Bruno Darcy es el abogado más prestigioso de Italia, pero es envuelto en un gran problema en donde conoce a Amalia, una mujer maltratada física y psicológicamente por su esposo, el decide ayudarla, pero traición y engaño, son lo que no esperaba de ese amor...
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Una Mujer Cálida
— ¡Que tipo tan desagradable!
Dijo Simón con desprecio
Amalia no dijo nada
— Escúchame bien Amalia, te estoy dejando ir solamente porque ese desgraciado es abogado y me puede hundir si no le pago... pero en donde yo me enteré que algo le dices de lo que yo te hago o de lo que pasa en esta casa, mato a tu madre y tu padre!
Dijo él amenazándola y agarrándola del cuello con fuerza
Ella asintió y la dejo irse a cambiar, y ambos se fueron juntos, él la llevó hasta el bufete...
Antes de que ellos llegaran, Bruno se puso de acuerdo con Angelo...
— ¿Entonces la dejará trabajar aquí?...
— Sí...
— Pero si lo iba a demandar, ¿Que lo hizo cambiar de opinión?...
— No se, solo se que ella fue muy buena estudiante, pero tranquilo, si no funciona la pondré hacer otra cosa...
— ¿A ella?... pero si el de la deuda es él...
— Sí por eso...
Angelo estaba muy desconcertado con la decisión de Bruno
— Ella te ayudará en todo, lo necesitas...
— Bueno eso sí me interesa señor, por qué hay mucho trabajo y con tantas cosas que pide no me da tiempo...
Dijo Angelo y Bruno torció los ojos
— Perdón señor, pero...
— Si, si entendí... no sabía que me tenías en un concepto de mandón!
— No señor, bueno si un poquito...
— Ya! él punto es que ella te ayudará...
Amalia llegó de un rato después y cuando Angelo la miró entiendo perfectamente por qué Bruno había aceptado dejarla a ella...
Amalia era una mujer muy bella y con rostro angelical que cautivaba a cualquiera...
Llegó muy sencilla vestida, incluso no apropiada para el lugar, pero ella no tenía decisión, pues Simón con sus celos enfermizos, no la dejaba usar cosas entalladas o escotadas, sin embargo la sencillez de ella hacía que Bruno la mirara tanto...
— Ah, ya salió el peine de porque la contrató...
Dijo Angelo riendo para él mismo
— Angelo, ella es la señorita Amalia, señorita él es mi secretario y mano derecha, el señor Angelo...
— Es un gusto señor!
Dijo ella con una gran sonrisa y calidez
— El gusto es mío señorita!
Respondió Angelo de la misma forma
Cada movimiento que Amalia hacia o cada gesto le llamaba la atención a Bruno, pues las mujeres que había conocido en su vida eran siempre de tener pose y mucha vanidad, y a Hande parecía no importarle...
— Bien, yo los dejo, él señor Angelo te dirá todo lo que tienes que hacer y en qué lo ayudarás!
— Sí señor, muchas gracias!
Angelo se fue con ella y él se metió a su oficina...
El que Amalia estuviera ahí le hizo sentir una vibra distinta...
— El señor puede parecer un ogro pero no lo es te lo aseguro...
— Yo entiendo, además debe estar lleno de trabajo...
— Bueno por ahora tú me ayudaras a responder las llamadas, todas deben ser respondidas y anotar todo perfectamente, no se te puede pasar ninguna porque todas son importantes para el señor...
— Entiendo...
— Me ayudaras a acomodar papeles, y dependiendo de la forma en la que te desempeñes, te daré más actividades...
— De acuerdo señor Angelo...
— Dime solo Angelo, ¿De acuerdo?... el señor Darcy es el único que me dice así y me hace sentir muy viejo!
Dijo riendo y Amalia también se rió
— De acuerdo Angelo...
Mientras tanto Anna llegó a la oficina de Bruno...
Ambos se saludaron de beso, pues básicamente solo le faltaba a Bruno pedirle que fueran novios...
— ¿Ya has llegado?, ¿Cómo te fue?...
— Bien...
— ¿Ya demandaste a ese señor?...
— No, decidí traer a su esposa...
— ¿Eh?, ¿Por qué?...
— Porque tiene muy buenas calificaciones, y porque de alguna forma me debe pagar...
— Pero tu no estabas de acuerdo, ¿Que te hizo cambiar de opinión?...
— Ya te dije, ella es buena y quiero calar lo que es capaz de hacer...
Anna no se quedó muy de acuerdo, ella salió de la oficina confundida y miro a Angelo y fue hacia a él...
— Hola Angelo...
— Hola Anna... ¿Cómo estás?..
— Bien y tu?...
Ellos comenzaron a platicar y en esos momentos miró a Amalia estar con otra secretaria...
— ¿Quién es ella?...
— Oh, ella es Amalia la esposa del tipo que choco con el señor Darcy...
— ¿Es ella?...
Cuando Anna la miró entendió cuál era el motivo por el cual Bruno la había aceptado
— Pensé que era más grande...
— No, es muy tímida pero muy dulce... y muy bonita!
— Ahhh ya veo...
Anna no estaba muy feliz con que Bruno no le dijera que era ella muy joven y muy bonita...
Amalia se acercó y Angelo se la presento...
— Amalia, ella es la Licenciada Anna, ella es abogada en casos familiares...
— Oh mucho gusto, Soy Amalia...
— Mucho gusto!
Respondió Anna estrechando su mano y con una sonrisa ladeada...
Anna se retiró y Amalia volteo a ver Angelo...
— La señorita Anna es muy seria, es normal, no te preocupes!
— Claro!
Amalia estuvo de allá para acá con Angelo, era verdad, él tenía mucho trabajo, pero Amalia recordó que tenía que atender en la comida a Simón, así que le marco a su celular, por qué él si podía tener pero ella no...
📞 Bueno...
📞 Soy Amalia...
📞 ¿De donde me llamás?..
📞 Del bufete, los trabajadores comen aquí...
📞 ¿Eso quiere decir que tengo que comer solo?, pero Amalia por dios!
📞 Bueno, puedes venir hablar con el señor Darcy, a ver si en su contrato acepta que yo me vaya a atenderte...
📞 No me hables así Amalia! esta bien, ya vere como hablo con ese maldito! y a qué hora saldrás?...
📞 Salen a las 8 del bufete
📞 Yo iré a recogerte!
📞 Esta bien ...
Mientras tanto Anna fue con Bruno...
— ¿Estas muy ocupado?...
— No Anna, dime...
— ¿Que piensas dejar hacer a esa muchacha?...
— ¿A quien?...
— A la esposa de ese señor...
— No depende de mi, ella esta trabajando para pagar la deuda de su marido...
— ¿Y porque no me dijiste que era tan joven?...
— Anna, eso no tiene importancia...
— Está bien!, seguiré trabajando, compermiso...
Bruno notó molesta a Anna, pero no entendió, Bruno se asomó y miro a Amalia muy activa a lado de Angelo, asi que decidió hablarle...
📞 Angelo, mándame a la señorita Hande...
📞 Enseguida señor...
— El señor Darcy te quiere ver en su oficina...
— Sí...
Ella se fue y tocó tímida...
— Pase...
— Me mandó llamar señor...
— Sí... ¿Cómo le fue hoy señorita Amalia?...
— Bien...
— ¿La trataron bien?...
— Si, todos son muy amables...
— Tendré que hacerle contrato a tu esposo, tu me das confianza, pero tú esposo no...
Amalia se sonrojó y eso le causó una sensación muy rara a Bruno, ambos se miraron a los ojos y fue un sentimiento muy raro en el corazón de ambos...