Aquí comienza el amor entre Max y violeta, una historia que los llevará al borde de la locura a ambos para hacer que su amor sea indestructible.
Esta es la continuación de violeta y Max en Frío Millonario.
Que lo disfruten, queridos lectores. ❤️
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Capítulo #6
La noche pasó rápido y en la mañana Max y Violeta desayunaron juntos la mañana también pasó rápido, ya que se estaban divirtiendo mucho contando algunos chistes.
Esto hizo que Max se sintiera distinto por primera vez, pues, esto no le había hecho algo así con nadie, pero él sabía que ella sería la excepción por ser la madre de sus hijos.
—Max: creo que ya deberías alistarnos para ir al aeropuerto. (Dijo limpiándose con una servilleta la comisura de los labios)
—Violeta: está bien, dame 10 minutos y estoy lista. (Dijo levantándose de la mesa con una gran sonrisa y caminando a su habitación)
📲-Max: mi vuelo sale esta tarde estaré llegando aproximadamente a las 6:00 pm espérame en donde siempre nos vemos.
📲-Melissa: qué felicidad por fin te veré después de estos días en soledad, te extraño mucho.
Max se dirigió a su habitación y se dio una ducha, pues, Violeta también lo hacía entonces procedieron alistarse y en los 10 minutos que pasaron pudieron estar listos ya las maletas habían sido bajadas por los guardaespaldas y solo faltaban ellos.
Max se puso cómodo, pues, después de todo solo tomaría el vuelo e iría a ver a Melissa y volviera a su casa
Violeta tampoco se quedó atrás, pues, ella también optó por lo cómodo, aun así se vería elegante, pues, lo que le habían comprado era todo marca y aun queriendo verse sencilla estaría luciendo de las prendas más caras.
Pero ella solo quería llegar a casa y ver a su mamá y a su amiga Amanda para contarle por todo lo que había pasado y las cosas que estaba sintiendo.
A las 1:15 pm abordaron el jet privado y comenzó la travesía de regreso a casa Max iba tomando whiskey mientras estaba en su laptop según él resolviendo asuntos pendientes mientras que violeta se pasó casi todo el vuelo durmiendo, pues para ella la cama su jet privado se sintió como el paraíso hasta que una muy brusca turbulencia la despertó.
—Violeta: ahahaha (dijo gritando del susto por aquella turbulencia)
—¿Max: que pasa? (Llega asustado a la habitación, ya que ese tipo de cosas en los aviones son de esperarse)
Pero lo que él no sabía es que a violeta le dan pánicos los aviones por la altura y ella no tuvo problema en llegar a España porque fue completamente sedada y en esta ocasión de regreso estaba dormida.
—¿Violeta: no sentirte eso? Casi se cae el avión. (Dijo mientras inconscientemente lo abraza)
—Max: no tengas miedo yo estaré aquí para ti siempre. (Dijo abrazándola con más fuerza, al parecer aquel embarazo había cambiado algo en la manera de Max tratar a violeta)
El corazón de violeta volvió a la carrera constante, carrera que ocurre cuando Max se porta muy bien con ella, ya que ella siempre estuvo enamorada de él aunque no se lo demostraba, porque aunque él no quería nada serio ella se conformaría con solo una aventura, pero en esa aventura estaría con el chico que realmente le gustaba.
—Violeta: gracias Max. (Dijo ella muy sonriente y feliz también dándose cuenta de que su cuerpo estaba en llamas, lo quería para ella)
—Pilotó: por favor abrochen sus cinturones, ya vamos a aterrizar. (Dijo descendiendo)
—Max: vamos asegúrate que cuando aterricemos te llevaré a donde tu mamá para que puedas hablar con ella y recojas algunas cosas. (Dijo mientras se levantaba de la cama)
—Violeta: cómo así que recoja algunas cosas. (Dijo sorprendida)
—Max: no puedo dejarte con mis bebés en una casa sin protección, sabes a qué me dedico y los enemigos me sobran, así que no voy a dejarlos a la suerte, te vas a vivir conmigo. (Dijo muy seguro de sí mismo)
—Violeta: está bien como digas. (Dijo muy emocionada por dentro, pensando que todo lo que había pasado era porque quizás él también sentía lo mismo por ella)
Al aterrizar esta vez no hubo un vehículo en la pista de aterrizaje en esta ocasión tuvieron que salir por el aeropuerto y aquella salida iba a dejar a Violeta con sus sentimientos alborotados, después de tener sus maletas ambos iban en medio de 4 hombres que los protegían, pues él nunca levantaría sospecha, ya que sus padres también son empresarios poderosos los policías nunca pensarían que aquellas personas lo cuidan porque en realidad es un mafioso muy peligroso.
—Melissa: amor ya llegaste. (Dijo en voz alta levantando la mano para hacerse notar entre las personas)
—¿Max: que haces aquí Melissa? (Pregunto algo enojado)
—Melissa: cómo que qué hago aquí, pues estoy esperándote, antes no te molestaba. (Dijo mientras miraba que había alguien más entre los guardaespaldas)
—Max: no lo vuelvas hacer, por favor, sabes que eso no me gusta en lo absoluto. (Dijo enojado)
—Melissa: y quién es ella. (Dijo mirándola de arriba abajo)
—Max: nadie que te interese lo vamos a hablar más tarde, no aquí ni ahora. (Dijo dejándola sola y tomando a violeta por un brazo para sacarla del aeropuerto)
En el auto se subieron los tres, pues, ya que Melissa estaba hay Max no iba a dejarla a su suerte al fin y al cabo él sentía algo por ella, pero no quería que las cosas se salieron de control entonces depuse de manejar y el silencio reinar en el coche llegaron a la casa de violeta.
—Max: voy a pasar por tú en 4 horas. (Dijo ayudándola a salir del auto)
—Violeta: está bien. (Dijo mientras se bajaba y caminaba a su casa y volvió atrás porque había olvidado su maleta al porqué su cabeza estaba en otra parte)
—Max: oye que esperas para llevar su maleta a dentro solo estás hay prado a caso quieres que la lleve ella estando embarazada o quizás que la lleve yo. (Dijo mirándolo de mala manera)
—Violeta: tranquilo no hay necesidad de que me ayude o de que le hables así, yo puedo sola. (Dijo tratando de levantar la maleta)
—Max: si algo le pasa a ella o a los bebés, me responderás con tu vida. (Dijo enojado)
—Violeta: no le hables así y mucho menos por mí. (Dijo sintiendo tristeza por cómo Max le hablaba a ese hombre)
—¿Melissa: que ridiculez y quien te crees tú para hablarle así? Ridícula. (Dijo tratando de salir del auto)
—Empleado: disculpe señor, vamos señorita, no hay problema, yo puedo ayudarla. (Dijo levantando las maletas y caminando detrás de violeta)