Lia siempre ha sido la chica invisible en la escuela, centrada en sus estudios y lidiando con una complicada vida familiar. Para ella, la secundaria es solo un paso hacia un futuro mejor, lejos de los dramas adolescentes y las expectativas de los demás. Pero su plan de pasar desapercibida se ve truncado cuando se cruza con Mateo, el chico más popular y carismático del instituto.
Mateo vive bajo la constante presión de ser perfecto. Como estrella del equipo de fútbol y el sueño de muchas chicas, su vida parece ideal. Sin embargo, detrás de su sonrisa encantadora, se esconde un joven que lucha por encontrar su propia identidad y escapar de las expectativas impuestas por los demás.
Cuando un proyecto escolar obliga a Lia y Mateo a trabajar juntos, sus mundos chocan de una manera inesperada. Lo que comienza como una colaboración forzada se transforma en una conexión genuin
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Capitulo 6: Confusión Y Dudas
Después del beso en la biblioteca, Lia y Mateo continuaron con sus días en la escuela, pero el incidente dejó una marca en ambos. Aunque el beso había sido tierno y lleno de emoción, también había traído consigo una serie de sentimientos encontrados que Lia no estaba segura de cómo manejar.
Mientras caminaba por el pasillo hacia su taquilla, Lia no podía dejar de pensar en el momento compartido con Mateo. Su sonrisa, la calidez de su abrazo, y el destello en sus ojos habían sido irresistibles, pero ahora, la realidad de sus sentimientos la abrumaba. Cada vez que pensaba en Mateo, sentía una mezcla de felicidad y confusión.
En el receso, Lia se sentó sola en una esquina del patio, tratando de aclarar sus pensamientos. Su mejor amiga, Carla, la encontró allí y se sentó a su lado, notando de inmediato el estado pensativo de Lia.
“¿Qué pasa, Lia? Pareces perdida en tus pensamientos,” dijo Carla, preocupada.
Lia suspiró, mirando el suelo. “Es sobre Mateo. Lo que pasó entre nosotros… me gusta mucho, pero no estoy segura de si estoy lista para esto.”
Carla la miró con comprensión. “Es normal tener dudas cuando las cosas se vuelven serias. ¿Qué es lo que te preocupa?”
“Es todo,” admitió Lia. “El beso fue maravilloso, pero no puedo evitar preguntarme si estamos apresurándonos. ¿Y si esto no es lo que realmente quiero? Además, tengo tantas cosas en las que concentrarme ahora mismo. ¿Cómo puedo manejar una relación además de todo eso?”
Carla asintió, reflexionando sobre sus palabras. “A veces, cuando algo es nuevo y emocionante, puede ser difícil encontrar el equilibrio. Lo importante es que te tomes el tiempo para pensar en lo que realmente deseas y cómo Mateo encaja en tu vida.”
Mientras Lia pensaba en los consejos de Carla, no podía evitar sentir que sus dudas se profundizaban. Al día siguiente, se encontró con Mateo en la biblioteca, y la atmósfera entre ellos estaba cargada de una tensión incómoda.
Mateo la miró con preocupación. “¿Todo bien? Pareces distante desde el beso.”
Lia sintió un nudo en el estómago. “Sí, es solo que… tengo muchas cosas en la cabeza. No estoy segura de cómo encaja esto entre nosotros.”
Mateo frunció el ceño, intentando comprender. “¿Te arrepientes de lo que pasó?”
“No, no es eso,” explicó Lia rápidamente. “Me gusta estar contigo. Solo… tengo miedo de que esto sea demasiado rápido y de no poder manejar todo al mismo tiempo.”
Mateo tomó una respiración profunda, tratando de encontrar las palabras adecuadas. “Entiendo que esto sea abrumador. No quiero presionarte. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti y que estoy dispuesto a tomarnos el tiempo que necesitemos para hacer las cosas bien.”
Lia lo miró con gratitud, sintiendo que la honestidad de Mateo le ofrecía un alivio temporal. “Gracias, Mateo. Aprecio mucho tu comprensión. Solo necesito un poco de tiempo para poner en orden mis pensamientos.”
Mateo asintió, mostrándose dispuesto a esperar. “Lo entiendo. Hablemos cuando te sientas lista. No hay prisa.”
Mientras Lia dejaba la biblioteca esa tarde, se dio cuenta de que, aunque tenía muchas dudas, también estaba aliviada de haber sido honesta con Mateo. A veces, enfrentar las incertidumbres era el primer paso para encontrar claridad. Y, aunque el futuro seguía siendo incierto, Lia sentía que dar el primer paso hacia la comunicación abierta con Mateo podría ayudar a despejar el camino hacia lo que realmente quería.