Un Viaje Inesperado

Estoy sentada en la tarraza tomando café mientras leo un libro de Meghan Maswell, estos días me he tomado el tiempo de conocer Roma conocer su gente su cultura todo nuevo para mi, la literatura me ha atrapado desde que entre a una librería y no he parado de leer.

Me levanto a tarde desayuno en la terraza viendo el amanecer, sin preocupaciones sin miedo ya no mas. Alonzo y su mujer son buenas personas, la señora Greta no la veo mucho. Horita con lo que tengo reunido estoy tranquila, estoy pensando en buscar trabajo mañana después que pase por la librería por otro libro.

En estos momentos me pregunto por qué no me toco un Eric y que me hagan cosas como en el libro.

...—Mirarlos no nos hará daño y, además, es excitante....

...—Es mi jefa....

...Hace un gesto afirmativo y, mientras pasea su boca por mi oreja, susurra:...

...—Daría todo lo que tengo por qué fueras tú quien esté sobre la mesa. Pasearía mi boca por tus muslos, para después meter mi lengua en tu interior y hacerte mía....

Al leer esta parte sentía algo en mi parte baja Math y yo dejamos de tener relaciones poco después que deje el trabajo siempre pponíauna excusa para no hacerlo y con el tiempo me fui acostumbrado y el nunca fue así conmigo, al tener relaciones no era nada parecido a lo que e leído estos días.

Toc Toc

Estaban tocando la puerta, al mirar puede ver que era la mujer de Alonzo, Ginevra le abro la puerta.

-Hola Ginevra. -

-Hailee quería invitarte a cenar el domingo, se que es martes pero quería decirte con tiempo ya sabes antes que ocupes tu agenda-. Me dijo sonriendo.

-Claro hay estaré, aque hora-.

- Eso de las 7 de la noche sería una cena-.

- Alguna celebración especial ese dia-. Le pregunté estos días no hemos conocidos se podría decir que es mi única amiga aquí al igual que Alonzo.

- Si Alonzo cumple el sábado, pero el y yo vamos a tener una escapada romántica-. Me dice coqueta y sonriendo. - Yel domingo le voy hacer una cena y ya sabes, cantar el Happy Brithday-.

- OK cuenta conmigo -.

- Nos vemos el domingo Hailee-. Y con eso se despide la veo bajando hasta que entra en su casa.

Al entrar y volver a la terraza para continuar como mi lectura veo los libros apilados qué tengo que devolver a la librería, son alquilados por el momento no me puedo dar el lujo de comprarlos.

Me cambio recojo los libros, y salgo a la librería, al caminar por la calle me pongo mis audífonos para escuchar a la Taylor Swift.

...But you don't have to call anymore...

...I won't pick up the phone...

...This is the last straw...

...Don't wanna hurt anymore...

...And you can tell me that you're sorry...

...But I don't believe you baby...

...Like I did before...

...You're not sorry, no no...

Al llegar a la librería esta Bruno ya es un señor mayor es muy amigable, y su libreta es hermosa aquí puedes encontrar cualquier libro.

- Hailee, preciosa no te espera ver-. Me dice dándome la mano.

- Bruno ya los libros se me están acumulando y decir traer hoy, porque mañana tengo pensado salir a buscar trabajo -. Le dije entregandoles los libros.

- Buscas trabajo, haberme dicho antes así quito el aviso-. Dice señalando la puerta de entrada.

Al mira puedo ver que esta el aviso, qué distraída soy como no lo vi antes.

- Cuando comenzaría -. Le dije de una quería asegurar ese puesto.

-Sería el Lunes, Amelia se retira ya esta a pocas semanas de dar luz, y ya no puede trabajar mucho-. Me dice señalando a una chica que está acomodando los libros y al ver más abajo puede ver su barriga.

- Gracias Bruno eres el mejor-. Tenía mucha emoción había encontrado trabajo cerca de casa y de lo que me gusta.

- De nada preciosa, nos vemos el lunes-. Me despedí y me fue cantando a todo plumón para la casa creo que este domingo vamos a celebrar dos cosas. En camino para en una tienda para comprar un vino para la cena.

Me terminé de arreglar para bajar ya eran las 7 cojo el vino y bajo. Toco la puerta pero nadie me abre, toco de nuevo y nada, vuelvo a tocar una última vez y cuando me voy se abre la puerta, pero no abre Alonzo veo a otro hombre vestido de negro y en el comedor veo a otros tres más rodeando Alonzo qué esta sentado amarrado y cubierto de sangre, miró por todos lados y no veo a Ginevra.

Antes que pueda hablar el hombre me jala para dentro y cierra la puerta.

-Y quien es esta muñeca-. Siento su respiración Cerca y me alejo. El tipo vuelve hablar. -Esta es tu mujer, me han dicho que es buena en la cama y que haces unas cosas con esa boquita- dice agarrándome la boca.

Los otros tres se ríen uno de ellos dice.

- Se las llevamos al jefe, seguro le encantará y cuando se canse de ella, será juguete de nosotros que dicen muchachos -.

Cuando termina de hablar todos se ríen y uno de ellos le calva un cuchillo en la pierna a Alonzo.

-No las llevamos, esta es una advertencia del jefe tienes una semana para conseguir todo el dinero que le robaste al jefe si no tu y tu mujer están muertos-. Dice el que le calvo el cuchillo.

Antes que pueda decir algo siento que me ponen algo en la nariz, trato de escapar pero es inútil y todo se vuelve negro.

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Al despertar veo que estoy en un cuarto oscuro encadenada, solo hay un colchón y en una esquina un retrete y una pequeña luz en la otra esquina gracias a ella puedo ver un poquito.

Y otra vez estoy encerrada, pero esta vez no se quien es el demonio, desesperada comienzo a gritar.

-AYUDAAAAAA!!!!!!

-HAY UN ERROR .....

-SAQUEMEN DE AQUÍ .....

-AYUDAAAAAAA!!!!!

Después de horas escucho como se abre la puerta y entra uno de los hombre y deja una bandeja de comida y seva. Se repite siempre el mismo movimiento cambian de turno para traer la bandeja. Por más que intente hablar y de decir que no soy Ginevra la mujer de Alonzo no me creen solo se ríen y sevan.

Un día entran dos una me tapa la cara mientras el otro me desata. No dicen nada mientras caminamos cuentos los pasos las esquinas para saber donde estoy y como escapar.

Hasta que nos detenemos me sientan me atan y me quitan la máscara, por un momento mi vista se pone borrosa y cuando vuelve poco a poco veo delante de mi un hombre más grande que todos aquí en la sala blanco, rubio, ojos verdes y un traje a la medida.

-Hola Ginevra-.

-No soy ella, me llamo Hailee-. Termino de decir y el idiota se comienza a reír y todos los siguen riendose.