Devon (Editando)

~Aria~

Ya todo esta listo, los nervios me matan, pero todo sea con el fin educativo para mi aprendizaje literario. Tomo el frasquito pequeño de spray y lo echo en mi chaqueta, hoy hace un frío que te cagas por eso ando como viejito pascuero de lo abrigada que voy. Rayos, solo me faltan las botas militares y el gorrito rojo. Sonrió por mi loca comparación.

Camino distraída mientras pienso en lo que estoy a punto de hacer, ya tengo todo listo en la casa de campo, lo único que me falta es él. No lo he visto por ningún lado estos días. Eso me frustra los planes, pero no importa, si tengo que esperar otro día más, lo haré.

Dios, no soy una sicópata, pero al parecer estoy a un paso de serlo.

Subo al ascensor que me lleva al estacionamiento del edificio sin esperanza alguna de encontrarlo, saco el mando a distancia de mi auto para apagar la alarma, y es entonces que lo veo.

Oh jodidos rayos y centellas que suerte, ¿estará acompañado?

Lo observo mientras disimulo dejar algo en el asiento del copiloto. Esta solo, y medio tambaleante, viste un traje negro que le queda perfecto. Se tira la corbata con frustración, al parecer quiere quitársela y no puede.

Me acerco mirando a los lados por si hubiera algún guardaespaldas pero nada. Meto mi mano en el bolsillo para ver si el frasquito sigue allí, una vez lo palpo saco mi mano.

— Vecino, ¿se encuentra bien? —lleva la cabeza gacha y al escucharme la levanta, y su mirada hechicera se topa con la mía.

— Hola, ¿eres mi vecina? Ummm no te había visto nunca. —dice fríamente. Auch, eso dolió. Sonrió y me acerco más sigilosa, y atenta. De repente tropieza y casi cae al caminar en mi dirección. Lo sujeto colocando su brazo alrededor de mis hombros.

— Creo que no esta bien. ¿Qué tal si le ayudo a...

— ¿Eres soltera? —su pregunta me saca de onda porque me extraña, y le digo.

— Sí. —al instante me agarra por la solapa de mi chaqueta y me acerca a su cuerpo. Mete sus manos en mi pelo agarrándome por la nuca y me besa pillandome desprevenida. Con su lengua intenta pujar dentro de mi boca y en un suspiro que doy, él la mete y yo ni tonta ni perezosa le sigo el beso. Sabe a menta y alcohol. Se aparta de mí y antes de que se dé cuenta, saco mi frasquito, y le rocio spray en la boca. Me mira aturdido mientras saborea sus labios, no sé si es por el beso o por el sabor del spray.

Una sonrisa socarrona se le escapa, mientras su mirada fría se desliza sobre mí. Mierda este hombre me va a matar de un ataque al corazón. Se deja llevar por mí a mi auto y ya esta, ahora veremos qué sucederá cuando lleguemos a nuestro destino.

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Una hora y media más tarde llegamos a nuestro destino, quince minutos después ya lo tengo metido dentro de la casa y tirado en el sofá. Esta profundo, cosa que me alivia y ayuda con mi plan. Saco el spray y le abro la boca, le rocío un poquito más, solo por si acaso.

Una hora más tarde estoy exhausta por el esfuerzo que requirió llevarlo a la recámara, semidesnudarlo y acostarlo en la cama; esposarlo de pies y manos, y arroparlo de la cintura para abajo solo con una sábana.

Su pecho sube y baja, las ganas de desnudarlo por completo casi me ganan, pero decidí que esperaría a que recobre la consciencia.

Me meto al baño, me saco la ropa quedando desnuda, y entro a la ducha. El agua tibia cae como lluvia sobre mi cabeza, bajando y empapando mi cuerpo.

Su piel es suave y cálida, de solo pensar que lo he tocado por fin me hace temblar. Enjabono mi cuerpo y cuero cabelludo, luego lavo y enjuago hasta quitar los restos de jabón. Salgo de la ducha y tomo dos toallas que hay dobladas sobre el lavamanos, con una envuelvo mi cuerpo mojado, y con la otra comienzo a secar mi pelo.

Una vez lista me dirijo solo en toalla al dormitorio, y me encuentro con su mirada confusa. Ya es hora, ¿no hay para qué demorar el asunto no?

— ¿Porqué estoy esposado? ¿Dónde estoy? —le sonrió sin responderle y a paso lento me meto en el clóset donde tengo mi ropa. Saco una bata de seda blanca y transparente, un babydoll del mismo color. Lo tomo y me acerco a la cama, una vez allí lo coloco a los pies de esta donde él está esposado todavía confuso y observándome. Retiro la toalla ante su atenta mirada, no me pasa desapercibido como apenas traga saliva. La toalla cae dejándome completamente expuesta ante él.

Los nervios me matan, pero no puedo delatarme que esta es mi primera vez desnuda ante un hombre. Me agacho y levantó la toalla, seco entre mis pechos lentamente bajo por mi abdomen hasta la unión de mis muslos.

— ¿Qu... Qué haces... —dice nervioso, y su voz me prende. Lo miro fijamente y veo que sus pupilas están ligeramente más oscuras, lo puedo ver claramente gracias a la luz encendida que ilumina la habitación. Suspiro cuando la necesidad atraviesa mi cuerpo. Mi entrepierna se está humedeciendo por culpa de su pecho desnudo, de su mirada cada vez más oscura. Trata de dar tirones de las esposas para safarse, pero es inútil— ¿me tienes secuestrado? ¿Acaso esto es alguna clase de broma?

Sigo sin responderle mientras tiro la toalla al piso, tomo el baby doll transparente y blanco con encaje, y me lo coloco cual virgen perversa.

Cuando por fin estoy lista, me doy cuenta que su respiración esta cada vez más acelerada. Giro dándole la espalda y a su vez un buen vistazo de mi parte trasera. Tomo la bata pero no me la coloco de inmediato. Me agacho y tomo la toalla que tire a propósito al piso, me demoro más de lo necesario en ello para tentarlo mostrándole mis "atributos" que según Angel tengo bien puestos.

Se que mi cuerpo no está nada mal, que yo misma no soy para nada fea. Sonrió maliciosa, ya no hay nervios, si no deseo, curiosidad. Me enderezo y me dirijo al baño, tiro la toalla húmeda en el canastillo de la ropa sucia y me coloco la bata de seda. Salgo del baño sin apenas mirarlo, me acerco a la cajonera que hay cerca de la cama, la abro y saco una fusta hecha expresamente para juegos sexuales. La coloco sobre la cajonera. Saco otras cosas más que también coloco sobre la cajonera y la cierro, tomo solo la fusta y la toco con mis dedos, muy lentamente.

Entonces lo observo de nuevo.

— ¿Qu... Qué harás con eso? —su voz suena ronca.

— Amor, Ummmm... ¿Y si mejor te digo Jefecito, como el personaje de mi libro? ¿Qué te parece?

— ¿De qué carajos hablas? ¡Sueltame! —exije.

— No puedo, al menos no por ahora, y no te preocupes, solo quiero una noche contigo Jefecito, una noche, entre otras noches. Ya que esa noche será la única en que yo te tenga en realidad.

— ¿Estás loca? Esto es un delito, ¿lo sabes no? —su mirada vaga por mi cuerpo, mientras su voz trata de ser seria.

— Eso ya lo sé, y no te preocupes por mí. Solo disfruta hasta que llegue el final de esta única noche. —me acerco y retiro la sábana que lo cubría de la cintura para abajo. Paso la fusta por una de sus piernas desnudas y la subo lentamente. Miro su entrepierna lamiéndome los labios mientras la fusta se acerca peligrosamente allí— Oh bebé, esa tienda de campaña me indica que te está gustando...

Hace un movimiento brusco e intenta safarse de las esposas otra vez. Paso la fusta suavemente como si fuera una pluma, muy cerca de su entrepierna. 

Sonrió al verlo excitado y furioso, su mirada fría en vez de asustarme, me vuelve mas valiente.

Sigo lentamente mi camino por la orilla del bóxer, hacia su ombligo y luego su pecho. Mis piernas tiemblan ante el placer que me brinda su abultamiento.

— Te vas a arrepentir, déjame ir, no soy de faltarles el respeto a las mujeres pero las pervertidas...—me alejo y tomo una pañoleta de seda, dejo la fusta sobre la cama y me acerco al feroz hombre. Cuando mis manos hacen contacto con su pecho desnudo lo siento temblar, acerco mi boca a la suya de repente, cerca muy cerca e increíblemente se queda quieto. Ni siquiera parpadea, yo aprovecho y deslizó la pañoleta de seda detrás de su cabeza y rápidamente logró mi cometido, pero antes le doy un breve beso.

Pestañea cuando se da cuenta de lo que he hecho, me alejo rápidamente e intenta hablar pero apenas si le sale un Mmmm mmmm.

—Lo lamento, pero no te callabas nunca. Y no te preocupes, no haré nada que no disfrutes o quieras. Y por tu mirada, se que quieres que siga ¿O me equivoco? Ahora, ¿en qué íbamos? —él deja de tironear de las esposas y me mira con los ojos muy abiertos. Me alejo unos pasos de la cama, no sin antes tomar la fusta. Me doy la vuelta y me acerco al sofá de tres cuerpos que hay en la habitación, dejo la fusta allí y camino unos pasos hacia el interruptor de la luz y la apago.

La oscuridad nos envuelve y sólo se puede escuchar el sonido de nuestras respiraciones, y palpar la tensión que hay entre ambos. Camino otra vez por la habitación queriendo brincar de alegría al tener toda su atención aunque sea en la oscuridad.

— Jefecito, ¿qué cree que haré ahora? Ummm creo que encendere la lámpara de la mesita de noche. —y lo hago. Él está respirando agitadamente. No se mueve, solo me observa, si no estuviera atado, diría que yo soy la presa, y él el depredador, listo para atacarme— ¿quieres que quite mi bata para que veas mejor lo que voy a hacer?

Dejo caer mi bata y llevo una de mis manos a mi pecho ante su atenta mirada. Lo toco, lo palpo, lo aprieto.

— Sabes lo bueno que sería que fueran tus manos, o tu boca los que hicieran esto. Mmmm ah, es tan excitante y tortuoso tenerte aquí, verte pero no tocarte como me gustaría.

Alejo mi mano de mi pecho y la guío a mi entrepierna. Me tiendo sobre el sofá sin perderme como su cabeza se levanta un poco para mirarme. Abro las piernas y le muestro, sé que no ve mucho porque las luces de la mesita de noche no dan tanta claridad, pero sé que no se pierde mis movimientos.

Me tocó frente a él, gimo, gimoteo por las sensaciones, y grito cuando me vengo sin perderlo de vista.

Él está quieto, devorándome con la mirada.

Una vez las sensaciones se van, me levanto quitándome las prendas transparentes que llevo puestas.

Un suspiro sale de mis labios, estoy completamente desnuda. Y pensar que afuera hace frío, mientras aquí hace calor.

— Ahora, Jefecito, ya que tenemos que aprovechar el tiempo, ¿a qué te gustaría jugar?

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(La imagen es solo para tener una idea sobre los personajes, tú puedes imaginar los personajes a tu manera)

Mil gracias por leerme😉