LLENITA DE AMOR

Como lo prometió Luz, trabajo toda la semana en la cafetería y sus aseos , ese dinero lo necesitaba, la ayudaría con los gastos mientras recibe su primer sueldo, ese viernes llego cansadísima a casa, pero no olvido su pan, sabía que su tía la esperaba con el café.

Al entrar el olor a café invadió sus obras nasales, si tenía un vicio era ese jejjeje, haaaa y comer, pero ninguno de los dos la estresaban, pego un grito "LLEGUE".

Por Dios,, niña, no grites, dice su tía desde la cocina, saco el pan recién hecho, delicioso, su café cremoso, como le gusta, su tía también era fiel al café, se acomodaron a ver la novela de la noche, Luz era una romántica empedernida, soñaba con un hombre que lo diera todo por ella, al suspirar su tía la mira.

Tía: deja de soñar,

Luz: Tía déjame soñar, me encanta.

al terminar se fueron a dormir, sabían que Ana llegaría tarde, pero para su sorpresa Ana entró en ese preciso momento, las dos se miraron

Luz: estás enferma, te paso algo.

Ana: no, porque

Luz: si a estas horas nunca llegas.

Ana: aaa por eso, no me quise quedar estoy como cansada quiero dormir.

Tía: ve a dormir, te voy a preparar algo que te relaje, no vaya a ser un resfriado.

Luz: y así te quieres ir a vivir sola, allá quien te va a mimar así, yo si me voy a dormir.

Ana se quedó pensando, paso la semana y no encontró nada que le gustara para arrendar, pero tampoco había trabajado, rematar de su cabeza no salía ese hombre.

Llamo a su amiga, Katherine, quien le dijo que salía haber un cliente que mañana pasaría por su casa.

Su tía ingresó a la habitación con su te, Ana lo tomo, se metió a las cobijas y durmió, tenías sueños húmedos con el mismo hombre, todas las noches, si seguía así, tendría que ir al sicólogo, pensó.

Ese sábado Luz estaba relajada, descansaría lo más que pudiera, porque el lunes que era su primer día, tenía que estar antes de la 6 am en el restaurante, sin salir de sus pensamientos siente que tocan la puerta abre, entra un torbellino llamado Joe.

Joe: Mi amor, mi luz hermosa, hoy tienes que iluminar mi día, que amaneció negro.

Luz: claro dime que puedo hacer por ti.

Joe: hay cariño de todo puedes hacer por mí, te acuerdas que hoy es la inauguración de la sucursal que está a las afueras de la ciudad.

Luz: si hasta en las noticias salió.

Joe: hay no me digas más, que me infarto, imagínate que el segundo chef, esta mañana me dijo que está deprimido, no puede ir, que deja el trabajo, él sería el chef principal de esa sucursal y ni así.

Sé que es muy arriesgado pero tú lo podrías suplir, yo te doy el menú.

Luz, pensó que era demasiado arriesgado, ósea ella apenas va a comenzar como chef junior, hacer uno principal no es un juego, pero ver el desespero de Joe y sus ojitos no Pudo negarse, daría lo mejor de ella.

Joe: gracias mu luz, ahora ve cámbiate que ya salimos, se me olvidaba, tu familia está invitada mira la invitación, estará en VIP con la familia de los socios.

Luz: bueno mi única familia son mi tía y mi hermana no sé si quieran ir.

Joe: déjamelo a mi ve arréglate.

Luz subió corriendo, mientras Joe miraba todo era una casa pequeña sencilla, pero tenía calidez igual que luz, en ese momento sale una chica muy bonita quien lo mira.

Joe: Hola querida soy Joe White, el jefe de Luz, ella será la chef de esta noche en la inauguración, vine personalmente a invitar a su familia, es una gran noche para ella.

Ana: que bueno me alegra por mi hermana, ella se esmeró mucho en el estudio y cocina delicioso, claro que asistiré con mi tía

Quiere un café o jugo, seguro mi hermana no le ofreció nada.

Joe: como se ve que son hermanas, son adorables las dos, te recibo un jugo.

Los dos se sentaron hablar mientras bajaba luz, Joe simpatizo mucho con Ana, era una mujer educada, que lo trato con mucho respeto y familiaridad, después salió una mujer en silla de ruedas, tan amable como las dos chicas, Joe quedó fascinado con las tres, ya sabía dónde Luz había aprendido ser como es.

Luz bajo como loca, Joe se puso de pie se despidió, diciéndoles que mandaría por ellas a las 8, Ana le dijo que no tenía que molestarse, pero Joe insistió y aceptaron.

Joe y Luz llegaron al Restaurante estaban cogidos del día, Luz se preparó, miro el menú lo conocía, Joe le presento a su equipo de trabajo, todos la trataron respeto, empezaron adelantar las cosas cuando los comensales estén en la mesa todo debe estar en punto.

El día paso rápido, Luz se movía como pez en el agua, para ella no era trabajo, era su pasión, ella estaba observando los últimos insumos que llegaron, cuando sintió que algo cayó y maldijeron, el golpe vino de una habitación de al lado, sin pensarlo entró, era otra cocina, había un hombre con su mano llena de sangre, no lo pensó se acercó le cogió la mano lo llevó a lavarla, mientras le hablaba

Luz: estos accidentes son los peores, no se preocupe, ya estará mejor, esta grande pero no tan profunda como para no seguir cocinando.

Franco quien era el hombre herido, estaba estático, como ella entró ahí, no se dio cuenta como tenía su rostro, él.ni se atrevía a mirarla, ella lo manejaba a su antojo.

Franco: usted no debería estar acá, no se le Permite.

Luz: la verdad sentí el golpe y entre sin mirar, por favor discúlpeme, luz lo miro y le sonrió, solo importa que esté bien, ya está mire al menos podrá seguir.

Franco: gracias, por favor no vuelva entrar.

Luz: está bien, pero si no quieres que entre no se lastime más.

Todo esto lo dijo mirándolo a los ojos, Franco no sabía que pensar, casi todos al ver la mitad de su rostro quemado, por lo menos hacía mala cara, Luz no, ni se inmutó.

Luz salió y siguió, Joe entró apuradísimo diciendo que ya comenzarían, está estresado.

Luz: respira, tranquilo, todo saldrá excelente, confía.

Joe: hay mi luz, después de hoy tenemos que tomarnos un día de SPA.

Luz: está bien, ahora por favor revisa a la Persona de la otra cocina, se cortó.

Joe: que, salió bolado, ingreso como un loco, Franco mi amor que te paso, muéstrame.

Franco: relájate no fue nada, Luz me curo,

Joe: queee mi Luz, entró, y que te dijo.

Franco: nada solo me curo, me creerás que ni se inmutó al ver mi rostro, más me espante yo al verla acá.

Joe: ella es así, si te dieras una oportunidad de conocer a alguien me encantaría que fuera ella, vale lo que pesa en oro.

Franco: no hables bobadas, ya está todo listo, ve te esperan

Así fue, Joe dio un discurso, se inauguró el restaurante, la gente se maravilló del lugar eran tres pisos con temáticas diferentes, en el último piso, un bar.

Ana y su tía no varían del asombro era espectacular, por orden de Joe había alguien con ellas para que se sintieran cómodas, al llegar a los puestos que le asignaron eran VIP.

Ana: tía estamos es la sección exclusiva, acá solo entra los dueños o sus familias, mi hermana estro en las grandes ligas. je, je, je estoy feliz.

Tía: estoy tan feliz, por mi niña, esta noche empezará triunfando.

Ana se disponía responderle a su tía, cuando una vos que ella recordaba dijo.

Marcos: buenas noches

Ana, lo miro, solo quería que la tierra se abriera, no podía creer que él estuviera ahí, pero mantuvo su postura, saludo, siguió con su tía.

Joe había hablado con Marcos que la familia de la chef Luz, estaría allí, él no vio problema, disfrutaría con su hombre de confianza y Martiza una vieja amiga, pero su sorpresa fue ver a su gatita ahí, así él puso a Ana, una sonrisa se dibujó en sus labios.

Joe ingresó al reservado, los saludo a todos, a él no le gustaba Maritza era una hipócrita, que solo quería quedarse con Marcos como fuera.

Joe: Marcos ellas son la familia de mi chef especial, por favor me las cuidas y les haces la noche amena, estaré Al pendiente.

Marcos: claro que si, disfrutaremos la velada.

Así fue, Marcos pasó la velada hablando con Ana y su tía, Héctor su mano derecha los hizo reír mucho, era un hombre de 50 años quien no despego sus ojos de la tía de Ana, al contrario, Martiza está molesta, Marcos ni la miraba, salió furiosa.

La inauguración fue un éxito, todos disfrutaron y alagaron el menú, Joe solo recibía felicitaciones, entró a la cocina feliz, alzó a su Luz, la cogió a besos.

Luz: me alegra que te haya ido bien.

Joe: nos fue bien, porque señorita esto es por mis dos chefs estrella, la llevo a rastras donde Franco estaba y se abrazaron los tres juntos, ahora si soy feliz.

Franco: ridículo, sabes que creo magia,

Luz: hay no me digas, tú eres el chef estrella de los restaurantes Rosse, me darías unas clases, eres mu ídolo, tengo un libro tuyo.

Franco, miro a Joe, lo hizo a propósito, ella los miraba feliz, no entendía a esta niña, se decía, no ve su rostro, pero tenía que ser educado ella les ayudo.

Luz, te daré solo una clase, mañana a la 10 acá, si quieres, si no llegas no te la doy.

Luz: mañana acá en punto.

Ya la gente se retiraba, Ana le dijo a su tía que la esperara un momento, iría al tocador, allí estaba lavándose las manos, cuando sintió un beso en su cuello, al mirar era él, se asustó quiso salir pero Marcos fue más rápido la tomó, la beso.

Marcos: gatita, te necesito.

Ana: no puedo, estoy con mi familia, por favor ellas no saben lo que hago, no diga nada.

Marcos: nunca diré nada, que te haga daño, te llevo a tu casa, sabes cuidó mucho lo que es mío, pasaba sus manos suavemente por el Cuerpo de Ana y todo esto es solo mío.

Marcos las llevo a casa, su tía los invito a pasar, tomaron café, antes de irse, Marcos se acerca al oído de Ana.

Marcos: mañana a los 12 mandos por ti, gatita.

Ana solo asintió, se despidieron, Héctor le dio nunca tarjeta a la tía por detrás decía siempre para ti.

Los dos hombres salieron felices de ahí, quien diría que la vida, les daría ese regalo.