Me Case Con Un Millonario Enfermo.!!

Para cuándo llegó la noche victoria no tenía hambre, estaba acostada en la cama de aquella habitación vieja dónde la habían arrumbado, que estaba más chiquita que la casa de las gallinas de la casa.

Ala cena victoria no había llegado y a nadie le importaba.

En la mañana el mensajero de su abuela había llegado, victoria lo había visto a lo lejos desde su ventana y bajo corriendo para saber de ella.

Abrió la puerta su padre vio a victoria bajar desesperada para abrir la puerta.

_ Rafaelo dime cómo está mi abuelita, te mando por mi verdad.!_ dijo victoria sonriendo mirando a Rafaelo morando al piso.

_ Rafaelo que está pasando, dime qué mi abuelita Matilde te mando por mí.!_ dijo victoria presintiendo algo malo.

_ Señorita lo lamento mucho la señora Matilde acaba de fallecer.!_ dijo Rafaelo con voz quebrada mirando a victoria caer de rodillas al suelo.

_ No, dime qué no es cierto, abuelita ....llévame con ella Rafaelo..!! _ dijo victoria llorando.

_ Que está pasando aqui.!_ dijo Ricardo molesto mirando a victoria llorar.

_ Lo lamento mucho señor Ricardo su madre acaba de fallecer hoy en la mañana.!_ dijo Rafaelo.

_ Llévame Rafaelo ...llévame..._ decía victoria desesperada.

_ Cállate victoria deja de hacer tanto drama...Rafaelo llévala contigo y que ella se encargue de su funeral._ dijo Ricardo con desprecio.

_ Si señor.!_ dijo Rafaelo sorprendió por lo que había dicho Ricardo.

Victoria se levantó del suelo y corrió asta el auto para que la llevara Rafaelo.

_ Que es este escándalo.!_ dijo Romina.

_ Mi madre falleció.!_ dijo Ricardo entrando ala casa.

_ Pero por qué la dejaste ir Ricardo.!?_ dijo Romina molesta mirando a victoria irse.

_ Que más podía hacer, si mi madre ya falleció y victoria era lo más cercano que ella tenía.!_ dijo Ricardo sirviéndose una copa de whisky.

_ Pero la herencia.!_ dijo Romina.

_ Tranquila yo lo arreglaré todo, de eso no debes preocuparte, impugnare el testamento y no se lo darán a victoria.!_ dijo Ricardo tomándose de un solo trago el whisky.

Durante todo el camino victoria lloro en silencio y al llegar las mujeres del pueblo ya estaban listas para arreglar a su abuela paradas enfrente de la casa, ella bajo del auto corriendo asta donde estaba su abuela y la abrazo.

_ No me puedes dejar abuelita, no te vayas no me dejes por favor.!_ decía victoria llorando y abrazando a Matilde.

Las siguientes horas eran fatales para victoria pues comenzó a ayudar a las mujeres a preparar a su abuela para el funeral, mientras sus lágrimas no dejaban de salir y sus manos temblaban.

Los servicios funerarios habían llegado ala casa y ya habían puesto a Matilde en su caja, varias velas estaban prendidas a su alrededor y victoria no se separaba de ella, mientras no dejaba de llegar gente para despedirla.

La noche alado de Matilde fue muy corta para victoria, todos se compadecían de ella por el estado en el que se encontraba y no había nadie que la pudiera consolar.

llagada la mañana se llevaron el cuerpo de Matilde asta el panteón y para la sorpresa de victoria ahí ya estaba Romina y Julieta junto con su padre.

Sabía muy bien que solo habían llegado para guardar las apariencias por qué ellos jamás estuvieron con ella.

Cuando la comenzaron a enterrar sintió una inmensa tristeza y ganas de morir, ya no tenía a nadie en el mundo.

_ Abuelita, no te preocupes por mí puedes irte tranquila te prometo que haré lo posible para alejarme de ellos, como lo querías.!_ dijo victoria en su mente mientras miraba como la enterraban a Matilde.