I CAN (YO PUEDO) (9)

Así que Sebastián pasaba a un segundo plano, ellos se sentaron a comer pizzas y a ver televisión, pero el plan de Viggoria de acurrucarse está noche y disfrutar del calor de Kim, quedo arruinado, así que ella estaba sentada en el sofá, viendo la película, mientras que las gemelas estaban acostadas en el piso con Sebastián, que se había quitado su corbata, sus zapatos y su saco, para ponerse cómodo con sus pequeñas, pero Viggoria no podía dejar de reír cuando las niñas le hacían preguntas de la película anterior y él estaba muy perdido, porque hace años que no había visto ninguna película infantil y no sabia de que estaban hablando,

Por su parte Alba rodaba los ojos al recibir respuestas sin sentido de Sebas, así que negó con la cabeza y volvió a fijar su mirada en la pantalla,

Viggoria conocía muy bien a sus hijas y sabía que la pequeña Alba solo trataba de incomodarlo, porque siente que, por su culpa, su papito se fué, después de haber preparado todo como a ellas les gustaba, así que ella con Sebas seria implacable, mientras tanto Mia, era más tranquila y apacible, ella amaba a todos, pero Kim era su adoración, así que ella se relajaba y dejaba que el mundo girar a su alrededor.

La película terminó y la princesa Mia, estaba dormida al lado de su padre, pero Alba no, ella estaba a la expectativa de que Sebastián se marchara, ella no quería que él se quedara durmiendo con su mami, ese lugar era solo de su papi Kim, así que ella se niega a dormirse hasta que él se marche,

__ Sebas gracias por venir, ¿vas a regresar mañana para desayunar? _ le preguntó la pequeña, mientras bostezaba,

Viggoria se sintió avergonzada, siempre ha tenido que lidiar con la manera clara y tajante de la pequeña al hablar y al actuar, al parecer Alba había copiado totalmente su personalidad

__ Si mi princesa, mañana vendré para que salgamos a pasear todo el día, ¿te parece?

La pequeña asintió y Viggoria se acercó a ella, para pellizcarle levemente las mejillas y susurrarle

__ Ve a dormir mi amor, yo despido a tu padre y te alcanzo

__ Está bien mami, te espero allá, adiós Sebas _ dijo solo haciéndole señas de adiós con su pequeña mano, pero Sebastián se acercó a ella

__ adiós mi princesa, que Dios te bendiga _ Sebastián le dio un beso en la frente y la pequeña subió las escaleras casi corriendo, pero sus intenciones no eran dormir, ella tomó el teléfono y le marcó a su papito

Pero Kim aun estaba en el avión así que no le respondió, la pequeña se sintió muy triste y se quedó dormida con los ojos aguados, aunque en su pequeño corazoncito guardaba la esperanza de que su papi llegara a desayunar con ellas, pero su corta experiencia le decía que siempre que Sebas aparecía él se alejaba, y eso la lastimaba mucho.

Por otra parte, Kim iba en el avión, jugando con sus manos, la ansiedad la tenia a millón, se sentía arrepentido de haberse rendido tan rápido, él debió quedarse y compartir con sus hijas, ignorando el hecho de que Viggoria estuviese coqueteando con el imbécil ese, pero sabía que su corazón no resistiría verla y oírla lastimarlo de la manera más descarada,

Él suspiró tratando de liberar su ansiedad, en estos momentos Kim odia a su corazón, ese pequeño desvergonzado que no tiene dignidad, ni respeto por el mismo, ese idiota que a pesar de todo sigue saltando de alegría solo de oír su voz o ver sus maravillosos ojos, que se llenaban de lujuria y pasión cuando estaba entre sus brazos, siendo devorada por él, hasta hacerla convulsionar de placer

Con solo estos pensamientos el cuerpo de Kim reaccionó y su hombría se levantó, él trató de relajarse, para que su cuerpo entendiera, que la acción que habían planeado tener, había quedado suspendida.

Mientras tanto, de regreso en Inglaterra...

Viggoria acompañó a Sebastián hasta la puerta y este la miraba con deseo, así que comenzó a acercarse a ella, hasta acorralarla contra la pared

__ Pero ¿Qué haces?, ¿acaso has enloquecido? _ le preguntó ella colocando ambas manos en el pecho de Sebastián para obligarlo a detener su avance

__ Te deseo Viggoria, te amo, cásate conmigo, formemos un hogar con nuestras princesas, mi cuerpo te extraña_ terminó de decirle Sebastián mientras sus ojos estaban fijos en ella,

Viggoria sonrió al sentir el cuerpo de Sebastián pegarse completamente al de ella, incluso sintió como su hombría estaba dura, ese muñeco estaba como para comérselo, pero solo había un problema y era simple, este Dios Griego, de cuerpo fuerte, joven y bien definido, no causaba en ella ningún deseo, así que ella lo alejó sutilmente y le abrió la puerta

__ Nos vemos mañana Sebastián, me imagino que cumplirás tu palabra de venir a desayunar con las pequeñas, ¿verdad? _ le dijo ella ignorando completamente las proposiciones absurdas de Sebastián, ya que supuestamente la modelo que vivía con él está embarazada, pero claro él piensa que ella no lo sabe

__ ¿No vas a responderme? _ le dijo el acercándose de nuevo hacia ella

__ Ya hemos hablado mil veces de lo mismo Sebastián, yo no te amo, nunca te he amado y nunca te he dado esperanzas, además yo tengo a alguien y quiero respetar eso, así que resígnate, nunca habrá un nosotros que no tenga que ver con nuestras pequeñas, además el amor en este momento no es una prioridad para mí, estoy bien con lo que tengo hasta ahora

__ ¿Ese alguien, es ese viejo?, dame la oportunidad de demostrarte lo que es un hombre de verdad

__ jajaja, ser un hombre, no es algo que se demuestre en una cama, ser un hombre se demuestra cada segundo del día, y ser bueno en la cama solo es el 10% de eso y el otro 90% créeme no te lo explicaré, porque has demostrado que no lo entenderías, así que mejor dedícate a tus hijas, recupera el tiempo perdido con ellas, y gánate un lugar especial en su corazón, porque hasta ahora no has logrado ni siquiera que te llamen papá.