Angie Dubios descendiente afro, vive en Argentina, Licenciada en Enfermería tiene un hijo con su pareja Eduardo Hernández que trabaja de albañil. Los 2 planificaron tener otro hijo así su hijo Mateo tendrá un hermanito. No resulto como Angie pensaba después de la fecundación in vitro porque Eduardo la dejo cuando se entero que iba a tener trillizos. Después de 3años aparece el padre de los trillizos
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Escape de Santiago
Reacciona Santiago, sale corriendo de la puerta. Cuando iba a abrir, se dio cuenta de que se abría la puerta del ascensor con los hombres de Alejandro, encabezados por Federico. Cerró rápidamente la puerta, abriendo la ventana para buscar otro medio de escape. Vio una escalera y mientras bajaba, Jésica quiso seguirlo, pero se lo impidió dándole una abofeteada.
"No sabes hacer nada bien vos, por tu culpa estoy en problema. No sirves ni para abrirte la pierna, perra. Tienes que quedarte ahí y confesar que todo fue tu idea, que no tuve nada que ver", dijo Santiago.
"Pero si son tus amigos los que fueron a matar a Maya y sus hijos", dijo Jésica.
"Cállate la boca, perra. Nunca te amé, pero eras buena como cajera. Ahora no te quiero ver nunca más en mi vida. Inútil", se bajó y se fue bajando rápidamente y una vez abajo corrió sin mirar atrás.
Jésica estaba desconsolada, llorando. Escuchó como derribaron la puerta. Ella reaccionó y se acercó al balcón. Miró a los ojos Federico y dijo: "Dile a Ale que me perdone, nunca fui digna de su amor. Espero en toda esta oscuridad vea un poco de luz". Dicho eso, se tiró y con el impacto no pudo sobrevivir y murió en el acto.
No muy lejos de ahí, Santiago fue interceptado por los hombres de la madre de Ale. Fue llevado al galpón de los Grecco, familia de la Señora Martina Grecco De Lucca. Santiago nunca fue encontrado porque fue torturado y asesinado. Su cuerpo fue quemado, reducido en cenizas y tirado al mar. Alejandro estaba conectado a cables, entubado con diagnóstico reservado. Su familia llorando en la sala.
"No quiero que muera mi hijo, no lo voy a poder soportar", dijo la Sra. De Lucca.
"Yo de mi amor. Nuestro hijo es un luchador. Él va a salir de eso como lo ha hecho siempre. Tenemos que ser fuertes para él", dijo el Sr. Alexander De Lucca.
"Familia del Sr. Alejandro De Lucca Grecca?", dijo el Dr.
"Nosotros somos sus padres. ¿Cuál es el diagnóstico, doctor?", preguntó la madre de Ale.
"Su hijo entró en coma. Todo depende de él, de su ganas de vivir, señores. Puede tomar días, meses o años. Todo está en su mano", dijo el doctor. La madre de Ale lloró más que nunca.
Gracias, doctor -dijo el Sr. Alexander con lágrimas en los ojos-. Así pasaron los cinco años hasta el presente.
En Argentina, en casa de Angie, ella llegó después de su guardia nocturna en el Centro de Salud. Fue a ver a su hijo, se bañó, puso la alarma y se acostó al lado de su pareja. Se durmió hasta las 8:00 a.m. Cuando se levantó, Arnaldo no estaba a su lado, fue al baño, hizo sus necesidades, se cepilló, se bañó, se vistió y salió de la habitación. Se encontró con Arnaldo en el comedor.
-Qué bueno que te levantaste, iba a ir a despertarte. Come y vamos a la clínica. Mateo ya está en la escuela.
-Bueno, desayunemos y vamos -le dije-. Nos sentamos y empezamos a hablar de lo que sería tener otro hijo. Ya sea niño o niña, estaré feliz. Así fuimos a la clínica, nos anunciaron y llevaron a Arnaldo a hacer todos los estudios correspondientes. Antes de las 12 ya estaba todo terminado. Llegamos a un café. Pedí un jugo y Arnaldo pidió un capuchino. Salimos hacia la escuela de Mateo.