En Otra Piel

Esto es una pesadilla pensó celeste se cambió de ropa era otra, se sentía desnuda, nunca había mostrado ni un poco de su cuerpo... Solo espero que esté hombre no valla a lastimar, está vez de verdad tengo miedo... Tengo que ganarme un poco su confianza, pero con carácter porque si no pensará que yo de verdad siento algo por el...

Lisandro la espera ansioso, de verdad espera que en unos días ella cambié de parecer con respecto a el, y la ve bajar de verdad parece un ángel, pensó. Ese rostro tan hermoso y ese cuerpo...

Me siento desnuda hablo Celeste...

Cálmate mí reina, eres muy hermosa.

Gracias. Creo.

¿Te sientes incómoda?

¿Y como no sentirme? Si estoy aquí con usted, sola. ¿Que pensarán de mi?

Ssssss ssssss mi amor no hables de eso. Qué tal si me cuentas tú vida por ejemplo?

No hay mucho que decir, no conozco a mis padres, me críe en un orfanato y luego quise ser novicia ahora soy una hermana religiosa...

¿Eso es todo?

Si eso es todo... ¿Y usted?

No me hables de usted por favor, Celeste... tú me gustas, dame una oportunidad.

Oportunidad? yo no siento afecto por nadie señor Lisandro, yo no conozco el amor en ningún sentido, no puedo dar algo que no conozco.

Yo te enseño a quererme, no funciona así señor el amor debe ser recíproco si no puede destruir todo a su alrededor.

Lo sé celeste, pero yo estoy tan enamorado de usted, tengo meses observándola, siguiéndola sueño con usted. No hay un día que no desee verla aunque sea en la distancia.

Está loco de verdad... debí hacerle caso a la hermana pensó Celeste.

No me dirás nada?

No se que responder...

Traigan la comida Raúl.

Ven mi amor vamos al comedor.

Todo es muy lindo, usted es muy detallista...

¿Y no te agrada eso?

Si, pero no soy lo que usted necesita... Cualquier mujer se enamoraría de usted. Es apuesto, agradable, detallista, y tiene dinero. Debe tener muchas conquistas...

La verdad si he tenido relaciones amorosas con varias mujeres, pero tú eres la que me complementa... Yo nunca había pensado en matrimonio ni nada de eso. Pero si tú me das una sola oportunidad yo me caso contigo...

¿Matrimonio? Nunca he pensado en esa posibilidad...

Mi vida no ha sido fácil, aprendí que lo que quiero lo tengo.

Pero yo no soy un objeto señor Lisandro tengo gustos y deseos, y mi único deseo desde que tengo uso de razón ha sido servir a Dios.

Me rechazas de manera muy sutil. Eso me agrada aún más.

También puedo tratarlo mal si eso prefiere, pero no sé dónde estoy y la verdad ni siquiera estoy en posición de objetar, usted tiene las de ganar si quisiera me mataría aquí y nadie se daría cuenta y lo más probable es que nadie me busque porque no tengo a nadie en mi vida... ¿Me puedo ir a mí, habitación?

Sí... Te puedes ir... La cena fue un asco. Cómo se supone que se enamore de mí si está ala defensiva y a cada rato me dice que no es mujer de familia de amar a hombres que se supone que tengo que hacer ahora, ya la tengo aquí no la puedo dejar ir.

Quizás aún por el efecto de la droga, pero Celeste, se quedó dormida en seguida que tocó la cama...

Lisandro entró a su habitación, tratando de no hacer mucho ruido, la observa dormir eres tan hermosa, si tan solo me dieras la oportunidad de amarte y demostrarte que puedo hacerte feliz... Paso casi toda la noche mirándola, realmente estoy loco penso Lisandro...

Será mejor que la deje ir. Mañana hablaré con ella y le dire que regrese a su casa. La dejaré ser feliz.

A la mañana siguiente lo llamaron muy temprano que debía asistir a una reunión muy importante.

Celeste despertó y ya el no estaba en la casa, le dijo un empleado...

Señor, verá. Yo debo irme no puedo estar acá.

Señorita, hay escoltas por toda la casa, puede salir y darse cuenta, hay orden estricta de no dejarla salir por ningún motivo... Señorita, si tiene hambre le puedo traer desayuno o llevarla al comedor...

Comeré acá, por favor, tengo mucha hambre.

En un descuido del señor Raúl, Celeste logra salir por una ventana, está comunica al jardín, al estar ya en el jardín empieza a correr al fondo está una pequeña puerta parece la de los empleados llega a una pared, y cuando ya casi estaba fuera de la propiedad la jalan con fuerza hacia adentro, de la misma, a donde cree que va señorita habla uno de los escoltas...

Saben es hermosa, el patrón no está que tal si nos divertimos... Y empiezan a manosearla y tirarla como si fuese un trapo el uno al otro era un total de tres escoltas.

Que creen que hacen? Habla el señor Raúl.

Cállese viejo, dejemos divertirnos.

Saben ustedes que está casa tiene cámaras por todos lados y que está chiquilla es el amor del patrón me imagino que será de ustedes cuando vea estás imágenes, de ustedes tratando de ultrajar a su obsesión...

No tiene por qué enterarse, llévese a la chica ok.

Eres inteligente, vamos celeste.

Está bien. Entre lágrimas.

Mientras Lisandro se dedica a tomar, había chicas, se fue con una a una habitación de hotel, pero no pudo observa a la chica y ve a Celeste...

Disculpa, estoy muy ebrio.

Se fue nuevamente al bar... Por fin ya era pasadas las diez de la noche había hecho un buen negocio, acostumbraba celebrar con amigos, pero hoy quería volver a casa aunque ya estaba bastante ebrio. Llega a casa con un chófer... Llama a los de seguridad estando en la casa...

Alguna novedad?

Señor. La chica.

¿Que ocurre con la chica?

Trato de escapar señor... Pero logramos detenerla.

Esto lo enfurece en gran manera. Sube hasta su habitación, y hay está esa mujer que le acelera todo su cuerpo. Sin pensarlo dos veces cierra la puerta y se avalanza sobre ella...

¿Que ocurre? Habla bajo, por favor no me lastimes.

No te lastimaré, con ella si se prende su cuerpo...

Por favor... Con muchas lágrimas ya bajando por sus mejillas... No me lastimes te lo suplico...

No llores, le lamía su cuello eres deliciosa. solo serán besos déjate llevar...

Celeste trato de forcejear, pero el es grande y fuerte y muy pesado. Sin más le abrió las piernas y sin ninguna contemplación, se dejó ir hasta el fondo.

Aaaaaa grito Celeste...

Esto no lo detuvo se dio cuenta de que fue el primero y esto lo encendió aún más y terminó enseguida, derramó su semilla dentro de ella. Y se levantó con un poco de cordura, la miró llorar... Perdón, Perdóname, me, deje llevar, que hice...

Raúl, Raúl...

Que ocurre señor? Miro a la chica. Señor que hizo eso estuvo mal.

Lo sé Raúl, lo sé... venía muy borracho...

Llevala hasta su casa parroquial más nunca la molestaré...