En está historia, inspirada en la película «La laguna azul» veremos como Perla y Dayhan, por incidente inesperado, ambos quedan varados en un sitio remoto, mientras que todos los buscan con desesperación, pero ese incidente parece que los ayudará a entenderse mejor de lo que ellos creen. ¿Que pasará con esos adolescentes?
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Capitulo 6
Una maestra. — Buenas tardes, queridos estudiantes. Vamos a vivir una aventura inolvidable. La isla Gran Caimán es hermosa. Les recuerdo que deben estar presentes en cada excursión. Si ya estamos todos, nos podemos ir. Bendiciones para todos, mucha fuerza y a disfrutar.
Subieron a la enorme embarcación. Cada quien buscó su espacio para estar cómodo.
Después de horas navegando llegaron a su alojamiento, un hermoso hotel frente a la playa. Nuevamente, la maestra habló con estudiantes, antes de entrar. —Bienvenidos estudiantes, aquí vamos a estar alojados durante todo el viaje. Las habitaciones de la derecha son para las señoritas, las de la izquierda para los chicos. Sé que algunos tienen su pareja aquí, pero está prohibido relacionarse íntimamente. Les recomiendo descansar y comer bien, porque más tarde vamos a ir a la isla vecina, para ver las luces arcoíris, ya que únicamente se pueden apreciar de noche. Ahora pueden entrar.
Todos iban entrando con algarabía y emocionados. Dayhan era el único que parecía no estar feliz, iba caminando lentamente. Madison lo trató de entusiasmar un poco. — Oye, nos vamos a divertir.
— Sabes que no quería venir.
— Pero ya estás aquí, vamos a disfrutar, voy a guardar la maleta.
— Está bien, te veo al rato.
Entre tantas habitaciones a Dayhan le tocó compartir con Andhy. Él subió a guardar su bulto. Abrió la puerta y se quedó parado mirando a los chicos, ellos estaban riendo. Andhy al notar su presencia, dijo. — Dayhan, no te quedes ahí parado, no pasa nada, estamos tranquilos.
Dayhan se quedó callado, miró la habitación para ubicar la cama desocupada.
— Esta es para ti. — le indicó Edwin la cama. Aún Dayhan permaneció sin decir nada.
—Relájate. Lo que pasó entre nosotros está olvidado, ¿Te quieres divertir? Tenemos de todo.— preguntó Andhy y rieron los chicos.
Dayhan, mientras se tumbó en la cama, le contestó. — Claro que no pasó nada. Si ese hubiese sido el caso, uno de nosotros no estaría aquí.
— Entonces acompáñanos —insistió Andhy. Dayhan continuó con su silencio sepulcral, ignorando su invitación.
Andhy lo miró con ira. Era evidente que a Dayhan no le interesaba su amistad, ni nada que tuviera que ver con ellos. ¡Y era normal! Lo habían humillado tantas veces, le habían puesto sobrenombres y lo habían tratado como si no fuera nadie, únicamente porque no pertenecía a su nivel social.
Perla y sus amigas, después de hospedarse, se dieron una ducha, se arreglaron y fueron a ver a los chicos. Tocaron la puerta: toc, toc. Edwin les abrió. —Bienvenidas, pasen.
Perla fue la primera en entrar a la habitación, miró a todos los lados y chocó miradas con Dayhan, quien estaba acostado.
— Mi cielo, pensé que estabas en otra habitación. —dijo Perla, acercándose a Andhy, logrando juntar sus cuerpos.
—Ya te extrañaba, mi reina. —le dio un beso y le agarró las nalgas. Los demás empezaron a hablar y a tomar alcohol.
Andhy y Perla, después de darse un apasionado beso, ella volteó para mirar a Dayhan, pero él estaba entretenido con su celular. Dejando más que demostrado, que no le interesaba nada de lo que pasaba en la habitación. A Perla le causó inquietud ver la tranquilidad y serenidad de Dayhan y, para llamar su atención, dijo en voz alta: —Mi cielo, tengo una sorpresa para ti esta noche.
—¡Así! ¿De qué se trata? —preguntó curioso.
—Es una sorpresa, mi cielo. —dijo mientras le rodeaba el cuello con las manos y le dio un casto beso.
Dayhan se levantó, se puso un abrigo blanco y salió de la habitación, para no seguir escuchando el romanticismo que había en ese lugar.
Madison estaba esperando a Dayhan en el restaurante del hotel. Él iba caminando y ella levantó las manos para que la ubicara con facilidad. Él llegó y se sentó, parecía incómodo.
— ¿Qué pasó? ¿Por qué esa cara? —preguntó la chica.
—Me toca compartir habitación con el estúpido de Andhy. Ahí están todos los muy imbéciles —expresó molesto.
— ¡Joder! ¡Qué mala suerte!.— exclamó Madison.
— Me gustaría no volver ahí dentro.— dijo el chico.
— Sé que será difícil estar en la misma habitación.— agregó su amiga.
— Me molesta verlos, me molesta sus hipocresías.— continuó quejándose.
— ¿Te cae mal Andhy? ¿Por qué te gusta Perla?— preguntó curiosa.
— ¡Maldición, Mady! Siempre me dices eso, no me interesa Perla. Además, si fuera así, sería el hombre más imbécil del mundo, ella jamás se interesaría en alguien como yo.— respondió.
— Eres guapo, inteligente, amable.— dijo Madison, tratando de equilibrar su autoestima.
— Pero pobre, aunque eso no me molesta, a ellos sí.— explicó el chico.
Horas después, ya era de noche, todos estaban listos para ir a ver las luces arcoíris. El capitán del barco les informó antes de salir que se aproximaba una tormenta. Uno de los encargados del viaje agarró el celular para buscar información meteorológica. Vio un reporte nada fuera de lo normal. Únicamente, lluvias, ráfagas de viento y relámpagos, y dio la orden de continuar. Todos los estudiantes estaban a bordo, sonrientes y ansiosos por ver las luces.
Perla estaba decidida a tener relaciones con Andhy. Habló con uno de los tripulantes del barco para que la ayudara a preparar un bote amarrado al barco. El joven de la tripulación no quería aceptar, pero tener amigas hermosas y sexys en ocasiones ayuda. Génesis empezó a coquetear con el joven hasta lograr convencerlo. ¡Por suerte! Todos los demás estudiantes y profesores se encontraban en la parte delantera del barco.
Perla quería algo romántico, pero sin muchas formalidades. Ella y sus amigas prepararon algunas cosas: una botella de licor que llevaron de contrabando, una cena que pidieron del restaurante, dos velas aún apagadas, agua, una sábana y dos almohadas. Ella le avisó a Andhy y él aceptó ir al lugar.
Perla se puso un conjunto de lencería negro brillante, un Rhinestone Erotic Hot Biscuits, luego se puso una gabardina negra, por si alguien la veía no notaría su vestuario. Además, iba perfectamente con el clima.
ella es más terca que una mula,a el le faltan pilas para poner esa mujer en su sitio, y la maddy está queda.
voy a seguir leyendo a ver si estoy se compone jejejeje