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Enamorarse No Está En El Contrato

Enamorarse No Está En El Contrato

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Pareja destinada / Amor-odio / Romance / Yaoi / Matrimonio arreglado
Popularitas:2.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Kaguya171310

La historia gira en torno a dos amigos-enemigos que por errores del pasado tuvieron un futuro casi desvanecido.
Advertencia, la novela contiene decripción explícita sexual.

NovelToon tiene autorización de Kaguya171310 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 6: El Resort.

Anduvieron un par de calles en silencio.

—¿Hacia dónde vas?— le preguntó Indigo.

—Hacia donde no te importa, déjame en la estación de trenes— le dijo Aidan sin mirarlo.

—Te guste o no te guste tenemos que hablar del tema— dijo Indigo siguiendo el camino.

—No hay nada de que hablar— le dijo el pelinegro mirando por la ventana—. No soportamos estar cerca, menos casarnos, es absurdo. Habrá otra manera de hacer las cosas, ellos no pueden obligarnos a nada, ya somos adultos.

Indigo estaba callado como si pensara en alguna respuesta.

—Creo que deberíamos hacerlo— le dijo el castaño de pronto.

—¿Qué?. ¿Es una broma?— dijo Aidan mirándolo sorprendido—. ¿De qué estás hablando?.

—Estudié mucho para no tener mí parte de la empresa, imagino que tú quieres hacer algo con tu parte— le dijo Indigo mientras conducía—. Sí no nos casamos perderemos todo. Sólo creo que deberíamos hacerlo, fingir, eso es todo. Y cuando llegue el momento, nos divorciamos.

—Es absurdo— dijo el pelinegro volviendo la mirada a la ventana.

—Qué— sonrió Indigo—. ¿Tienes miedo de enamorarte?.

Aidan abrió los ojos como plato y un leve sonrojo comenzó a subir por sus mejillas.

—No digas estupideces, nadie podría enamorarse de un tipo arrogante como tú— le dijo el pelinegro con voz molesta.

—Muchas dicen que soy un encanto— dijo Indigo.

—Pobres ilusas— habló en voz baja mientras miraba nuevamente por la ventana—. Te dije que me dejaras en la estación.

—Muéstrame donde vas y te llevaré.

—No quiero— dijo Aidan.

—Deja de lado tu orgullo por cinco minutos y dime donde vas para ir a dejarte— le dijo Indigo tratando de no perder la paciencia—. Eres demasiado terco.

—Y tú un metiche— dijo el pelinegro. Sacó su celular y le mostró la dirección a la que iba.

El castaño miró reconociendo la dirección, vio rápidamente quién había sido el remitente. Frunció levemente el ceño.

—¿Conoces el lugar?— le preguntó Aidan guardando su celular.

—Lo conozco— fue la seca respuesta que obtuvo de Indigo.

El resto del camino lo siguieron en silencio. Las mentes de ambos jóvenes eran un torbellino sin respuestas, ninguno quería ceder al casamiento, pero al parecer no tenían otra alternativa. El más molesto de los dos era Aidan, al parecer Indigo estaba aceptando la propuesta de matrimonio. Aunque pensándolo bien las palabras del castaño tenían algo de lógica, la única manera de tener la empresa era casándose con él. No fuera que le agradara la idea, pero si veía las cosas con claridad no podían llevar a cabo la ceremonia ahora. Aidan estaba recién en el segundo año de la universidad, tal vez lo casarían cuando se graduara.

Salieron de la ciudad y el camino se hizo algo más oscuro, Aidan frunció el ceño desconfiado.

—¿A dónde vamos?.

—A la dirección que me mostraste— le dijo Indigo—. El lugar queda en las afueras de la ciudad.

Aidan recordó entonces las palabras de Kilian y de lo lejos que quedaba su lugar familiar.

—¿Crees qué te voy a secuestrar?— le bromeó Indigo.

—Te daré de golpes si te me acercas— lo amenazó Aidan.

El castaño soltó una pequeña risa y continuaron su camino en silencio. Finalmente comenzó a verse el mar y una enorme residencia con luces azules.

—Espero que no te hayas alejado demasiado de tu camino— le dijo Aidan viendo como el Audi se metía a lo que parecía ser un resort.

Se detuvieron.

—Gracias por traerme— le dijo el pelinegro. Se soltó el cinturón y bajó del auto.

Indigo también se bajó del vehículo.

—Puedo sacar mis cosas yo mismo— le dijo Aidan sacando sus maletas.

—Yo no vengo a sacar tus cosas. También vine al resort con mis amigos— le sonrió el castaño.

—¡Indigo!— la voz de Odris llamó la atención de ambos chicos.

El nombrado levantó la mano para saludar, luego sacó su bolso.

—¿Cómo?— preguntó confundido Aidan.

—Qué— le dijo Indigo—. ¿Acaso crees qué eres el único que conoce el resort de Kilian?. Que no se te olvide que somos compañeros de clases.

Detrás de Odris aparecían Brenda y Gladys, fue ahí que Aidan comprendió que era una salida en parejas. Sin decir nada tomó sus cosas y se alejó para entrar al lugar. Al pasar por el lado de los mayores los saludó, luego entró rápidamente.

—Aidan— sonrió Kilian al verlo. El pelinegro se sintió aliviado de tenerlo frente suyo.

—Hola— le saludó el menor—. Lamento la demora.

—Ya estás aquí— le sonrió Kilian.

—¿Y los chicos?— preguntó Aidan mirando a todos lados.

—Están afuera en la piscina, estamos preparando una carne— le sonrió el mayor—. Vamos, te acompañaré a tu habitación.

El pelinegro asintió y siguió a Kilian por las escaleras. Mientras ellos se iban, Indigo y sus amigos entraban al resort, los chicos ya se habían registrado por lo que sólo faltaba el castaño. La recepcionista le dio las llaves de su habitación, Odris lo acompañó mientras que las chicas los esperarían afuera en la playa.

—¿Por qué venía Aidan contigo?— le preguntó Odris con algo de curiosidad.

—Salimos juntos de la casa de sus padres. Teníamos que hablar del tema de la empresa, y le ofrecí traerlo a su lugar con sus amigos. No imaginé que Kilian los había invitado a su resort— le dijo Indigo dejando su maleta.

—¿De qué hablaron?— preguntó el chico mientras se sentaban en la cama.

—Mis padres quieren que nos casemos— le dijo el castaño a su amigo.

Odris se quedó con la quijada en el piso.

—¿Qué cosa?— dijo tratando de comprender aquellas palabras.

—Aidan lo está pensando— le dijo Indigo.

—¿Y tú?.

El castaño dio un suspiro.

—Le dije a Aidan que podemos casarnos, fingir y después divorciarnos— le contó—. Él necesita su parte de la empresa, y yo no me quemé las pestañas por tantos años para que no me den la parte que me corresponde por herencia.

Odris trataba de entender todo aquello.

—¿Por qué tus padres decidieron eso?— le preguntó confundido.

—No lo sé, según ellos no quieren que la empresa quede en el aire— le explicó Indigo—. Es casi una obligación que nos tenemos que casar para que nos hereden la empresa.

—¿Aidan está de acuerdo con el matrimonio?— le preguntó Odris.

—No, pero tampoco quiere perder lo suyo— le dijo el castaño.

Después de aquella incómoda conversación ambos amigos decidieron salir. Las chicas los estarían esperando en la playa.

Mientras que Kilian y Aidan se dirigían a la parte donde se encontraba la piscina, ahí Mael y Sayer los esperaban.

—¡Aidan!— le saludó el pelirrojo yendo hacia él.

—Hola— le sonrió su amigo.

Kilian fue con Mael.

—Se le ve algo decaído— le dijo Mael al rubio—. ¿Le sucedió algo?.

—No lo sé, pero venía en el auto de Indigo— le respondió Kilian—. Así que los otros tres lo estaban esperando.

—¿Quieres saber por qué venía con él?— preguntó con cierto tono molesto Mael.

—Sólo me intriga— le dijo el rubio sin darle mayor importancia.

Continuó viendo la carne, Mael le dio una última mirada a Aidan y siguió ayudando a su amigo.

—¿Cómo te fue?— le preguntó de inmediato Sayer al pelinegro. Por el rostro que traía al parecer no sería nada bueno.

Aidan levantó la vista mirando a su amigo, de verdad que le costaba decir aquellas palabras.

—Nuestros padres quieren que nos casemos o no nos darán la herencia— le dijo el pelinegro casi sin respirar.

Sayer se quedó con la boca abierta.

—¿Qué?— preguntó con un hilo de voz—. ¿Por qué?, ¿y él qué dijo?.

—Nuestros padres quieren que la empresa esté segura, y creen que la mejor manera es con un matrimonio de por medio— le explicó Aidan—. Indigo— se puso algo nervioso por lo que iba a decir—. Él dijo que deberíamos casarnos, porque también ha luchado por tener su parte y yo lo entiendo porque también necesito el dinero para comenzar de nuevo.

—¿Qué?. ¿Entonces te casarás así por qué sí?.

—No. Nos casaremos, pero luego nos divorciaremos sin que nuestros padres sepan— le dijo Aidan.

—Ya no sé que es peor, casarse con tu rival o mentirles a tus padres de por vida— le dijo Sayer.

—Llevo veinte años siendo el amigo-enemigo de Indigo, fingir unos años más no nos hará daño. Además que no estaremos juntos y tampoco trabajaremos en el mismo lugar— le dijo Aidan con una sonrisa satisfactoria.

—¿No crees qué tendrás problemas en vender tú parte?— le preguntó el pelirrojo—. Tus padres se darán cuenta. Cielos, Aidan.

—¿Y qué quieres que haga?— le preguntó el pelinegro sentándose—. Estoy atrapado.

De pronto al otro lado de la piscina, donde había un lugar con asadera se acomodaron Indigo y sus amigos para prepararse a cenar. Estaban bebiendo unas cervezas mientras esperaban la comida.

Kilian y Mael terminaban de hacer la carne, fueron con Aidan y Sayer  para comer en la mesa dispuesta.

—El resort de tú familia es muy hermoso— le sonrió Aidan.

—Mañana iremos a un lugar muy especial donde las estrellas se ven cerca— les sonrió Kilian.

—¿Ya has ido ahí Mael?— le preguntó Sayer al mayor.

—Sí— le sonrió éste—. Es un lugar muy bonito.

—Que romántico— dijo el pelirrojo sin pensar.

Mael se puso algo nervioso por las palabras del menor, Kilian sólo sonrió. Continuaron comiendo.

Mientras que el otro grupo también disfrutaban de la cena que les habían preparado.

—Mañana deberíamos ir a nadar— les dijo Brenda.

—Y pensamos que por la noche deberíamos ver las estrellas— dijo Gladys.

—Es cierto, deberíamos aprovechar todas las bellezas del lugar— sonrió Odris para animar a su amigo, seguramente seguía pensando en el matrimonio—. ¿Qué opinas Indigo?.

—Que es una genial idea— les sonrió el castaño.

Las chicas sonrieron y luego pidieron hacer un brindis. Chocaron sus vasos y continuaron con la agradable velada.

Los otros cuatro disfrutaban de la buena carne que habían cocinado sus mayores. Kilian había cortado un trozo.

—Toma— le dijo dándoselo a Aidan.

El pelinegro se quedó aturdido por unos segundos, miró a Sayer y luego volvió sus ojos al trozo de carne. Se acercó con la boca abierta y lo comió.

—Mmm— probó y luego tragó—. Tienen muy buena mano para cocinar— les alagó Aidan.

—En realidad fue Mael— le dijo Kilian—. Yo apenas sé cocinar, si no fuera por él moriría de hambre— rió.

—Ustedes son muy cercanos— les dijo Sayer—. ¿Se conocen hace mucho?.

—Somos amigos desde la secundaria— dijo Kilian—. En realidad nunca nos hemos separado, siento que pierdo el norte si no está a mi lado— rió.

—Suena algo dependiente, pero lindo— sonrió Sayer.

Mael se quedó mirando a Kilian, en realidad jamás había escuchado a su amigo hablar así de él. Eso lo tomó por sorpresa. Continuaron cenando mientras hablaban de varias cosas.

A lo lejos habían sido observados por Indigo, el chico sintió un extraño sentimiento al ver como su compañero de clases le daba de comer a Aidan.

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Criskeilis Brito
subiste el mismo capitulo😭
Kaguya: lo siento!! de inmediato lo corrijo. Muchas gracias 🙂
total 1 replies
Puji Lestari Putri
🤗 Excelente, más por favor.
boing fortificado
No puedo dejar de leer📖
Alida
No puedo esperar a leer el siguiente capítulo, sigue adelante! 💪
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