Reencarné En La Novela Que Más Odio

Dafne entró y se preparó un café, no sentía nada ni dolor, le daba igual lo que pasaba ella solo ansiaba el divorcio, quería hacerlo sufrir, si iba a ser una antagonista lo sería pero de las mejores. Un hombre guapo entró a la sala de descanso y la vio de pies a cabeza, estaba sorprendido porque se le hacía conocida pero no recordaba haberla visto.

- ¿Nos conocemos? - El bello chico era Gonzalo Jones el vicepresidente de la compañía y mejor amigo de Alejandro, era el personaje que más le gustaba en la novela, por su encantadora personalidad.

- No, aún no - ella lo dijo de manera seria.

- Eso es raro, siento que te conozco de un lugar - Obvio la conocía, puesto que fue a la boda de su mejor amigo, dieron inicio a la reunión así que él salió primero y se despidió, ella decidió esperar, no querían anunciar que ellos estaban casados así que hablarían de negocios como compañías trabajando juntas en ciertos proyectos.

- Hoy estamos todos presentes, quiero hacerles saber que una persona de la compañía Williams vendrá a trabajar con nosotros, como sabrán Clark necesita más apoyo para seguir siendo lo mejor, la compañía Williams y clark hemos llegado a un acuerdo, La joven que trabajará con nosotros es la hermana del presidente, la señorita Dafne Williams - Alejandro la presento y todos estaban ansiosos por conocerla, se rumoreaba mucho de aquella mujer por qué nunca aparecía en las cámaras y fotos de la familia. Ella entró al salón y dejó a todo mundo con la boca abierta, aquella hermosa mujer elegante y con clase se presentó con una cálida sonrisa.

- Es un placer conocerlos y estar por primera vez en Clark, espero que podamos trabajar de la mejor manera posible para llevar al éxito a ambas compañías - Ella lo expresó con un tono elegante y con clase, todo mundo se quedó encantado. Aquel chico que la reconoció en el área de descanso sonrió y descubrió que se trataba de la esposa de su mejor amigo, por otro lado Alejandro no podía creerlo, él no podía creer que esa hermosa mujer y su esposa fueran la misma persona.

- Williams Company está agradecido por esta unión, El presidente felicita nuestra cooperación - todos están sorprendidos al fin había visto el rostro de la hija más querida de la familia Williams. La reunión terminó y todos los accionistas salieron, seguían hablando de lo elegante y hermosa que era la joven señorita. Alejandro espero a que todos salieran para hablar a solas con ella pero no esperaba que su amigo se interpusiera.

- Asi que eres la señorita Williams, más bien la señora Clark - Ganzalo sonreia y Alejandro solo observaba.

- Veo que el joven jones al fin me reconoció, por favor llámeme por mi apellido y no por el de mi esposo - eso dejo sorprendido a Gonzalo.

- Crei que estabas enamorada de Alejandro -

- Era un capricho, realmente quería ayudar a ambas familias con este matrimonio, las acciones de Alejandro no me importa, se acuesta con todo lo que use falda y esta bien ese no es mi problema, mientras no se meta en mi vida no me meteré en la suya - Alejandro estaba atrás de ambos pero ellos no lo habían notado, él quería acercarse pero se detuvo.

- ¿Planearás pedir el divorcio? - pregunto Gonzalo.

- Puedo hacer que Clark recupere lo perdido en un tiempo de un año, para entonces solicitaré el divorcio, un matrimonio sin amor no funciona y su dinero no me interesa, sus padres me darán la aprobación y obvio que él me dará el divorcio, eso es lo que más quiero. - Respondio Dafne.

Gonzalo sonreia no podía creer que esa hermosa mujer no quisiera a su encantador amigo, su dulce esposa era especial y Gonzalo sabía que a Alejandro no le importaba Dafne, por otro lado Alejandro se quedó perplejo no sabía que hacer, con solo escuchar la palabra “divorcio” se quedó quieto y comenzó a sentirse ansioso, verla reír era muy bonito pero sintió una punzada cuando se dio cuenta que ella sonríe para los demás y no ante el, a él solo le demostraba odio.

Alejandro se fue furioso a la oficina y minutos después entró Gonzalo.

- Hey hermano, no me dijiste que Dafne era fea y sin chiste, eres un mentiroso -

- Cállate, esa mujer no es mi esposa, ella es una estafadora -

- Veo que no puedes creer que tu esposa es hermosa-

- ¡Ja! Si tanto te gusta pues vete con ella, nisiquiera la toque en nuestra noche de boda - la risa y burla de Alejandro hacían molestar a Gonzalo.

- Eres ridiculo Alejandro, a esta Edad y siendo presidente de una importante empresa no puede ser que no hayas madurado - Gonzalo salió furioso de la oficina y Alejandro estaba ardiendo en ira.

Narra Alejandro

Dios que es esto, esta sensación tan amarga que recorre mi cuerpo, me punza el pecho, quizás me estoy enfermando y no me he dado cuenta. Caray te vestiste tan hermosa para todos ellos y a mi me ignoras fríamente, le diste sonrisas cálidas a mi amigo mientras que a mi a tu esposo me tiras miradas asesinas, Joder! Porque me importa esto si no significas nada para mi, tu existencia pura es lo que más me irrita, si pudiera divorciarme de ti yo también estaría feliz, es mi sueño como el tuyo, pero, porque dejaste de amarme, ¿habré sido solo un engaño para ti para que el matrimonio se completara?.

-

Alejandro estaba recostado en su silla y frotaba su ceño fruncido, seguía perdido en sus pensamientos pero jamás escuchó que tocaron varias veces la puerta, así que esa persona entró sin permiso.

- Veo que no estás en condiciones para conversar - Reconoció la voz de esa mujer.

- Dafne.. - el se reincorporó.

- Mi presencia aquí será corta, solo te dire algo Alejandro Clark, no me interesa lo que hagas con tu vida, adoro que las personas no sepan que estamos casados por que tú dañarías mi reputación hasta el final, así que pongamos límites, diviértete lo que quieras aquí pero si mi familia o la tuya descubre tus aventuras no será mi responsabilidad si no tuya, si te atrevez a culparme estás muerto, ¿Entendiste? - Alejandro estaba sorprendido pero no quería perder.

- Oh, ¿Dafne estás celosa? - el se puso de pie y se acercó a ella, mientras que ella no mostraba ninguna expresión.

- Piensa lo que quieras, me voy - ella quería irse pero él no la dejo, la tomo en sus brazos y la beso a la fuerza, ella resistía y él insistía más y más, hasta que ella logró morderlo hasta hacerlo sangrar y él se separó, pero eso no iba detenerlo, la empujó contra el escritorio y sujeto sus manos para que no lo golpeara.