El Mafioso Y Yo

Regrese a la mansión y aún estaban ellos sentados sin más remedio me tenía que acercar a ellos solo a preguntar si necesitaban algo más.

-señores necesitan algo más.- me observan mientras recojo los platos estaba por irme cuando su voz hace detenerme.

-podrás hacer un postre, hoy llegue con ganas de comer uno.-asiento sin más.

-algo en especial, señor.-niega mostrándome una bella sonrisa que me hace ponerme nerviosa.

-lo que hagas está bien, solo espero que tengas el mismo, sazón que Laila.-me despedí saliendo de ahí me adentre a la cocina.

Mientras pensaba que hacer lavé la losa sucia, aún no entiendo por qué no ay más personal aquí si es una casa grandísima termine y comience a preparar decidiéndome por hacer un pastel de flan y pastel junto a un mousse para la decoración

Estaba preparando cuando entra él a la cocina haciendo que casi se me caiga la mezcla de la mesa se acerca a mí poniendo sus manos sobre la encimera

-Samira nada más para decirte que estaremos en mi despacho para cuando esté el postre listo lo llevas allá por favor.-asiento ya casi sin oxígeno por retener la respiración cuando él sale todo vuelve a la normalidad.

Paso un poco más de una hora y estaba sirviendo los postres los decore con el mousse los tome saliendo de la cocina camine hasta el despacho toque dos veces hasta que abrieron la puerta, entre temerosa deje los platos junto a las cucharas estaba por retirarme pero vuelve a pararme

-espera.-volteo a verlo, se levanta poniendo su saco.-te tardaste demasiado Samira, recoge esto, vamos Boris

Y salen del despacho, dejándome ahí estoy que echo chispas como se atreve, porque no me dijo que saldrían y me hubiera evitado todo esto, recojo los platos yendo a la cocina.

Guardo el pastel en la nevera y los dos platos los tomo yendo con D'mitry para que pruebe mi obra maestra, camino hasta llegar con el quién me recibe con una sonrisa

-hola, solo te traje este postre para que lo pruebes.-asiente tomando el pequeño plato, me siento junto a él mientras comemos juntos..

-está delicioso ¿tú lo hiciste?.-asiento orgullosa de que le haya gustado terminamos, levantándome para despedirme de él.

-bueno me voy, no quiero meterte en más problemas adiós D'mitry.-sacudo mi mano en despedida, regresando a la mansión.

Hago los deberes que mi mamá dejo inconclusos por sus dolencias, cuando me di cuenta ya era de noche termine y salí directo a casa, caminaba mientras llegaba solo sentía que me observaban, entre a casa rápidamente y mi madre ya estaba dormida, entrando a mi habitación hice lo mismo me duche, cambie y salí a caminar un rato sentándome en la gran fuente a observar el cielo y hoy en especial había más estrellas que otros días era bellisimo, hasta que un toque en mi hombro me saco de mi contemplación.

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Cuando llegue a casa me recibió Laila abrazándome me agradecía por haberle permitido que viniera su hija aquí, eso a mí no me causa problema alguno, subo las escaleras hasta mi habitación necesitaba una ducha, pero al entrar al baño me recibió la mejor vista del mundo un tremendo culazo de que te vas para tras.

Me quede recargado observando aquella mujer con tremendo poder, la veo recoger pero no se a dado cuenta de mi presencia cuando se levanta Dios ese cabello, ese cuerpo es tentación pura se voltea y al verme pega un brinco, solo me observa sin parpadear es hermosa esos ojos, sus labios carajo toda ella es un ángel en medio del infierno.

Pasa, por un lado, pero mi impulso hace tomarla del brazo y al tocarla una sensación extraña recorrió mi piel, me iba a presentar pero ni tiempo me dio solo salió la volví a llamar pensé que no escucharía pero mi sorpresa fue otra la tenía enfrente y era la primera vez que no sabía qué hacer

Solo le dije de las cortinas pero cuando me confundió con un trabajador más, me dio risa y vi su hermosa cara casi explotar de coraje me intento parar pero me hice más pesado y salió echo una fiera, al bajar las escaleras la vi entrar a la cocina mientras yo salí a lo lejos la vi plácidamente platicando con uno de mis hombres me acerque y al enterarse de quien era.

Su cara era chistosa y más con esas mejillas coloradas se veía más hermosa se fue casi corriendo pero la vería, no puede esconderse de mí, y me fui al despacho ya me esperaba Boris al entrar nos saludamos.

-hola hermano ¿cómo estás?.-me siento frente a el mientras desabotono mi saco.

-bien qué tal el viaje ¿se calmaron?.-asiento mientras él se levanta a servir los whiskys…-no entiendo como logras apaciguar a los colombianos.

-si te contara Boris, pero como no fuiste te lo perdiste.-se encoge de hombros.-Boris puedes creer que la hija de Laila me confundió con un trabajador.

-pues claro, no te conoce Faddei, pero cuenta está buena tú que ya la viste.-asiento con una sonrisa en el rostro.

-está como quiere hermano, pero las pocas veces que la vi creo que es una fiera

-pero para qué te mortificas hermano sé que te gustan los retos.-asiento levantándonos para salir.

-me encantan mucho, Boris y ella no será la excepción.

Salimos nos sentamos y Boris al verla casi se la come con la mirada que al ella irse casi lo mato

-¡¡hey!! ¿que te pasa hermano? .-levanta sus manos en rendición.-casi la atraviesas.

-perdon, perdon solo que te quedaste corto Faddei, esta mas buena que..-lo interrumpo dándole un golpe en el hombro.

- ¡¡CÁLLATE!! No vuelvas a expresarte así de ella entiendes.-asiente con cara burlona.

Nos sirven la comida y me quede preocupado por Laila si para mañana sigue igual le llamaré al médico, cuando regreso le dije que quería un postre pero ella inocentemente no entendio lo que queria decirle, para cuando ella llegó con los platos al despacho nos teníamos que ir.

Y al decirle que ¡no! vi su reacción y me esta gustando verla así, íbamos camino a la bodega cuando Boris me habla sacándome de mis pensamientos.

-¿qué pasa? Boris no grites.-el muy idiota me palmea el hombro.

-todavía ni sabes si jalará y ya te ando perdiendo, apenas la acabas de ver porque conocer aun no, por cierto y ese comportamiento de dejarla tirada con lo que preparo.

-es una pequeña venganza por no saber quién era yo, y por intentar levantarme de mi propia cama.-él niega carcajeándose.

-dejemos aún lado a tu fieresilla, estamos ahora es el trabajo.

Terminamos unos asuntos, al llegar a la mansión ya adentro estaba todo muy serio, entre a mi habitación cuando sali de ducharme me acerque al ventanal y la vi sentada en la fuente, me cambie rápido para hablar con ella, era mi oportunidad de conocerla mejor.

Salgo al jardín y entre mas me acerco puedo admirar su largo cabello moverse al compás del viento atrayendo a mi nariz un dulce aroma, la veo perdida viendo el cielo estrellado hasta que toco el hombro y al voltear nos vemos fijamente sin parpadear.