Sobreviviendo...

Elena_ Estoy en mi oficina terminando de ordenar unos papeles cuando se acerca Julio y cruzamos unas palabras sobre Alexander, le gusta como va trabajando, pero ya es hora de su descanso. Levanto mi vista y le doy toda mi atención, cuando nota de que no entiendo lo que trata de decir me dice, -¿niña no te has dado cuenta de que ya pasó la hora del almuerzo?. Miro la hora y de manera rápida me levanto de donde estaba sentada y salgo disparada hasta donde él se encuentra, lo llamo para que salga de abajo del auto, y me observa de manera atenta. Le pido disculpas, ya que se me paso la hora del almuerzo y no lo avise; le explico que él debe tomar un snack tipo 10 de la mañana y a las 12 hs debe almorzar.

Lo acompaño a almorzar y vamos hablando sobre el motor que casi estaba listo, palabras van palabras vienen almorzamos y le explico que en caso de necesitar también disponemos de unos pequeños mono ambiente, completamente equipados solo de necesitarlo debe hacer el pedido y se le otorga alguno disponible. Lo mismo con la movilidad, le explico que para quienes viven lejos contamos con dos camionetas SUV 4 * 4 en caso de mal tiempo, obteniendo un permiso puede utilizarla. Me comenta que le gusta el área de trabajo y los compañeros lo han ayudado mucho a ubicar las herramientas. Sonrió y le digo si son un gran equipo.

Alexander _ Estoy atento a mi nuevo ambiente de trabajo, no puedo quejarme me gusta mucho, varios compañeros se acercaron a presentarse muy amablemente y me ayudaron a encontrar una que otra herramienta que no ubicaba. Estoy próximo a terminar el motor del auto que me tocó revisar, el cual verdaderamente se me callo la mandíbula cuando lo vi, aunque intente disimular mi sorpresa no sé si lo logre.

Veo a Elena acercarse y la observo atentamente cuando me llama para almorzar que se le pasó, vamos camino a lo que supongo es el área de comer, tomamos asiento y se acerca una señorita y nos ofrece el menú, llega nuestro pedido y comenzamos a comer cada uno concentrado en lo suyo hasta que conversando me pregunta como me había sentido hasta ahora, le cuento que muy bien todos me habían ayudado mucho y son muy cordiales, me da una sonrisa y me quedo hipnotizado mirando sus ojos e inconscientemente le digo "que hermosos ojos". Dándome cuenta de mi error agradezco mucho el almuerzo y salgo volando a continuar mi trabajo.

Elena _ Estaba comiendo con Alexander y nuevamente me sentí incómoda y no es porque sea maleducado ni nada de eso, sino porque me he vuelto fría con el pasar del tiempo, la primera vez en su casa cuando me abrazo impulsivamente y otra vez ahora por un simple piropo, decido dejar de pensar en tonterías y voy a seguir trabajando.

Estoy devuelta en mi escritorio cuando escucho sonar mi teléfono, miro la pantalla e inconscientemente sonrió. Erick, un amigo, más bien un hermano de otra madre a quien conocí en un muy mal momento de mi vida. A mis 17 años, en mi último año de secundaria conocí a alguien a quien en un principio no me agradaba, pero con el pasar de los días nos acercamos e hicimos amigos, al pasar el tiempo me propuso ser más que amigos y yo toda ilusionada le dije que si, nos volvimos novios solo de "piquitos" pero una tarde quedamos en encontrarnos y no llego, así pasaron varias veces hasta que un día fui al gimnasio donde entrenaba y lo escuché hablar, hablaba con su "amiga" yo era una perdida de tiempo y se dieron un beso. Ese día algo dolió dentro de mí y me volví más fría aún. Salí en mi moto y me detuve en una hermosa colina donde solía ir cuando necesitaba pensar. Y solamente dejé salir mis lágrimas, cuando alguien se acerca y me brinda su pañuelo. Me dijo "bonita nadie debe llorar solo". Así nos conocimos y charlamos por muchas horas, me contó su historia y el por qué según él nadie merece nuestras lágrimas porque son demasiado valiosas, son perlas de agua dijo; y me reí tanto que me dolió la panza.

Charlamos por teléfono un buen rato y se escuchaban mis carcajadas hasta afuera de oficina seguramente, porque pasaban los chicos trabajando y miraban hacia adentro, pensando seguramente esta se terminó de volver loca. Me despedí de él y quedamos en juntarnos para planear la cena que todos los años ofrecemos en el taller. Así terminó el día, me despedí de todos le dejé unos encargos a Julio y subí a mi casa por un baño, ya mañana más trabajo nos esperaba.

Los días, semanas y unos cuantos meses fueron pasando, Alexander se unió al equipo de trabajo perfectamente. Elena sale de su oficina para hablar con todos los empleados, el próximo sábado sería la cena donde se juntan todos y se realiza una recaudación para diferentes organizaciones a beneficios de niños. Porque si algo sabia Elena es que suficiente con ser huérfanos como para también tener falta de alimento.

Elena_ Hola buenas tardes hoy nos juntamos ya saben para poder concretar la reunión para la cena de beneficio para los niños. Sé que no les gusta venir de gala porque les sienta incómodo, pero solo se los pido una vez al año. Saben que vienen los de la empresa ellos son medio delicados. Así que todos vienen vestidos para gala y debemos estar todos a la altura. Acá están las invitaciones para cada uno y cualquier duda me buscan y me consultan, ya pueden retirarse y nos vemos mañana.

Salgo caminando para mi garaje en busca de mi motocicleta, cuando veo de refilón venir a Alexander, me llama y me pregunta si puede hablar un momento conmigo, le digo que sí, él me comenta que no tiene trajes de gala, a lo cual yo le respondo qué bueno, que lo podía ayudar, que el día de mañana lo iba a llamar así lo solucionábamos. Me despedí de él, coloque la clave de acceso a mi garage sacando mi motocicleta, salgo y todavía se encontraba por ahí. Cuando me vio se quedó con los ojos muy abiertos, anonadado, supongo que por ver por primera vez a mi hermosa bebé.

Elena en unas de sus bebés una Honda CBR 600.

Alexander _ Ohhh mi dios!!!, solo demoré un segundo en seguir mi camino cuando la vi salir de su garaje sobre una magnífica moto. Ahora entiendo cuando se refirió a ellas como su bebé. Muchos queremos un bebé de esos. Noto mi mirada sobre ella, giro su cabeza y me guiño un ojo, no soy tímido, pero esta vez creo hasta colorado me puse, gire sobre mis talones y me fui de allí.