El Viudo

El día pasó muy demasiado rápido, domine y entendí todo mi contenido de trabajo rápidamente con lo que me habían explicado la ex secretaria, sentía que ya podía dominarlo con facilidad así que estaba aliviada en ese sentido, no era complejo por suerte para mi. Una vez satisfecha de que comprendía todo correctamente la ex secretaria se despidió de todos y se fue, ya era la hora del almuerzo cuando lo hizo así que fui a la cafetería del edificio para comer algo, ya mis tripas no daban más, tomé una mesa y almorcé sola, era mi primer día y no conocía a nadie allí.

Mi jefe no había salido de su oficina ni un momento, no me había molestado para nada, tal vez me daba tiempo para que pudiera ponerme al día con la anterior secretaria y me adaptará al trabajo sin tener presión, darme mi espacio, intenté no pensar mucho en eso, había tiempo para entender lo que ocurría allí, a lo mejor era tímido, seguí comiendo mientras me hacía mil hipótesis.

Luego de almorzar regresé a mi puesto de trabajo, no dije nada solo tomé asiento y seguí poniendo al corriente de las cosas, pude ver que él aún estaba dentro de su oficina, decidí ignorarlo, era mejor no molestarlo ya que no sabía a qué atenerme con él, debía conocerlo para saber si carácter, sus gustos y disgustos, si me necesitaba llamaría, me dije. Aproveché el resto de la tarde para organizar todo a mi estilo y fuera más fácil para trabajar, tampoco recibí ninguna llamada, ni nadie vino a la oficina a una cita con mi jefe, todo estuvo tranquilo, yo tenía el cronograma de las citas y no había nada está semana, seguro era por el viaje que él había realizado recientemente.

Estaba tan sumergida en mis cosas y mis pensamientos que no noté cuando mi jefe fue hasta mí, cuando vine a darme cuenta lo tenía frente a mi mesa y no lo había notado, me llevé un gran susto cuando escuché su voz ronca y penetrante.

- Puedes marchar, dijo secamente sin mirarme siquiera y salió del lugar apresurado.

Yo mire el reloj y ví que eran las cuatro, mi hora de marchar, estaba tan concentrada en mi primer día organizando todo que no miré el reloj, me quedé mirando como mi jefe se marchaba,era tan alto, estaba segura que yo le llegaba a los hombros solamente, en eso suena mi móvil devolviéndome a mi realidad, era Claudia que me esperaba abajo para ir por el anillo de compromiso de Favor. Recogí mis cosas lo más rápido que pude y fui a su encuentro, estaba loca por verla y decirle mis cosas, mi impresión con mi jefe, necesitaba su opinión en esto para ver si eran ideas mías o no, ya que a veces yo tomaba todo muy en serio y le daba demasiado importancia a las cosas, quería desahogarme y soltarlo todo y nadie mejor que ella para escucharme u aconsejarme.

Al llegar ella estaba en el auto también ansiosa por saber cómo me había ido mi día, tomé asiento y enseguida empezó su interrogatorio, la miré con cara de pesar, ella condujo hacia la joyería, de camino le expliqué todo lo ocurrido, lo raro del compartimiento de mi jefe, su reacción al verme, lo que había escuchado en la llamada, ella la verdad no le dio mucha importancia.

- Seguro él tenía mejores cosas que hacer que estar dedicando tiempo a una simple secretaria, la gente rica es así, acostúmbrate a ese trato, tu dedícate ha que tu trabajo salga correctamente y no pienses tanto. Lo de la llamada seguro era otra cosa y lo asosiaste a su reacción, relajate, me explicaba Claudia.

Decidí seguir su teoría y no darle mucha importancia a lo ocurrido, llegamos a la joyería y compramos el anillo, ella pidió que grabarán te amo por siempre, tu Claudia en el. Esa idea me pareció súper original y romántico, seguro David estaría encantado con eso, ella me miró con cara de pícara cuando lo dijo, estuvo enseguida el grabado, tomamos el anillo y fuimos a casa, ella hoy no dormiría allí, tenía cita con su novio. Así que tomó un baño,se vistió muy elegante y se fue.

Esa noche me quedé sola en la casa, sin mucho que hacer investigué sobre mi jefe, no había mucha información sobre el en las redes, tenía treinta y tres años, me sorprendió la edad, lucía mucho más joven, estaba soltero, eso igual me inquietó más, tendría algún defecto pensé, era tan guapo y tenía tanto dinero que como podría estar soltero hoy en día, de seguro tenía algo oculto por ahí, pase toda la noche mirando sus fotos, hasta que al mirar el reloj de mi mesita de noche note que pasaban las diez y fuí a descansar, mañana debía estar temprano en el trabajo y tendría que estar despejada, con mi mente al cien para dar lo mejor de mí.

Otra cosa que debía hacer esta semana era buscar un lugar donde vivir, ya que debía mudarme pronto, faltaba muy poco para la boda de Claudia con David y luego ellos planeaban mudarse aquí, así que no podía aplazar mucho mi mudanza, en la búsqueda de un nuevo hogar me centraría en lugares cercanos a mi trabajo así no pasaría tanto trabajo en llegar hasta que algún día comprara mi propio auto que sí mantenía mi puesto lo haría con mi segundo salario. Le escribí a mis padres, claro omitiendo mi preocupación con mi jefe, no quería preocuparlos con mis tonterías.