2 por capítulo.)