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SEDUCCIÓN EN DOS ACTOS

SEDUCCIÓN EN DOS ACTOS

Status: En proceso
Genre:Romance / Comedia / Amantes pendencieros / Intrigante / Grandes Curvas / Juego de roles
Popularitas:8.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Cam D. Wilder

En el elegante y misterioso mundo de los multimillonarios, una mujer se esconde detrás de una fachada de pura seducción. Nina es la dama perfecta, la musa enigmática que los hombres desean y las mujeres envidian. Nadie sabe que Nina es la heredera de una de las fortunas más grandes del mundo.

Su misión es infiltrarse en el círculo íntimo de su futuro legado, descubrir quiénes son sus aliados y quiénes son sus enemigos. Y lo hará usando su belleza, su astucia y su encanto.

Entre cenas de lujo, conversaciones envenenadas y caricias furtivas, Nina comenzará a desentrañar una red de secretos que cambiará su vida para siempre. Con un pie en la alta sociedad y otro en las sombras, tendrá que decidir hasta dónde está dispuesta a llegar.

"Seducción en dos actos" es una historia sobre el poder, el deseo y la lucha interna de una mujer que juega a un juego peligroso. Una mezcla perfecta de comedia, erotismo y misterio que te hará cuestionar hasta dónde llegarías por una fortuna… y por amor.

NovelToon tiene autorización de Cam D. Wilder para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Baile de Poder, Deseo y Secretos,

Nina sintió cómo su piel se erizaba bajo el vestido de seda. La mirada de Cross la recorría como una caricia invisible, estudiando cada curva, cada movimiento, cada respiración contenida. No era la típica mirada lasciva a la que estaba acostumbrada; había algo más profundo, más peligroso en la forma en que sus ojos la desvestían no solo de ropa, sino de pretensiones.

—Discúlpame un momento, Richard —susurró, su voz convertida en un ronroneo involuntario. El champán caro y los secretos flotaban en el aire como un perfume embriagador—. Creo que Madame Dubois me necesita.

Se levantó del taburete con un movimiento fluido, calculado para hacer que la seda de su vestido susurrara promesas contra su piel. El tejido negro se deslizó sobre sus curvas como agua medianoche, revelando y ocultando en una danza de sombras y luz. Sus tacones Louboutin marcaron un ritmo seductor contra el mármol pulido mientras se alejaba, cada paso una invitación silenciosa.

El vestido, una obra maestra de ingeniería textil y seducción, se adhería a sus caderas como una segunda piel, transformando su caminar en una sinfonía de movimientos sensuales. La abertura lateral se abría y cerraba al ritmo de sus pasos, ofreciendo vislumbres tentadores de piel dorada que hacían que las conversaciones se detuvieran a su paso. La espalda descubierta del vestido revelaba una constelación de lunares que parecían dibujados por un artista particularmente inspirado, y cada movimiento de sus omóplatos era como una danza hipnótica.

Podía sentir el peso de las miradas masculinas sobre ella. Thompson la observaba desde la barra, sus ojos nublados por una mezcla de deseo y reconocimiento que hacía que su expresión fuera casi dolorosa. Su mirada se demoraba en el balanceo de sus caderas, en la curva de su espalda, buscando fantasmas de un amor perdido en cada uno de sus gestos.

Cross, por otro lado... Su mirada era como un láser que atravesaba cada capa de su disfraz. La seguía con la intensidad de un científico estudiando un fenómeno fascinante, catalogando cada movimiento, cada gesto estudiado. Sus ojos trazaban la línea de su cuello, el vaivén sutil de sus pechos bajo la seda, la curva generosa de sus caderas, pero no con lujuria, sino con una curiosidad casi clínica que resultaba aún más perturbadora.

Nina sentía esas miradas como caricias físicas sobre su piel. La de Thompson, cargada de nostalgia y deseo reprimido, rozaba sus hombros como un chal de seda vieja. La de Cross era más intensa, más precisa; se deslizaba por su columna vertebral como hielo líquido, haciéndola consciente de cada centímetro de su piel expuesta.

Sus pechos se mecían suavemente con cada paso, el escote del vestido revelando apenas lo suficiente para sugerir, pero no tanto como para satisfacer. El collar de diamantes que descansaba entre sus clavículas capturaba la luz con cada respiración, creando destellos que atraían la mirada hacia el valle entre sus senos como un imán.

Mientras atravesaba el salón, era consciente del efecto que provocaba. Su presencia alteraba el ambiente como una gota de tinta en agua clara. Las conversaciones se apagaban a su paso, solo para reavivarse en susurros urgentes una vez que se alejaba. Los hombres ajustaban sus corbatas inconscientemente, las mujeres apretaban sus copas con más fuerza.

Nina sonrió para sus adentros, saboreando el poder que le daba ser el centro de atención de dos de los hombres más peligrosos del Club Artemis. Su cuerpo se movía como si estuviera interpretando una pieza musical que solo ella podía escuchar, cada paso perfectamente cronometrado, cada giro de cadera una nota en una sinfonía de seducción.

El aire acondicionado acariciaba su piel expuesta, haciendo que sus pezones se endurecieran bajo la delicada seda del vestido, un detalle que no pasó desapercibido para ninguno de sus observadores. Pero mientras Thompson ahogaba un gemido en su whisky, Cross simplemente arqueó una ceja, como si hubiera confirmado una teoría particularmente interesante.

Era un baile de poder, deseo y secretos, y Nina era la prima ballerina, ejecutando una coreografía que había perfeccionado hasta el último detalle. Cada movimiento estaba diseñado para hipnotizar, para distraer, para hacer que estos hombres vieran exactamente lo que ella quería que vieran... y nada más.

Porque mientras ellos la observaban, perdidos en la contemplación de su belleza física, Nina estaba tejiendo una red invisible a su alrededor, convirtiendo su deseo en un arma que eventualmente usaría para descubrir los secretos que tanto ansiaba conocer.

El mármol rosa del tocador de damas reflejaba la luz dorada de las lámparas art déco, creando un ambiente etéreo que contrastaba con el sudor frío que se deslizaba por la espalda de Nina. Sus dedos se curvaron alrededor del borde del lavabo de oro rosa, buscando un ancla en medio de su torbellino interior. El espejo le devolvía una imagen perfectamente compuesta —ni un pelo fuera de lugar, ni una grieta en su máscara de serenidad— pero sus nudillos blancos sobre el metal revelaban otra historia.

—Respira, idiota —susurró a su reflejo, observando cómo el carmín de sus labios temblaba ligeramente—. No es la primera vez que alguien menciona a tu madre.

Las palabras resonaron en el espacio de mármol y oro, rebotando entre las paredes como pájaros atrapados. Pero esta vez había sido diferente. La certeza en aquella voz, la forma en que las palabras habían caído como piedras en un estanque tranquilo, creando ondas que amenazaban con destruir todo su cuidadoso equilibrio.

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Martina Peñuelas
me parece bien
Cam D. Wilder
Espero que esta historia les haya gustado hasta este capítulo. Apoyen con algún comentario, gracias
Eret Lopez
Excelente
Cam D. Wilder: Muchas gracias 😊 espero que sigas disfrutando de esta corta historia de seducción y doble rol. ¡Suerte! 😀
total 1 replies
ミ★ 𝘔𝘰𝘳𝘰𝘤𝘩𝘢-𝘤𝘩𝘢𝘯★彡
aún no lo voy a leer, voy a esperar un poco más ya que tengo más pendientes, pero la guarde en mi biblioteca🤣🤣🤣♥️♥️♥️♥️
Cam D. Wilder: Muy bien, 👍 espero que al leer la historia te agrade mucho, 🙂👍
total 1 replies
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