Después de 7 años de matrimonio, Valeria descubre mensajes comprometedores entre su esposo Lucas y su amante, lo que lleva al divorcio. Decidido a recuperarla, Lucas rompe con Julia y se esfuerza por reconquistar a Valeria. Mientras tanto, Julia resentida, hará todo lo posible para sabotear su felicidad.
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Capitulo 6: Duelo En La Casa Vacía
El apartamento que Valeria y Lucas habían compartido durante años ahora parecía extraño y vacío, como una sombra de lo que alguna vez fue un hogar lleno de risas y amor. Con el tiempo, la decisión de seguir adelante se había hecho inminente, y Valeria había comenzado a empacar sus cosas mientras la casa se vaciaba de recuerdos.
Cada objeto que colocaba en cajas parecía tener una historia, una memoria atrapada en cada rincón del lugar. Valeria se detenía a menudo, tocando las fotos en las paredes y los muebles que habían sido testigos de sus momentos más felices y dolorosos.
Una tarde, mientras empaquetaba libros en la sala, encontró una caja de recuerdos que Lucas había guardado. Dentro, había cartas de amor, fotografías y pequeños recuerdos de su vida juntos. Valeria sintió un nudo en la garganta al ver esos objetos, cada uno simbolizando una parte del pasado que ahora parecía inalcanzable.
Con lágrimas en los ojos, Valeria tomó una fotografía en particular: una de ellos en un viaje que habían hecho a la playa, sonriendo felices bajo el sol. Se permitió un momento de tristeza, dejando que las lágrimas corrieran libremente mientras el peso de la decisión que había tomado se asentaba sobre ella.
El silencio de la casa, una vez llena de vida y conversación, se convirtió en un recordatorio constante de la soledad que sentía. Cada habitación vacía parecía resonar con el eco de lo que había sido, un testimonio silencioso del final de una era.
Lucas, que había estado buscando maneras de reparar el daño, se encontró con el dolor de ver a Valeria empacar sus cosas y dejar el hogar que habían construido juntos. Aunque estaba en terapia y trabajando en sí mismo, se sentía impotente ante el hecho de que su matrimonio estaba llegando a su fin.
En su última noche en la casa, Valeria se sentó en el sofá desocupado, rodeada de cajas y recuerdos. Miró alrededor con una mezcla de nostalgia y aceptación, sabiendo que estaba cerrando un capítulo importante de su vida.
El duelo en la casa vacía era tanto un final como un nuevo comienzo, una transición dolorosa pero necesaria para sanar y buscar un futuro diferente. Valeria sabía que aún le quedaba un largo camino por recorrer, pero estaba decidida a enfrentarlo con la fortaleza que había encontrado en medio del dolor.
Mientras Valeria terminaba de empacar los últimos objetos, el sonido de la puerta principal se abrió suavemente. Lucas, que había estado esperando el momento adecuado para hablar con ella, entró con una expresión de tristeza y determinación.
—Valeria —dijo Lucas, su voz temblando ligeramente—, quería hablar contigo antes de que te vayas. Por favor, dame unos minutos.
Valeria se volvió hacia él, su rostro mostrando una mezcla de cansancio y resignación. Asintió, invitándolo a sentarse en la única silla que quedaba en la sala. Lucas se sentó, mientras Valeria permanecía de pie, observándolo con una mirada que no podía ocultar la tristeza y el dolor que sentía.
—Sé que ya hemos hablado mucho y que la decisión que tomaste es definitiva —comenzó Lucas, mirando a Valeria con una intensidad que reflejaba su pesar—. Pero quiero que sepas que, aunque no pueda revertir el daño que he causado, estoy agradecido por los momentos que compartimos. Eres una parte importante de mi vida y siempre lo serás.
Valeria sintió una punzada de emoción al escuchar las palabras de Lucas. Aunque su decisión estaba tomada, las palabras de Lucas evocaban una sensación de añoranza y pérdida que la afectaban profundamente.
—Lucas, no quiero que pienses que esto es fácil para mí. He querido mucho esta relación, y tomar la decisión de irme no ha sido sencillo —respondió Valeria, su voz entrecortada por la emoción—. Pero necesito seguir adelante para sanar y encontrar mi propio camino.
Lucas asintió, comprendiendo la decisión de Valeria y aceptando que no había más que decir. Se levantó y se acercó a ella, ofreciendo un abrazo que Valeria aceptó con una mezcla de dolor y gratitud.
—Te deseo lo mejor, Valeria. Espero que encuentres la felicidad que mereces —dijo Lucas, sus palabras cargadas de sinceridad.
—Gracias, Lucas. También te deseo lo mejor —respondió Valeria, sintiendo que era el cierre que necesitaba para el capítulo de su vida que estaba dejando atrás.
Valeria se volvió para dar el último vistazo a la casa, antes de salir con las cajas llenas de recuerdos. El duelo en la casa vacía era un testimonio de la complejidad de sus sentimientos y de la aceptación de que el final de una etapa en sus vidas marcaba el comienzo de algo nuevo y desconocido para ambos.