Los Secretos De Alan

🎬🎞Años atrás.🎞️🎬

🎬🎞 Un año en la cárcel.🎞️🎬

Con cuatro meses de nacido, en la cárcel Adrián era elogiado por todos por su belleza, aunque la mayoría en secreto, porque odiaban a su padre, otros no lo odiaban, la única manera de que lo querían era en su cama.

Jade ya no estaba, misteriosamente había sido asesinado y no sabían quién había Sido el culpable, aunque la realidad es que la mayoría lo sabían, fue Alan, pero no decían nada porque era el favorito de Christopher, y a ese omega todo el mundo le tenía miedo, pues era callado, pero cuando amenazaba no dudaban de que lo cumplirá, es un narco retirado por así decirlo, pero apenas salga de allí volverá a sus andanzas, cosa que será muy pronto.

En cinco años eso no es mucho tiempo, según él, para Alan que llevaba ya un año, es un martirio, aunque era mejor allí.

Ahora estaba en su celda después de la jornada laboral con Adrián quien estaba acostado en una manta sobre la cama mientras llevaba su manita a su boca balbuceando mientras ve a su padre — mi amor, no crezcas tan rápido, eres tan adorable, mi niño de oro.

Pero eso era inevitable, los meses fueron pasando hasta que llegó su cumpleaños número uno, una fecha fatal.

Entre susurros llenos de melancolía, mientras abraza a su pequeño le canta — cumpleaños feliz, te deseamos a ti, cumpleaños Adrián, feliz cumpleaños... A ti.

— Danos al pequeño, Alan — dice la agente.

— Calla que tú tienes a tus hijos, yo no lo tendré por mucho tiempo, o tal vez nunca lo vuelva a ver — lo abrazó con fuerza llevándose de su aroma, pero fue inevitable, cuando trataba de calmar su alfa, su bebé le es arrebatado por la agente.

— Que la luna te cuide a donde quieras que vayas, mi amor — el vacío de nuevo había vuelto a su vida y la culpa carcomen su alma desde que salió de esa celda su corazón.

Las visitas eran una por mes según lo que lograron los Hunter, pero solo si tenía un buen comportamiento en prisión.

Cosa que se le hizo muy difícil, había muchas arpías esperando que metiera la pata.

Otra cosa buena es que había dejado de ser el favorito de Christopher, aunque debes en cuando lo buscaba, pero sus demás putas no entendían eso y le buscaban más problemas, lo que la alianza se estaba volviendo un maldito problema, así que ansiaba el día en que Christopher saliera así sea un problema mayor, él podrá arreglárselas solo.

— Está más rellenito y guapo es toda una cosita tierna — dice Alan mientras lo abraza — estaba esperando con ansias que llegara el día.

— A pesar de eso no la ha pasado muy bien, siente tu ausencia — dice Dennis.

— Dicen las cuidadoras de la casa hogar que tiene un gran apego a ti, eso le hace daño, es un bebé — dice Philips.

— Pero también son las leyes de este país, tiene suerte de que lo haya podido ver, en otros países es imposible — dijo Dennis.

— Tiene razón, he estado en muchos países y eso no es posible en todos lados, a duras penas y recibes la comida — dijo Alan concentrado en hacer reír al pequeño — esto es la peor de las torturas, ¿es en serio?, ¿dos horas no más?

— Es lo que logramos conseguir, lo siento — dijo Dennis.

— No lo sientas, más bien se los agradezco, creo que ya han hecho lo suficiente, el gobierno es el bendito problema, pero creo que también me lo he ganado, no tengo un buen historial médico, ni expediente, así que me imagino por qué tan poco tiempo — dijo Alan razonando en todo lo que lo llevó a dónde está, es un milagro que lo dejen tener al menos a su pequeño por un instante.

Un instante de felicidad, aunque su alma adicta a esos momentos le dice que no es suficiente, pero no puede pedir más.

Sus hermosos ojos azules lo miran con esa inocencia que lo cautiva y le permite soñar una vida a su lado, juntos, en un futuro no tan lejano.

Ellos dos contra el mundo, un país distinto, un lugar donde nadie pueda juzgarlos, aunque a él le vale diez mil hectáreas de mierda lo que digan de él, Pero ahora debe pensar en su pequeño, ya no era solo él, eso es lo jodido de amar.

Las horas estipuladas pasaron y se llevaron de nuevo a su pequeño, su alma estaba vacía de nuevo, terminando sus labores todos fueron a bañarse y una vez vestidos cuando ya era la hora de dormir alguien entró a su celda, su momento de paz en sus sueños, habían sido interrumpidos por otro prisionero quien lo ahorcaba con fuerza.

Le tomó un instante reaccionar, hasta que como no estaba estando encima de él sino aún lado, le dio con su rodilla izquierda en las costillas —¡¿qué te pasa imbécil?!, ¡¿tienes tantas ganas de morir que vienes a mí?!

Claro, tenía comprado algunos policías y hacían lo que quería, pero ahora los demás presos habían despertado y los habían descubierto, el omega que lo ahorcaba estaba en el suelo adolorido por sus costillas mientras que tomaba grandes respiraciones con una sonrisa en el rostro.

—¿Qué sucede?— dice una agente entrado allí —¿Tú que haces aquí?

— Venía a darle un trato especial a mi cuello, y yo le devolví el gesto — con ironía dejando ver su cuello lleno de moretones su cara ya estaba también morada debido al tiempo que tenía asfixiado.

—¿Cómo entró aquí?

—¿Todavía lo pregunta?, ¡algún torcido que por cualquier sobra de dinero le dio la llave!, ¡y obvio que tiene que ser uno de ustedes!— dijo queriendo ganarse un golpe de esa mujer que tanto lo odia.

— No busques que te suspendan, Alan, no te conviene— dijo la policía Pero vuelve a reír con ironía.

— Le recuerdo que yo no ocasioné esto, la víctima soy yo, yo solo reaccioné a lo que este bastardo me estaba haciendo — dijo con obviedad.

Pero como siempre todo le sale mal — ambos estarán en la celda de castigo.

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