La Casa De Los Hamilton

parte 5

Alice Wagner

Después del desayuno, mi madre salió al pueblo a averiguar, si podía contratar a algún albañil para restaurar las paredes exteriores de la casa.

 Mientras yo trabajaba en mi ordenador, los recuerdos me invadían continuamente. Aquellos ojos agudos que no puedo sacarme de la mente, me persiguen y me obsesionan, cada vez más.

Volví de mis pensamientos, al llamado de mi madre en el celular.

_____ Hola mamá___ Contesté.

_____ Hija, voy a comprar algunas cosas de la ferretería, el albañil está yendo para la casa, te lo encargo___ Informó.

____ Claro mamá, aquí lo espero___ Respondí al colgar.

Una vez que el obrero llegó, Descendí de inmediato a recibirlo, para luego indicar la tarea a realizar en el patio trasero, mientras que el hombre trabajaba, me recosté un rato en la reposera antigua que estaba allí, sin darme cuenta, me dormí.

Desperté ante el ruido extraño que venía desde la casa de los Hamilton, miré al albañil estaba pálido del susto.

_____¿Qué le pasa?___ pregunté sin comprender absolutamente nada.

_____ Es que vi algo horrible, en aquella ventana____ Respondió él, señalando la ventana de los Hamilton.

_____ ¿Pero qué viste?____ pregunté insistente.

____ Algo así, como algo peludo, yo me voy de aquí___ Dijo el albañil y se fue perplejo.

Fingí estar dormida para ver si había algún movimiento en aquella ventana.

Definitivamente, la cortina estaba corrida, sin embargo; no lograba ver a la persona que estaba dentro por el reflejo del sol, no obstante; sentí que sus ojos agudos, estaban sobre mí.

Una vez más, me escapé de aquello y entré a la casa , ese hombre consume todo mi don de detective genio, siento que mi talento de investigar fue absorbido por él, esta pasión me distrae de la investigación.

Usé la tarjeta de débito, en la que tenía ahorrado algunos billetes, fui al pueblo a comprarme cosas que necesitaba, Luego fui a buscar un telescopio, mi espíritu de detective estaba de vuelta, voy a llegar al fondo de los secretos oscuros de los Hamilton, primero necesito averiguar, si hay más personas, aparte del hombre a quién veo siempre.

Volveré a tener las noches en vela, necesito prepararme para resistir a esas extrañas locuras sensaciones que me atrapa, ante su presencia.

Llegada la noche me alisté con mis cosas en el ático, coloqué polarizados negros en todos los vidrios de la ventana, para que él no pueda verme a tráves de ella, arranqué todas las cortinas, porque me eran de estorbos, coloqué el telescopio en dirección a su ventana.

____Hoy voy a conocer tu cara____ Expresé.

Apagué las luces, eran las doce de la noche exactamente, esperé hasta que haya movimiento en la casa. El sueño me quería ganar de vez en cuando, no obstante; tenía mi termo de café caliente al lado.

Me serví uno y mientras me tomaba, escucho el auto arrancar, inmediatamente miré en el telescopio, no consigo ver nada, el auto tenía demasiado polarizado, era imposible verlo desde afuera.

Se fue, con bastante velocidad, luego esperé que volviera.

Sentía demasiado sueño y me dormí.

____ Ay carajo___ Expresé cuando desperté a las dos de la mañana, no sabía si había vuelto o no.

Definitivamente, estaba de regreso; escucho el ruido de la ventana abrirse por completo, y él se asoma, pude ver en sus muñecas un reloj caro, a lo cual da indicios de que es una persona rica, por momentos quería dejar de ver en el telescopio y quería conectar con él, dejé todo y abrí el ventanal, deseaba dejarme ver por él.

Por alguna razón ya no podía investigarlo, quería verlo, Salí afuera estiré mis brazos como si me acabara de despertar, lo miraba de reojo y enseguida su mirada fue sobre mí.

Reposé mis brazos en la baranda y traté de seducirlo con la mirada. De pronto el barandal se zafó y casi caigo, me agarré como pude, de donde podía.

 El hombre saltó desde la ventana a la mía, con tremenda fuerza, me entró en la habitación a salvo.

_____ ¿Qué eres?_____ pregunté, sorprendida.

_____¿Por qué quieres saberlo?____ Me preguntó con su mirada penetrante.

Por alguna razón, él me toca y empiezo a excitarme, mi respiración se agitó, él me acaricia el cuello y el pecho para luego dejar sus besos húmedos en ellos.

_____¿Eres un hombre lobo de verdad?___ pregunté entre jadeos.

_____ Es lo que dicen____ susurró en mi oído.

Sus labios acercó a los míos y hundió su lengua en mi boca, me besó cómo jamás en la vida me habían besado, sus caderas afiladas se movían en medio de mis piernas, temblé de pies a cabeza.

En ese instante abrí mis ojos, todo pareció haber sido un sueño, miré por doquier y me di cuenta de que me dormí toda la noche.

_____ ¿Qué carajos, fue eso?___ Recordé que la investigación fue un total fracaso.

Miré el reloj y eran las seis de la mañana, había escrito en mi agenda, hora de salida alas 00 hs.

_____ Ay no puede ser, Que rayos me sucede; ¿tuve un sueño erótico, con mi vecino raro?____ Me Expresé, molesta.

Me negaba a aceptar lo que me sucedía, entré a ducharme y a refrescarme un poco, luego descendí a la cocina por un buen café, luché conmigo misma; en mis pensamientos; entendí perfectamente que estaba al borde de una locura incomprensible.

Mamá y Giulia aún estaban durmiendo, cometí la locura de treparme por la muralla y averiguar que había en esa casa.

Agarré una pequeña escalera, lo acerqué y me subí en ella, tratando de pasar al otro lado.

Sin embargo, lo que jamás se me había pasado por la cabeza es que tuvieran un perro enorme, escupiendo saliba listo para atacarme, nunca antes había escuchado su ladrido asi que no era de esperarse, sus dientes afilados estaban a punto de morderme la pierna.

Cuando de repente, un hombre habló.

_____ Alto, Francia____ dijo con voz silbante y firme.

El perro retrocedió obedeciendo a su amo.

_____ Muchacha, ¿qué hace ahí colgada?____ Me preguntó amablemente.

_____ Es que escuché un ruido y pensé que había pasado algo_____ Respondí, sabiendo de qué me habían atrapado.

_____ Vamos baja, te ayudo ____ dijo el hombre mayor, de unos 60 años aproximadamente.

En mi pensamiento, me dije; lo voy a quebrar en cuatro partes si trata de atraparme.

_____ Vamos suéltate, déjate caer__ Me dijo insistentemente.

Cerré mis ojos, y aunque parezca increíble, el hombre me atrapó con sus brazos que parecían de roca, me bajó delicadamente al suelo, sin apartar su vista de mí rostro.